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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 02/02/2025 00:35
Dos especies de flamencos, el flamenco andino y el flamenco de James, dependen de los humedales andinos en Argentina, Bolivia, Chile y Perú para alimentarse y reproducirse/Wikipedia Los humedales andinos son ecosistemas de gran altitud caracterizados por aguas someras con alta salinidad. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), esos ambientes “son altamente frágiles y los cambios sobre ellos tienen consecuencias irreparables”. Hoy es el Día Mundial de los Humedales, y un nuevo estudio publicado por la editorial de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, advirtió sobre la situación de las dos especies de flamencos que habitan estos ecosistemas en los Andes. Las poblaciones de esas especies, que son el flamenco andino y el flamenco de James o de la puna (también le dicen parina chica), dependen estrictamente de los humedales para su supervivencia. Estos ecosistemas les proporcionan el alimento y las condiciones necesarias para su reproducción. Principales amenazas para los flamencos andinos y sus hábitats El científico argentino Enrique Derlindati fue el primer autor de un estudio sobre los factores que amenazan al flamenco andino y al flamenco de la puna/Universidad Nacional de Salta Tras la investigación, los científicos detectaron que los humedales enfrentan estas amenazas que a su vez afectan la supervivencia de las poblaciones de flamencos: La minería industrial altera la disponibilidad de agua y modifica la composición química de los ecosistemas. La expansión de la agroindustria en las tierras bajas reduce las áreas de invernada al modificar los cuerpos de agua utilizados por esas aves. El cambio climático provoca una disminución en la extensión de los humedales debido a la reducción de las lluvias y al aumento de temperaturas. Los humedales andinos son ecosistemas de alta altitud con aguas salinas. La IUCN los considera "frágiles" por los daños irreparables que pueden sufrir/ Enrique Derlindati/Universidad Nacional de Salta “Las amenazas a los humedales afectan la disponibilidad de alimento y las condiciones de reproducción de los flamencos. Esto pone en riesgo la estabilidad de ambas poblaciones. Para garantizar su conservación, es necesaria una gestión integral”, dijo a Infobae el doctor Enrique Derlindati, investigador de la Universidad Nacional de Salta, quien fue el primer autor del trabajo. Otros integrantes del equipo pertenecen al Museo Estadounidense de Historia Natural, de los Estados Unidos, y al Centro de Investigaciones en Biodiversidad y Ambiente (ECOSUR), el Conicet, la Universidad Nacional de Rosario, y el Grupo de Conservación Flamencos Altoandinos (GCFA), de la Argentina. También colaboraron expertos de Bolivia y Perú. De qué se alimentan los flamencos en los humedales Los flamencos andinos (Phoenicoparrus andinus) y de la puna (Phoenicoparrus jamesi) tienen hábitos alimenticios altamente especializados. Ambas especies consumen principalmente diatomeas, que son microorganismos que proliferan en aguas salinas y alcalinas. Las principales amenazas para los flamencos que están en los humedales incluyen la minería industrial, la expansión de la agroindustria y el cambio climático/ Crédito: wikipedia Para obtener ese alimento, emplean un mecanismo de filtrado por el cual utilizan sus picos curvados y laminillas internas que les permiten separar las partículas nutritivas del agua. A pesar de compartir este hábito, existen diferencias en la alimentación entre ambas especies. El flamenco andino prefiere diatomeas de mayor tamaño, de más de 80 micrómetros de longitud. En cambio, el de la puna se alimenta de diatomeas más pequeñas, de menos de 60 micrómetros. Esta diferenciación en la dieta permite que ambas especies coexistan en los mismos humedales sin competir directamente por los recursos. Las aves también ingieren pequeñas cantidades de sedimentos y microorganismos presentes en el lodo, lo que contribuye a su nutrición. Cómo estudiaron a los flamencos en 250 humedales La investigación sobre los flamencos incluyó censos organizados entre 1997 y 2020 en más de 250 humedales/ Enrique Derlindati/Universidad Nacional de Salta Los científicos recopilaron información sobre la distribución y la abundancia de los flamencos a partir de una exhaustiva revisión de literatura científica y reportes inéditos en diferentes idiomas. La búsqueda se enfocó en términos clave asociados a estos flamencos y sus hábitats. Desde 1997, se han organizado censos en Argentina, Bolivia, Chile y Perú. A partir de 2005, se llevan a cabo censos simultáneos internacionales cada cinco años. Esos censos incluyeron conteos directos de individuos mediante equipos de observadores que aplicaron protocolos en más de 250 humedales durante la temporada reproductiva, entre enero y febrero. Las estimaciones más recientes indican una población de 78.000 individuos de flamenco andino y 154.000 de flamenco de la puna, y las diversas amenazas ponen en riesgo su conservación. Hay solo 154.000 individuos de la especie flamenco de la puna. Habitan en el sur de Perú, el sudoeste de Bolivia, el noroeste de Argentina y el norte de Chile/ Enrique Derlindati/Universidad Nacional de Salta La minería industrial afecta zonas de reproducción y alimentación en los Andes, mientras que las actividades agroindustriales impactan los humedales de tierras bajas donde los flamencos pasan el invierno. Además, se suma el cambio climático, que contribuye a la reducción del área de los humedales disponibles para estas aves. Qué recomiendan para la conservación Los investigadores hicieron recomendaciones orientadas a fortalecer la protección de los flamencos en los humedales. La implementación de un monitoreo continuo de la distribución y abundancia de estas aves a lo largo del año resulta esencial. También sugirieron llevar a cabo estudios de genética poblacional con el fin de evaluar la conectividad entre diferentes colonias y prevenir problemas de endogamia. La población de flamenco andino solo llega a 78.000 ejemplares/ Freddy Burgos/SIB La protección de humedales clave debe garantizarse mediante redes de conservación y la designación de nuevos sitios Ramsar. Otro aspecto fundamental radica en la regulación del impacto de la minería y la agroindustria en los hábitats críticos. “Recomendamos utilizar nuevas tecnologías, como herramientas de teledetección, que permitan evaluar la calidad del ambiente y su evolución frente al cambio climático”, comentó Derlindati. También aclararon que la colaboración internacional resulta clave para coordinar esfuerzos en estudios de movimientos y demografía de los flamencos. Enfatizaron que la combinación de investigación interdisciplinaria, monitoreo constante y planificación efectiva de la conservación transfronteriza es la única vía posible para garantizar la protección de estas especies a largo plazo. Los investigadores recomiendan monitorear la distribución y abundancia de flamencos, realizar estudios genéticos y proteger humedales clave /Enrique Derlindati/Universidad Nacional de Salta Desde la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), también hicieron días atrás una advertencia sobre la situación de los humedales. “Están amenazados por actividades extractivas como la minería de litio, de cobre y de otros minerales considerados críticos para el modelo de transición energética dominante, como insumos para la electrificación de vehículos y al almacenamiento de energía de fuentes renovables, entre otros fines, lo que permitiría sustituir el uso de combustibles fósiles. Sin embargo, la mayor demanda de litio proviene de la industria automotriz, para la alimentación de vehículos eléctricos de movilidad individual”, indicaron. La organización ambientalista opinó que “bajo una narrativa de soluciones climáticas, este modelo perpetúa el paradigma de hiperconsumo de bienes ambientales, exacerba presiones naturales y genera impactos negativos para la biodiversidad y las comunidades que habitan en los humedales andinos de Argentina, Bolivia, y Chile, que concentran en conjunto alrededor del 53% de las reservas mundiales de litio”.
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