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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/02/2025 02:40
Los inversores están entendiendo a Donald Trump. Nada cambió en su estilo de gobierno desde la primera presidencia: amenaza con medidas extremas que después modera o deja en la nada. Frena unos centímetros antes del paredón, pero deja contusos sin chocar. El premarket de la madrugada del lunes ardía porque daban por cierto que hoy regirían los aranceles para México, Canadá y China. La medida alcanzarían hasta las compras de particulares de menos de USD 800 que estaban exentas de impuestos y representaban mil millones de envíos al año y una fortuna en gastos de publicidad en las redes por parte de los vendedores, casi todos chinos. Esa medida y los aranceles a China son las únicas que quedaron en pie. Los grandes perdedores son Facebook, Instagram y “X” entre otras plataformas que tienen en los vendedores chinos los mayores aportantes de dinero en publicidad. El “lunes negro” finalmente se transformó en un “lunes gris”, porque en la mitad de la rueda se anunció que los gravámenes a México y Canadá se suspendían un mes. Lo curioso es que, si bien el mundo fue dañado, Brasil resistió como si nada hubiera pasado. El real bajó a 5,80 por dólar, la Bolsa de San Pablo subió 0,25% y su índice representativo el EEB aumentó 0,2%, mientras el de emergentes perdió 0,7%. El yuan cedió apenas 2 centavos y cerró a 7,19 por dólar. El peso mexicano recuperó parte de su devaluación, pero desde que asumió Trump está 25% abajo. La Argentina fue la contracara, aunque el daño solo se produjo en la Bolsa que perdió 3,1% en pesos y 4% en dólares, cedieron los bonos soberanos. El riesgo país aumentó 14 unidades (+2,3%) a 632 puntos básicos por la baja de los Globales de más corto plazo. Lo curioso de la madrugada del lunes fue la cantidad de jugadores locales despiertos. Ellos tenían sus cálculos de hasta donde los soportes podían resistir la baja. Preocupó la primera barrera traspasada, el Bitcoin que cotizó a USD 94.000 y retornó al nivel a USD 102.000. Uno de los operadores que estaba desvelado era Jorge Berard que miraba el VIX, “el índice del miedo”, y a su grupo de “bolseros” les transmitía tranquilidad señalando que solo habría que preocuparse si el VIX, que acumulaba un alza de 12% a 19,45 unidades, superaba el soporte de 19,50. El indicador tuvo un máximo de 19,48 y ayer estaba en 18,62, una suba de 13,33% respecto al viernes. El optimismo por una recuperación renació. Lo inevitable fueron las coberturas en oro que cerró a su máximo histórico de USD 2.850 por onza. Por supuesto, el VIX augura que lo peor puede haber pasado y que el arancel de 15% que regirá desde hoy con China puede tener sus amortiguadores y que Trump lo utilizará para negociar nuevos convenios que favorezcan a Estados Unidos. En tanto, los granos que venían en absoluta baja en la madrugada del lunes, tuvieron una resurrección que la Bolsa de Comercio de Rosario la describe así: “en el Mercado de Chicago, los futuros de los principales commodities agrícolas finalizaron con ganancias. En un mercado dominado por la incertidumbre sobre la política comercial de Estados Unidos, el maíz revirtió las pérdidas iniciales y cerró en alza mientras que la soja anotó fuertes subas, sumando más de 5 dólares por tonelada en el contrato de mayor volumen. Tras comenzar en baja por el anuncio de aranceles del 10% a varias importaciones, incluida China, los precios repuntaron cuando se confirmó el aplazamiento de los aranceles a productos mexicanos. El trigo acompañó la tendencia general del mercado y también cerró en terreno positivo”. En la plaza local el dólar abrió comprador. La cobertura no fue relevante, pero impulsó la suba del MEP en $14 (+1,2%) a $1.178,22. El contado con liquidación (CCL) aumentó $10,33 (+0,9%) a $1.195,74 sin intervención del Banco Central. El “blue” se mantuvo en $1.220. El ministro de Economía, Luis Caputo, limitó su intervención a un post en la plataforma “X” donde señaló que “siempre contemplamos la posibilidad de que haya shocks externos, como el que estamos viendo en este momento. El mejor antídoto es garantizarles a los argentinos que este Gobierno nunca se moverá un centímetro del orden fiscal y monetario que llevamos adelante desde el primer. Seguiremos combatiendo el excesivo gasto público para conseguir el mayor superávit posible y continuar bajando impuestos”. En el Mercado Libre de cambios (MLC) se operaron USD 429 millones y el Banco Central compró USD 17 millones y las reservas crecieron USD 1.149 millones a USD 29.456 millones. El informe de F2 de Andrés Reschini indica que “durante el desarrollo de la jornada se conoció que los presidentes de Estados Unidos y México acordaron medidas en contra del narcotráfico y los aranceles fueron suspendidos por un mes, lo mismo que con Canadá luego del cierre. Así, el fortalecimiento de la divisa estadounidense perdió impulso. El euro cedió contra el dólar ante los temores de que la zona sea una de las próximas víctimas de las políticas arancelarias. También sobrevuelan preocupaciones sobre el efecto de estas políticas en el crecimiento de Latinoamérica. La deuda emergente cayó y el oro volvió a subir producto de una incertidumbre que gana terreno”. Sobre el mercado de cambios, F2 señala que hubo buen volumen pero “la demanda requirió unos USD 412 millones. Las reservas brutas recuperaron el ajuste de la posición de efectivo mínimo de bancos que suele darse a fin de mes, pero la tendencia sigue siendo negativa”. Tras el comienzo del crawling peg al 1% mensual los futuros ajustaron hacia arriba con rendimientos de la curva pesos algo más altos. Los bonos en pesos tuvieron un día de incertidumbre porque el mercado se volcó más al dólar que a las LECAP y BONCAP. Los rendimientos cortos fueron de 2,54%, mientras que las BONCAP que vencen a fin de año pagaron 2,05%. Los CER tuvieron leves alzas, porque no se sabe cuánto éxito tendrá el menor ritmo de devaluación en la baja de precios. Estos bonos están algo atrasados. La rueda de hoy mostrará que el pánico no es historia. Pasó esta etapa, pero quedan las dudas que deja un presidente que se mueve de manera imprevisible y negocia con estilo garrote en mano, algo que inquieta a los inversores.
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