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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/02/2025 02:33
Retrato de Lisa Marie Presley (REUTERS/Mario Anzuoni) Lisa Marie Presley fue la hija del Rey del Rock y esposa del Rey del Pop. Pero nunca logró ser feliz. Nació el 1º de febrero de 1968 en el momento en que su padre, Elvis Presley, hacía su gran regreso. Su madre fue Priscilla Presley. Los padres se separaron en 1974 cuando Elvis estaba entrando en las brumas que lo llevarían a su final. A partir de ese momento ella pasó largas temporadas sola con Elvis en Graceland. Lisa Marie no era una chica acostumbrada a la normalidad. Su madre había dicho de ella: “Tuvo todo lo que una niña no debió tener ni podía apreciar”. Era una pequeña dictadora paseando por Graceland. Nadie que se criara en esa casa en compañía de ese Elvis pudo haber tenido una vida normal. Una anécdota muy difundida cuenta que ella desayunaba con su padre una tarde -así eran los horarios en esa casa- y cuando en la televisión apareció un cantante que Elvis odiaba, Presley sacó un arma de debajo de su silla, disparó al aparato, apreció brevemente el destrozo y siguió comiendo. El día de la muerte de Elvis, mientras intentaban largas maniobras de resucitación, Lisa Marie, con nueve años, merodeaba entre los gritos de desesperación, los llantos, y vio el cuerpo de su padre tirado en el baño. Había visto a su padre la noche anterior y él le había dado un beso y la había mandado a dormir. Cuando mucho tiempo después se casó con Michael Jackson, ella ya estaba acostumbrada a las excentricidades. El paso entre Graceland y Neverland no significó un cambio mayor para Lisa Marie, que entendía la lógica del lugar y su dueño, o al menos la ausencia de ella. Una fotografía familiar muestra a Lisa Marie Presley, Elvis Presley y Priscilla Presley en 1968 (Crédito: The Grosby Group) Pero antes de eso y mientras aparecía en las revistas del corazón, en grandes eventos, pero no lograba consolidar una carrera artística pese a su linaje y a su ambición, Lisa Marie contrajo el primero de sus cuatro matrimonios. Se casó con el músico y actor Danny Keough en 1988. Lisa Marie tenía 20 años. Se casaron bajo el tiro de la iglesia de la Cientología. Tuvieron una hija y un hijo y a principios de la década del 90 se divorciaron. Cuando Lisa se casó con Michael Jackson, Danny reclamó la custodia de sus hijos debido a las acusaciones que pesaban sobre el Rey del Pop. Sin embargo, con el correr de los años Danny y Lisa Marie se amigaron y tuvieron una relación cordial y pacífica que hasta incluyó trabajos juntos (él era el líder musical de la banda de ella). Sucede en la nobleza, ocurre en el espectáculo: las casas reales se entrecruzan. Así fue como la hija de quien fuera el Rey del Rock se terminaría casando con el Rey del Pop. Lisa Marie Presley, integrante de la monarquía de la música popular de la segunda mitad del siglo XX, contraería matrimonio con Michael Jackson en 1994. El primer contacto entre ellos se remontaba a dos décadas antes. 1974. Elvis dominaba Las Vegas y hacia allí fueron a cantar los Jackson 5. A pesar de ser el menor, Michael era el que se destacaba en el grupo. Había empezado desde muy chico y fue creciendo a la vista del público. En ese entonces él tenía 16 y Lisa, seis. Después de un recital, Michael y sus hermanos fueron al camarín de Elvis. Allí estaba Lisa, que enloqueció al ver a su ídolo musical, Michael Jackson. Elvis no estaba acostumbrado a estar en una sala y que la devoción no se dirigiera solo hacia él. En las noches siguientes, Lisa fue a ver el show de los hermanos Jackson pero sin su padre. La nena fue acompañada por un batallón de guardaespaldas. Pasaron años sin verse; y sin que el público los relacionara o siquiera pudiera imaginárselos juntos. La conducta de Michael era cada vez más estrafalaria. Lisa Marie solo aparecía en las revistas del corazón en eventos y estrenos, tan solo por ser la hija del Rey. Michael Jackson y Lisa Marie Presley reciben el aplauso del público tras subir al escenario al comienzo de la 11a entrega de los Premios MTV a los Videos Musicales el 8 de septiembre de 1994 (Foto AP/Bebeto Matthews, archivo) En mayo de 1994 sorprendieron al mundo con un sobrio pero festivo comunicado en el que avisaban que se habían casado en República Dominicana en una ceremonia austera y solitaria. Los periodistas buscaron precisiones, pero los protagonistas eran elusivos. Se recluyeron en Neverland, la fastuosa propiedad de Michael, que hasta contaba con zoológico propio. Entonces, la prensa recurrió a los familiares. Priscilla Presley, la madre de Lisa Marie, no quiso dar declaraciones, aunque se la vio algo molesta, o desorientada. Al final apoyó a su hija: “Si ella es feliz, para mí está bien. Ojalá lo sea”, dijo, pero estaba convencida, por más que no lo expresara, de que el cantante estaba utilizando a su hija. En cambio en la familia Jackson, más populosa y desequilibrada en cuanto a fama y éxitos personales, siempre se encontró a alguien con una frase que asegurara un título contundente. Lo que algún hermano expresó fue lo mismo que muchos sentían. Parecía un matrimonio plástico, prefabricado. Una nube de sospecha sobrevolaba a la nueva pareja. El matrimonio fue al menos oportuno. En el momento en que anunciaron su boda, Michael estaba tratando de superar las primeras acusaciones de abusos sexuales a menores de su carrera. También preparaba History, el álbum doble que traería nuevas canciones y grandes éxitos. Acostumbrado al éxito descomunal, a la adulación permanente y a establecer las reglas de la industria y de su propia vida, los últimos meses de Jackson habían sido malos. No podía dominar los eventos que solían revertirse y golpearlo sin que él estuviera listo para el impacto. Dangerous, su último disco, no había resultado el éxito que él esperaba. Esta línea debe matizarse: Dangerous fue un éxito enorme que vendió decenas de millones de copias. Pero Michael estaba insatisfecho. Desde Thriller solo quería superar sus propias marcas. Pero eso era imposible. Thriller había sido un fenómeno irrepetible. Bad se convirtió en el segundo disco más vendido de la historia de un solista, y a él no le alcanzó. Había perdido las proporciones. Michael Jackson y Lisa Marie Presley en un paseo por Versalles (Crédito: The Grosby Group) A las graves denuncias se le sumaron las medidas que a pedido de los abogados del demandante tomó la Justicia. Debió desnudarse ante peritos y fue fotografiada cada parte de su cuerpo, en especial su pene, para determinar si la descripción que había hecho Jordie Chandler, el chico denunciante, se ajustaba a la realidad. A eso se le debía sumar la adicción que había desarrollado a los fármacos, en especial analgésicos y tranquilizantes que en algún momento -con ayuda de Liz Taylor- lo obligó a internarse para rehabilitarse. En medio de este cúmulo de problemas, preocupaciones y hechos que solo erosionaban su imagen, el matrimonio intentó oxigenar su figura pública. Michael encontraba otros temas para estar en la portada de diarios y revistas. La primera aparición pública de la pareja fue en los MTV Awards de 1994. Un notable golpe de efecto. Un enorme telón dorado se abrió. Y entraron caminando, despacio, tomados de la mano desde el fondo del escenario. Los dos estaban de negro. Ella más sobria que él. Michael llevaba un brazalete rojo en su brazo y largas botas, también negras, que parecían las protecciones que cargan los arqueros de hockey en sus rodillas (cuando usaba el modelo dorado, daba la impresión de que le habían injertado el tren inferior de C3PO, el personaje de Star Wars). Michael saludó con su voz tenue y delgada. Desafió recordando a los que pensaban que la relación (“esto” dijo) no iba a durar y se atolondró sobre Lisa Marie y le dio un beso enérgico, torpe y sobreactuado. Michael Jackson and Lisa Marie Presley a punto de besarse en los MTV Video Music Awards de 1994 (REUTERS/Mark Cardwell/File Photo) Las versiones sobre cómo se inició la relación son diversas. Los agentes de prensa del cantante dijeron que él la invitó a cenar a un exclusivo lugar que cerró para la pareja y que en medio de la comida el Rey del Pop se arrodilló ante ella, sacó un anillo de su bolsillo y se le declaró. Lisa Marie contó distintas historias. Todas más profanas. La primera fue que Michael la llamó y que luego de una conversación inocente de varias horas, le preguntó si quería ser su novia. La otra versión sostiene que John Branca, uno de los abogados de Jackson, consiguió el teléfono de Lisa Marie y le dijo: “Michael dice que le gustás. ¿Quieres ser su novia?”. En los años anteriores, Michael había sostenido algunos romances mediáticos (y hasta algún escarceo con Madonna). Breves y blancos. Con estrellas juveniles, como Brooke Shields y Tatum O’Neill. Ambas con el tiempo reconocieron que nunca hubo entre ellos ni siquiera un beso. Amores castos y platónicos. Lisa Marie, al contrario de otras parejas de Michael, habló sobre las relaciones sexuales. Ella contó que eran salvajes e intensas. Que Michael una vez desatado era difícil de detener. “Era extraordinario en la cama”, dijo. Lo describió como un gran besador. Tenía, siempre según su exesposa, predilección por una posición: al Rey del Pop le gustaba de parado. Y le gustaba repetir. Eso sí: él siempre vestido (¿usaría el guante blanco?). Ella no podía verlo desnudo. Lisa Marie Presley hablaba con los medios sobre su vida sexual con el Rey del Pop (Crédito: The Grosby Group) Nunca lo vio totalmente desnudo. Tampoco a cara lavada. Michael no se presentaba frente a su esposa, ni tenía relaciones con ella sin estar previamente maquillado. Lisa Marie recuerda que su marido se ponía furioso si ella lo encontraba sin estar acicalado con diversos productos cosméticos. Mientras la gran mayoría se limpia el maquillaje antes de ir a la cama (hay que cuidar la piel y, por qué no, las sábanas), él hacía al revés -aunque lo más probable es que anduviera todo el día pintado y con polvos varios en la cara. En su primera noche juntos, Jackson pidió que la habitación estuviera totalmente a oscuras. Al terminar, él salió corriendo al baño. Tardó más de 20 minutos. Al volver había recompuesto su maquillaje y vestía pijama y bata de seda. Lisa Marie contó que Michael le pedía que en la cama solo portara joyas caras; también que les gustaba disfrazarse y desarrollar distintos juegos sexuales. Randy Taraborelli, biógrafo de Jackson, afirma que verificó estas historias con algunas amigas de la hija de Elvis. Estos dichos de Lisa Marie pueden ser ciertos o no. Nunca lo sabremos con certeza. Al menos parece una buena estrategia. Por un lado no reconoce que de manera deliberada participó de una gran mentira, de una oportuna cortina de humo. Por el otro, lograba la atención de los medios (a los que por un momento pareció adicta) con una historia muy diferente a la de todas las demás; ella era la única que lo pintaba como pasional, que resalta el lado carnal. Además, si todo hubiera sido un frío arreglo, ella al menos seguiría honrando ese pacto. Sin embargo, hubo otros habitantes de Neverland que dieron versiones diferentes. Adrian MacManus, empleada del lugar, afirmó que la pareja nunca tuvo sexo. Sostuvo que Jackson dejaba debajo de las almohadas o tirados en el piso corpiños de encaje de mujer para que quienes tuvieran que arreglar la habitación creyeran que había existido contacto sexual. MacManus dice que nunca los vio darse un beso. “Era sexo falso. Todo una pantalla”, dijo la mujer. En la misma línea de negar las relaciones sexuales del matrimonio, otro empleado de la mansión, Sandy Domz, contó que Michael solía rociar perfume de mujer sobre las sábanas y las almohadas para dar a entender que había pasado la noche con su esposa. Pero ella tenía su propia habitación (The Rose Room) y no salía de ahí por las noches. Domz nunca vio a Michael Jackson pasarse al cuarto de Lisa Marie. Los medios solían reírse de la relación. Abundaban los artículos afirmando que el matrimonio era solo una pantalla, buena prensa para olvidar las graves acusaciones contra Jackson (que terminó, en ese primer proceso, arreglando extrajudicialmente por casi 20 millones de dólares) y un marco, un intento de crearle a Michael un aura de vida cotidiana frente al mundo. Lisa Marie Presley contrajo matrimonio cuatro veces, incluyendo su breve y mediático enlace con el actor Nicolas Cage (Foto Barry Brecheisen/Invision/AP, archivo) Con esa intención se cree que la pareja hizo algunas calculadas apariciones públicas. Pero cada una de esas acciones, cada intervención, solo consiguió limar la credibilidad del vínculo, en vez de hacerlo más verosímil. Después de los MTV, fue el tiempo del video de “You are not Alone”. En él la pareja aparece semidesnuda, hablándose al oído y besándose. Otros sostenían que Michael utilizaba a Lisa para quedarse con el catálogo de canciones de Elvis, como ya lo había hecho con el de los Beatles. Y a ella le endilgaban que utilizaba a Michael para lanzar su siempre postergada carrera musical. Al año de estar casados, el matrimonio se presentó en la televisión norteamericana. Una entrevista realizada por Diane Sawyer repleta de momentos incómodos. La periodista en su medio tono habitual pero con firmeza recorrió todos los temas escabrosos y sensibles por los que atravesaba el cantante. La megalomanía, las acusaciones de apología del fascismo por la estética de History, alguna línea considerada antisemita, el cariz de su matrimonio y las acusaciones de abuso. A Lisa Marie y Michael, sentados frente a Sawyer, se los ve tensos, sobreactuando una naturalidad de la que carecen. Los intentos de caricias son torpes. Cuando al principio de la entrevista intentan describir los primeros pasos de la relación, la propuesta matrimonial y aspectos de la vida cotidiana, hay titubeos, miradas furtivas entre ellos, contradicciones, gestos reconcentrados como buscando en el guión previo lo que debían contestar. El momento de mayor desconcierto fue cuando la periodista preguntó por la primera vez que se vieron. Michael se remontó al mito de origen, a Las Vegas y Elvis y los Jackson 5 tocando en los casinos en 1974. Pero Jackson se entusiasmó y relató que ella con siete años iba a los camarines y comenzó a describirla. Lisa Marie lo interrumpió afirmando que no habían tenido contacto en ese tiempo. Ella se percató de lo que Michael no: la entrevista debía ayudar a Michael a salir de la zona de sospecha de pedofilia pero él con una sonrisa en la cara parecía abonarlas aun cuando probablemente estuviera mintiendo respecto a Lisa, Las Vegas y los Jackson 5. Lisa Marie defendió con firmeza y énfasis a Michael cuando se habló de las acusaciones. Pero, una vez más, la entrevista imaginada originalmente para limpiar la imagen y para instalar una narrativa de matrimonio feliz, solo consiguió sembrar más sospechas (¿a qué matrimonio se le pregunta en una entrevista si tuvieron relaciones sexuales alguna vez? Por lo general es un dato que se da por sentado). Que se terminaron de confirmar apenas un par de semanas después cuando Lisa Marie fue vista en una playa descansando con Danny Keough, su exmarido, el padre de sus dos primeros hijos. Al poco tiempo, el anuncio de la separación fue oficial, y Michael se casó y tuvo dos hijos con Debbie Rowe, una enfermera y asistente de dermatóloga que vivía en California. Después de Michael, Lisa se casó con Nicolas Cage. El matrimonio otra vez duró poco tiempo. Nicolas Cage pidió el divorcio 107 días después, diciendo que todo había sido un gran error mutuo. Un tiempo después llegó el cuarto matrimonio, esta vez con el productor musical Michael Lockwood, con quien tuvo hijas mellizas. Con Lockwood también alcanzó el cuarto divorcio. Pese a intentarlo en varias oportunidades y contar con el linaje, Lisa Marie no pudo triunfar en el mundo de la música. Sus tres discos resultaron un fracaso. En 2005 vendió el 85% de los derechos de la empresa que maneja los bienes de su padre. Al cumplir 52 años, Lisa Marie se quejó de tener nada más que 14 mil dólares en el banco y millones de dólares de deudas. Acusó por la situación a su ex manager. Este se defendió diciendo que Lisa Marie en la última década había dilapidado alrededor de 40 millones de dólares. Todas las cuestiones económicas parecieron una nimiedad cuando en julio de 2020 su hijo Benjamin Keough (del primer matrimonio), se suicidó de un balazo en la boca. Tenía 27 años. Ben tenía problemas de salud mental y era adicto al alcohol y las drogas. Lisa Marie Presley y Benjamin Presley Keough (Crédito: The Grosby Group) La muerte de Ben devastó a Lisa Marie. Y profundizó sus adicciones. La ley de California no estipula un plazo en el que un cuerpo deba ser enterrado, los ritos funerarios no están regulados. Aprovechando ese vacío, en medio de su duelo desolador, Lisa Marie hizo acondicionar especialmente una de las construcciones aledañas a la mansión principal de Graceland. Y mantuvo en estricto secreto, a 12 ° de temperatura, durante dos meses el cadáver de su hijo. Durante ese tiempo, ella visitaba el lugar con frecuencia. Varias veces al día pasaba a ver el cuerpo sin vida de su hijo. En sus memorias (publicadas póstumamente) consignó que “ya se había acostumbrado a su presencia y a cuidar de él”. Unas semanas después de la muerte, Lisa Marie decidió hacerse un homenaje en honor a su hijo. Grabaría en su piel para siempre su cara y su nombre. Riley, la hija de Lisa Marie y hermana de Ben, dijo que ella también lo haría y consiguió un reconocido tatuador. Cuando el profesional llegó a Graceland para cumplir con su tarea, pidió una foto del joven para poder tatuar su cara en el brazo de su madre. Lisa Marie le respondió que era mejor que él lo viera personalmente y llevó al tatuador hacia la construcción refrigerada en la que yacía el cuerpo de Ben. El hombre, a pesar de la impresión, realizó su trabajo. Después de eso, convencieron a Lisa Marie de que ya era momento de enterrar a su hijo. Lo hizo unos días después. En un funeral, encabezado por Deepak Chopra, Ben fue enterrado en Graceland, al lado de su abuelo Elvis Presley. La familia Presley (de izquierda a derecha) Riley Keough, Priscilla Presley, Lisa Marie Presley y Benjamin Keough dan la bienvenida a sus fanáticos durante la celebración del 75 cumpleaños de Elvis Presley en Memphis, Tennessee, el 8 de enero. 2010. (Crédito: The Grosby Group) El 12 de enero de 2023 Lisa Marie Presley murió a los 54 años. Había sido trasladada al hospital después de que su asistente la encontrara inconsciente en su casa de Calabasas, en Los Ángeles. La noticia la confirmó su propia madre, en un comunicado en la revista People: “Con el corazón encogido debo compartir la devastadora noticia de que mi bella hija Lisa Marie nos ha dejado”. Al principio se creyó que se había tratado de un paro cardíaco. La autopsia determinó que la causa fue una obstrucción en el intestino delgado, una derivación del by pass gástrico que se había realizado años antes. Su organismo estaba en mal estado debido a la adicción a los opioides. Encontraron rastros de ellos en su sangre. Según su hija mayor los problemas con las drogas empezaron después de la césarea con la que dio a luz a sus hijas mellizas, que en el momento de la muerte de Lisa Marie, tenían 14 años y quedaron al cuidado de su padre. Dos días antes de su muerte había sido su última aparición pública junto a su madre Priscilla en una fiesta de la industria musical. Se la había visto muy desmejorada. Lisa Marie nunca se pudo recuperar de la temprana muerte de su hijo. Y repitió una costumbre de su linaje: el de despedirse antes de tiempo.
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