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» Misionesparatodos
Fecha: 29/01/2025 14:20
Coca-Cola Europacific Partners ha sacado del mercado varios lotes de refrescos en Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos debido a niveles elevados de clorato, un químico vinculado a posibles afectaciones para la salud. La compañía asegura que aunque el riesgo es bajo, los consumidores deberían devolver las botellas y latas contaminadas. La detección anormal de clorato en botellas y latas producidas en su planta de Gante, Bélgica, ha llevado a Coca-Cola a pedir el retiro de refrescos Coca-Cola, Fanta, Sprite, Minute Maid y Fuze Tea que estaban destinados a ser distribuidos en Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos. Según el comunicado de la compañía, el problema se originó en un contenedor utilizado en el tratamiento de agua de la fábrica, lo que llevó a una contaminación accidental de los lotes de producción entre los códigos 328 GE y 338 GE. Aunque no se ha ordenado el retiro en otros países, la empresa confirmó que pequeñas cantidades de estos productos también fueron enviadas a Francia, Alemania y Reino Unido, países con los cuales ya hizo contacto para iniciar investigaciones. Lugares en los que la empresa Coca-Cola ordenó la retirada de sus bebidas, o que están en investifaciones de contaminación © france 24 español Un riesgo para la salud pública El clorato es un residuo químico que proviene de desinfectantes de cloro utilizados en el tratamiento del agua. Estudios científicos señalan que la exposición prolongada a este puede interferir con el funcionamiento de la glándula tiroides, afectando la absorción de yodo y alterando temporalmente los niveles hormonales. Y aunque la exposición única a clorato se considera de bajo riesgo, los niños, los lactantes y las personas con trastornos tiroideos podrían ser más vulnerables a sus efectos, ocasionando alteraciones en el desarrollo de la glándula y trastornos en otras áreas del sistema. La Unión Europea (UE) tiene normativas estrictas sobre la cantidad máxima permitida de clorato en alimentos y bebidas, y el Sistema de Alerta Rápida de la UE ha solicitado a Dinamarca, Portugal y Rumanía que también investiguen si estos productos contaminados han llegado a las estanterías de sus mercados. El Instituto Federal Alemán para la Evaluación de Riesgos señaló que los altos niveles de clorato pueden representar un peligro específico para ciertos grupos de riesgo, pero según Philippe Jorens, profesor de toxicología en el Hospital Universitario de Amberes, la cantidad de refresco que debería consumirse para causar efectos adversos graves sería excepcionalmente alta, por lo que la actual situación con Coca-Cola no debería ser alarmante. Ante lo ocurrido, Coca-Cola ha emitido un aviso público instando a los consumidores a no beber los productos afectados y a devolverlos en los puntos de venta para obtener un reembolso. “Pedimos disculpas a los consumidores y a nuestros socios comerciales”, declaró un portavoz de Coca-Cola Europacific Partners. Comunicado de Coca-Cola sobre contaminación de clorato © france 24 español La compañía aseguró que está en contacto con las autoridades sanitarias de los países involucrados y que continúa con controles de seguridad para evitar incidentes similares en el futuro. “La calidad y seguridad de nuestros productos es nuestra máxima prioridad”, enfatizó la compañía. A pesar de las disculpas públicas y las medidas tomadas por Coca-Cola, el retiro masivo de sus productos podría tener implicaciones en la percepción del público sobre la seguridad de sus bebidas en el futuro inmediato, incluso en zonas del mundo en donde no llegó la alerta de la empresa. Y mientras las investigaciones continúan en varios países europeos para determinar la magnitud del impacto de esta contaminación en la cadena de suministro y el comercio minorista, Coca-Cola Company vio casi de inmediato las afectaciones y cerró en bolsa en números rojos con pérdidas que superaron el 2,30% cayendo hasta los 62,36 dólares por acción. Y es que este no es el primer problema de seguridad al que se enfrenta Coca-Cola en Europa. En 2023, la empresa retiró millones de botellas de plástico en Austria por preocupaciones sobre la posible presencia de fragmentos de metal en sus productos e incidentes como estos llevan a la opinión pública a cuestionar sobre la rigurosidad de los procesos de control y la misma calidad de las empresas. Algunos han pedido incluso regulaciones más estrictas en la industria de bebidas. Por Juan Pablo Lucumí-France24
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