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» El Ciudadano
Fecha: 04/02/2025 04:40
Por Juan Pablo Sarkissian El Coloso Marcelo Bielsa era una caldera por la temperatura estival, claro; pero fundamentalmente por el clima subjetivo (con raíces objetivas, ergo dos derrotas) en las almas rojinegras. La presencia Keylor Navas genero expectativa y oficio de calmante desde antes del partido, se entiende, el hombre salió primero a calentar, (una redundancia) y acaparó la primera ovación. Como sea, después salieron los equipos, con la tribuna nueva muy avanzada pero aún sin terminar y sin banderas como testigo y con el trapo “los Leprosos” (volvió) en la “Diego Maradona”. El coro, tras el saludo del equipo, fue contundente: “Andante Astore”. Un comienzo complicado. La foto del inicio, que viajo por todo el mundo futbol, fue el rezo arrodillado de Navas. Y a jugar. Sobre la “Maxi Rodríguez”, la tribuna de espalda al museo, el sol que iluminaba la tarde produjo un efecto óptico: los rayos sobre las banderas rojinegras encendía de manera especial el rojo que las hacia brillar con luz propia. Un gesto de la naturaleza? Y empezó el partido. Media hora de alguna idea futbolística, ganas y deseo. Y llegó el gol. Alivio. Gonzalo Maroni, El pibe Luca Regiardo (cosa seria), un poquito de Ever y siempre Mateo Silvetti. Tras el gol de Maroni, insólitamente, Newell’s decidió defenderse frente a un equipo muy limitado, casi de otra categoría. Y el murmullo afloro en las tribunas. “Que termine el primer tiempo, ya”, era el ruego. Sin embargo, el segundo tiempo fue más de lo mismo y un poquito peor. En futbol uno puede decidir jugar con pelota o con los espacios. Pero nunca regalar las dos cosas. Porque el arco de enfrente queda muy lejos y la posibilidades de llegar al gol son ínfimas. Sobre la media hora del segundo tiempo se escucharon disparos a espadas de la tribuna Diego Maradona, en la calle. Minutos después el cantico contra la policía fue por demás elocuente. Ever fue reemplazado y surgieron algunos silbidos. Pero la mayoría fueron aplausos (sobrios). Y llego el final victorioso por la anemia futbolística de un Aldosivi que aún está haciendo la transición de la segunda categoría del futbol a la primera. ¿Que pasara cuando un equipo con delanteros más versátiles enfrente a Newell’s? Aunque usted no lo crea ese era el debate en las tribunas Rojinegras. El final fue, otra vez, con repudio al presidente Ignacio “Nacho” Astore. Sólo que en esta oportunidad desde la bandeja que ocupan Los Leprosos broto el cantico: “hay ganarles a los sina”. En las escaleras que lindan con el palco oficial se repitieron los insultos al presidente ante la atenta mirada de las fuerzas de seguridad. Otro partido con escaso juego y un futuro, al menos por ahora, incierto. Porque cuando sólo ganar no alcanza y únicamente sirve para aplacar la bronca, se configuran estos escenarios esencialmente hostiles. El viernes hay otra prueba. A cruzar los dedos.
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