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Parana » APF
Fecha: 30/01/2025 19:30
Entidades que integran la cadena de valor del cuero advirtieron que la eliminación de las retenciones a la exportación de cuero salado afecta de lleno a la cadena productiva local, especialmente a las industrias que agregan valor al cuero, un recurso que actualmente es utilizado para fabricar productos de alta calidad reconocidos internacionalmente. Desazón por productos manufacturados con cuero argentino ofrecidos en mercados internacionales, mientras la industria local pierde competitividad. jueves 30 de enero de 2025 | 19:25hs. Foto: La Nación Las entidades que componen la cadena de valor del cuero y sus manufacturas, agrupadas en la Asociación de Curtidores de la Provincia de Buenos Aires (ACUBA), la Cámara Argentina de Industriales Proveedores de la Industria del Calzado (CAIPIC), la Cámara de la Industria Curtidora Argentina (CICA), la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines de la República Argentina (CIMA) y la Federación Argentina de la Industria de Calzado y Afines (FAICA), expresaron su preocupación y rechazo ante las recientes medidas adoptadas por el gobierno nacional que eliminan las retenciones a la exportación de cuero salado. En un comunicado conjunto, las entidades advirtieron que esta decisión afecta directamente a la cadena productiva local, especialmente a las industrias que agregan valor al cuero, un recurso que actualmente es utilizado para fabricar productos de alta calidad reconocidos internacionalmente. El conflicto surge entre los sectores que priorizan la exportación del cuero crudo como commodity y aquellos que transforman ese material en productos manufacturados con alto valor agregado. Las entidades expresaron su desazón porque productos manufacturados con cuero argentino son ofrecidos en mercados internacionales, mientras la industria local pierde competitividad debido a la estructura impositiva, los costos elevados en dólares y la falta de respuestas eficaces por parte del gobierno. Aseguran que esta política los retrotrae a una época colonial en la que el país exportaba sus recursos naturales sin aprovechar su verdadero potencial industrial. También señalaron que las justificaciones presentadas por algunos sectores, principalmente por los frigoríficos, son incorrectas y no reflejan la realidad del mercado. Entre las afirmaciones desmentidas por las organizaciones se incluyen: Concentración monopólica del mercado de cueros por parte de las curtiembres locales: Las cámaras desmintieron esta afirmación, señalando que el 50% de los cueros salados son exportados por el sector frigorífico, no por las curtiembres. El precio del cuero tiene relación directa con el precio de la carne: Las entidades aclararon que el cuero representa solo entre el 0.8% y el 1.5% del valor de un animal en pie, lo que invalida la relación directa entre ambos precios. El valor de los cueros crudos estaba condicionado por el derecho de exportación: En este punto, las cámaras explicaron que el precio del cuero crudo en el mercado local es incluso superior al de los cueros que se exportan libremente desde los frigoríficos. Además, las cámaras industriales destacaron la falsedad de varios de los objetivos planteados en las medidas gubernamentales, tales como: Favorecer el agregado de valor: Argumentaron que es incompatible incentivar la exportación de materia prima sin ningún valor agregado a la producción local. Disminuir el precio de la carne en el mostrador: Desmintieron la afirmación de que la eliminación de retenciones contribuiría a una baja en los precios de la carne, indicando que en 2024, a pesar de la exportación del 50% de los cueros en estado salado, la carne disminuyó su precio en un 40%, sin que el precio del cuero tuviera impacto. En lugar de desregular y fomentar la exportación de materias primas, las entidades propusieron alternativas que realmente favorezcan la cadena de valor. Algunas de estas sugerencias incluyen el reintegro a las exportaciones, la atención al requerimiento de abastecimiento de la industria local, la trazabilidad de los cueros para cumplir con los estándares internacionales y la reglamentación para evitar el uso engañoso del término «cuero» en productos manufacturados con sustitutos. Por otro lado, las entidades criticaron el beneficio que esta medida otorga a un sector que, según indicaron, ya se encuentra fortalecido por la prohibición de la exportación de ganado en pie, lo que les permite mantener puestos de trabajo en la industria frigorífica. Según las organizaciones del sector, esta decisión no solo pone en peligro los empleos en la industria curtidora, sino que también envía un mensaje contradictorio respecto a los intereses del país, que deberían alinearse con el fortalecimiento de las cadenas de valor locales y no con la exportación de materia prima sin transformación. La cadena de valor del cuero y sus manufacturas continúa luchando por una industria más justa y competitiva, que no solo preserve los empleos locales, sino que también permita a Argentina posicionarse como líder en la producción de bienes manufacturados de alta calidad. (APFDigital)
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