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» Diario Cordoba
Fecha: 03/02/2025 12:45
Me encuentro en el supermercado con Ladis (Ladislao Rodríguez Galán, ¿quién no conoce a este fotógrafo, hijo del fotógrafo del mismo nombre?), compañero de Academia, del cual me llegan noticias de la ciudad casi a diario, a través de lamonteraladis.blogspot.com. La Montera se define como actualidad gráfica taurina y social cordobesa; fotografías y textos. Nos saludamos, él con un papel en la mano donde lleva escrita la lista de la compra; yo, la llevo en el teléfono. «Vivo aquí al lado -me explica- esto es como mi segunda casa.» «Pues yo, al contrario; es la primera vez que vengo aquí, pero he pasado con el coche de vuelta de otro sitio y he visto fácil el aparcamiento.» Nos entretenemos un rato hablando de esta columna, de la que se declara asiduo lector, e incluso me da ideas. «Oye, ¿sabes que el 9 de mayo se cumplirán sesenta años de la inauguración de la plaza de toros de Los Califas (los califas del toreo cordobés son Lagartijo, Guerra, Machaquito, Manolete y el Cordobés)?» Efectivamente, la plaza de toros se inauguró el 9 de mayo de 1965 y en dicha corrida participaron El Cordobés, José Mª Montilla y Zurito. Me dice Ladis que aquello fue un acontecimiento y que las mujeres iban ataviadas con mantilla blanca y apunta la idea de que en la celebración de los sesenta años podrían asistir de la misma manera. «No sé yo -le contesto- ahora que tan en regresión está lo de la mujer florero; aunque nunca se sabe, porque en Semana Santa se ven muchas mantillas negras -en Sevilla ni te cuento- y, cuando llega la Feria, todo el mundo se pone traje de gitana. Es verdad que las mantillas favorecen mucho y son muy vistosas.» Bueno, yo transmito la idea de Ladis y ahí lo dejo. Otros artículos de Marisol Salcedo Escenario Cántico Escenario Frío Escenario Telefonía Como estamos en un supermercado que, al parecer, él conoce bien, ya que está en su zona de influencia, aprovecho para preguntarle dónde está el café, porque llevo una hora buscándolo y no doy con él y a la señorita que está reponiendo las estanterías le he preguntado ya por tres cosas y va a pensar que le estoy tomando el pelo. «Ven, que yo te llevo», así que nos damos un buen paseo hasta llegar al pasillo de los cafés, y por el camino me explica algunos trucos de las etiquetas de los productos. Nos paramos en el congelador de los helados -ahora pegan poco, la verdad, pero él dice que a sus nietas les encantan en invierno y en verano- y me enseña la marca blanca que hay que comprar porque la fabrica no sé quién, que hace los mejores helados del mercado. Por fin llegamos al café, en cuya elección también me asesora. Ladis, además de buen fotógrafo, sabe hacer la compra. Una caja de sorpresas.
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