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  • 67 muertos y ningún superviviente en el choque de un avión y un helicóptero militar en Washington

    » Diario Cordoba

    Fecha: 30/01/2025 18:21

    Los peores presagios sobre el accidente aéreo que se produjo el miércoles por la noche en Washington cuando chocaron por causas aún desconocidas y cayeron al río Potomac un avión comercial con 64 personas a bordo y un helicóptero Black Hawk con tres militares cerca del Aeropuerto Nacional Reagan en la capital de Estados Unidos se han confirmado este jueves. Las 67 personas se dan por fallecidas y el presidente Donald Trump, en una comparecencia en la Casa Blanca que ha embarrado con acusaciones políticas, ha confirmado que "lamentablemente, no hay supervivientes". En las óperaciones de búsqueda, en las que participan más de 300 operativos, se habían rescatado a la hora de escribir estas líneas los cadáveres de 27 de los pasajeros del vuelo de American Airlines 5342, que volaba de Wichita (Kansas) a la capital, y el de uno de los tres militares. La operación, según ha informado en una rueda de prensa John Donnelly, jefe de bomberos de Washigton DC, había dejado por la mañana de ser de rescate para pasar a ser de recuperación de los cuerpos. "Esta mañana todos compartimos un sentimiento profundo de dolor", ha dicho en esa rueda de prensa la alcaldesa de la capital, Muriel Bowser. Horas después, en la Casa Blanca, antes de degradar su intervención para convertirla en una diatriba polítizada, Trump tildaba la catástrofe como "una noche oscura e insoportable en la historia de la capital y la nación y una tragedia de terribles proporciones". El siniestro El siniestro, que fue grabado por cámaras de seguridad, se produjo a las 20.47 horas en Washington (las 2.47 de la madrugada en España). En ese momento el vuelo comercial, que llevaba 60 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo, se aproximaba para aterrizar en el Aeropuerto Nacional Reagan. Según ha revelado 'The New York Times', recibió instrucciones en los últimos momentos de cambiar de pista de aterrizaje, un movimiento que no es inusual. El avión era un Bombardier CRJ700 construido hace 20 años y era un vuelo regional operado por la compañía PSA Airlines para la alianza regional American Eagle, de American Airlines. En él viajaban una tripulación de piloto y copiloto (identificados ya respectivamente como Jonathan Campos y Sam Lilley) y 60 pasajeros. Entre estos había patinadores artísticos estadounidenses y de Rusia,. además de entrenadores y familiares. Wichita había acogido recientemente los campeonatos nacionales de patinaje artístico. Otra parte del pasaje era un grupo de amigos que habían estado en Kansas en un viaje de caza. Conforme se aproximaba al aeropuerto Reagan, en un corredor muy transitado cuyo fuerte tráfico ya llevaba tiempo desatando alarmas entre los legisladores, el avión chocó con el helicóptero, una colisión tras la que se produjo una visible y sonora explosión que provocó una bola de fuego y una estela de humo conforme las naves caían a la aguas gélidas del Potomac. El helicóptero era un Sikorsky H-60, un Black Hawk, y llevaba a bordo tres militares del Ejército de Tierra que realizaban un vuelo de entrenamiento, aunque la autoridades han subrayado que ese hecho no significa que fueran inexperimentados. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha informado de que el helicóptero, que operaba desde la base de Fort Belvoir en Virginia, realizaba "una evaluación nocturna anual requerida". Sus tres tripulantes eran "bastante experimentados" y operaban con gafas de visión nocturna según ha explicado el jefe del Pentágono, que ya la noche del siniestro había anunciado la puesta en marcha de investigaciones tanto del Ejército de Tierra como del Pentágono. Según fuentes militares citadas por el 'Times', los pilotos eran un hombre y una mujer, cuyos cuerpos a la hora de escribir estas líneas seguían sumergidos en el Potomac, atrapados en el fuselaje. El tercer militar era un sargento y su cadáver es uno de los que se han rescatado. Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EFE También ha puesto en marcha sus investigaciones la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte. Los líderes del organismo han explicado en una rueda de prensa este jueves que aún no tienen las cajas negras de las aeronaves, pero han mostrado confianza en poder recuperarlas de debajo del agua. Las autoridades se han negado a especular sobre las causas del siniestro y han dicho que se mueven con la meta de tener un informe preliminar en 30 días. "Se podía haber evitado" La cautela de las autoridades relevantes no ha evitado que las especulaciones lleguen, incluso desde las más altas instancias. Y el presidente Trump ha hecho desde el miércoles declaraciones en las que señala, sin datos firmes para respaldar sus declaraciones, a la posible responsabilidad del helicóptero militar en el siniestro. Primero en la madrugada tras el siniestro Trump colgó un mensaje en Truth Social en el que definió lo ocurrido como "una mala situación que parece que podía haberse evitado". "El avión estaba en una línea perfecta y rutinaria de aproximación al aeropuerto. El helicóptero iba directo al avión durante largo tiempo. Es una NOCHE DESPEJADA, las luces del avión centelleaban. ¿Por qué no subió, bajó o viró el helicóptero? ¿Por qué la torre del control no les dijo qué hacer en vez de preguntar si veían el avión?", ha planteado. Las grabaciones de las conversaciones entre controladores de tráfico aéreo sí apuntan a que estos indicaron al helicóptero que debía "pasar por detrás del CRJ", las siglas de Canadian Regional Jet que es como se identificaba al avión comercial. Este jueves, en su controvertida comparecencia en la Casa Blanca, Trump ha insistido en la misma idea. Y aunque ha dicho que el aviso de la torre de control debería haber llegado "mucho antes", ha vuelto a señalar al helicóptero militar. Operación compleja Las primeras alertas del siniestro, según explicaron las autoridades en su primera rueda de prensa el miércoles por la noche, se recibieron un minuto después de la colisión y los equipos de emergencia estaban 10 minutos después en el río Potomac, donde el avión había caído partido en tres pedazos. En una noche fría, con temperaturas bajo cero, las condiciones de la operación de búsqueda y rescate fueron "peligrosas y muy complejas", según explicó Connelly, el jefe de bomberos y emergencias de la capital. Había fuertes vientos y corrientes en el río, así como restos de hielo y aguas turbias. La baja temperatura del agua en el Potomac había disparado las posibilidades de hipotermia para quien pasara entre 30 y 90 minutos en el agua. Esas condiciones intensificaron también las dificultades para los buzos y otros trabajadores de emergencia. El aeropuerto Reagan cesó todas sus operaciones el miércoles por la noche pero reabrió este jueves a las 11 de la mañana hora local. Este es el peor desastre aéreo con un avión comercial en Estados Unidos desde 2009, cuando el vuelo 3407 de Colgan Air se estrelló con una casa en las afueras de Buffalo, en Nueva York, poco antes de aterrizar. Entonces murieron las 49 personas a bordo y una en la casa. Es el más letal desde noviembre de 2001, cuando dos meses después de los atentados del 11-S un vuelo de American Airlines se estrelló en la bahía de Belle Harbor, en Queens, poco después de despegar del aeropuerto JFK. Entonces murieron las 260 personas a bordo.

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