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» Comercio y Justicia
Fecha: 30/01/2025 02:54
La audiencia de este martes 28 de enero en la Cámara Séptima del Crimen, que conduce el debate oral y público histórico en el que se juzga a una ex empleada pública y a una decena de exfuncionarios provinciales por la muertes de cinco bebés, los ataques a otros ocho y los intentos de ocultamiento de esos aberrantes hechos, prosiguió la etapa pericial del proceso. Se trata del momento de los especialistas, expertos que aportan sus conocimientos para que el jurado popular y los jueces técnicos puedan comprender por qué se sucedieron los fallecimientos en principio inexplicables de los bebés, todos nacidos en óptimas condiciones físicas y todos muertos a las pocas horas. El martes, día 14 de las audiencias que prosiguen por su cuarta semana en la sede de los tribunales penales cordobeses, declararon médicos legistas, radiólogos, anatomopatólogos, obstetras, neonatólogos y pediatras. Son parte de los 14 peritos que han participado de la causa en su etapa de instrucción. Su tarea ha sido analizar las historias clínicas de los 13 bebés y las dos autopsias judiciales. El eje está en determinar (en cada caso) la imposibilidad de las descompensaciones por causas naturales, lo cual dejaría paso efectivo a la investigación penal sobre qué sucedió en cada caso. Si la primera jornada de esta etapa de prueba científica en el juicio, dejó como saldo la firme hipótesis de ataques externos a seis bebés, cuyos casos fueron analizados por los peritos oficiales Luis Alberto Ferrari y Virginia Soler; y por los peritos de control Guillermo Fontaine y Mario Pacheco, la segunda jornada abonó el camino de la acusación fiscal: el nivel de intoxicación de seis recién nacidos avalan la hipótesis de homicidio, se encargaron de advertir los especialistas en toxicología, claves en su testimonio porque los bebés murieron envenenados por la presencia en su sangre de sustancias de uso hospitalario, pero que en niveles altos son incompatibles con la vida. En algunos de los bebés, al menos en los que se realizó autopsia forense supervisada por personal de la Justicia, encontraron más del doble de potasio tolerable por el ser humano. Un bebé llegó a tener 21 veces más de insulina en su cuerpo que la normal, se reveló. Los peritos afirmaron, una vez más en el juicio, que “hubo algo exógeno” en las dos muertes con autopsias. También admitieron que en los otros casos no pueden establecer las causas. Así, para los casos de Melody y Angeline, aseguraron que los niveles de potasio no eran naturales. Fueron menos tajantes en los casos sin autopsias y con menos información, aunque señalaron que estadísticamente es muy poco probable que coincidan tantas razones poco frecuentes. Se trata de sentencias que, pronunciadas por expertos y calificados profesionales, despejan dudas sobre el avance de la causa en contra de la acusada Brenda Agüero, enfermera del Hospital Ramón Carrillo al momento de los hechos y persona que se encontraba en el preciso lugar y momento en que se sucedieron los hechos y la persona que tomó contacto directo con los bebés, poco antes de las descompensaciones. Recordemos que el lunes, un perito había afirmado que el nivel de potasio encontrado es similar al que se usa en EEUU en los condenados a muerte. Los peritos analizaron en concreto los casos de seis bebés, cuatro que nacieron sanos y se descompensaron entre el 6 y el 7 de junio del 2022 -dos fallecieron y dos sobrevivieron-, otro caso del 24 de abril y otro del 11 de mayo. Analizaron autopsias e historias clínicas de los seis. En todos los casos tenían datos de presencia de potasio o insulina. Cuatro bebés presentaron hiperpotasemia (altísimo nivel de potasio) y dos hiperinsulinemia (alto nivel de insulina). Excepto uno de los casos, sobre el resto los peritos plantearon sospechas concretas sobre el accionar de una persona externa que inyectó de algún modo las sustancias en los cuerpos de las criaturas. Se planteó, en ese sentido, la cantidad de sustancia hallada por sobre el nivel aceptable para el ser humano. El potasio puede estar presente en un bebé entre 3,5 meq/L y 5 meq/L -podría llegar hasta 7 meq/L-, pero hubo casos en que se hallaron 11 meq/L, 18,4 meq/L y 19,5 meq/L. En relación a la insulina, a nivel internacional un valor por encima de 1.000 se presume homicidio/suicidio. En casos de bebés recién nacidos, descartado el suicidio, sólo resta como hipótesis es el homicidio. En el caso analizado de un bebé sobreviviente, el valor hallado fue 21.000, y de ese nivel los médicos lograron equilibrarlo. El análisis de los peritos continuará en la jornada de este miércoles, luego de agotar las preguntas pendientes de los cinco casos con fallecidos. Será el turno del análisis de los otros siete casos, dos de los cuales ya se anticipó que se consideran parte de una serie sólo explicable por ingresos externos de insulina, que son los casos de M.T., hija de Ludmila Torres, sobreviviente de la fatídica guardia del 6 de junio y de J.L., hijo de Brenda Leiva, descompensado y salvado en terapia intensiva el 11 de mayo de 2022. En las audiencias de la etapa pericial participan los peritos cordobeses Virginia Soler, Mario Quinteros, Iván Yuszczyk, María Florencia Grantom, Alicia Muscarello y Romina Rufino. Como peritos externos participaron, el toxicólogo de las universidades de La Plata y de Morón Luis Alberto Ferrari, el cardiólogo pediátrico de Fundación Favaloro, Julio Trentadue; y el director de la carrera de Médico Neonatólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y a cargo del área de Pediatría y Neonatología en los Sanatorios de la Trinidad de Palermo y Ramos Mejía, Néstor Vaín. Todos estuvieron presentes en la sala este martes, salvo Ortiz Morán y Galfione.
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