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Concordia » 7paginas
Fecha: 29/01/2025 02:51
La acumulación de cianobacterias, también conocidas como algas verdeazuladas o «verdín», se ha convertido en una preocupación creciente en el río Uruguay. Este fenómeno, provocado por un exceso de nutrientes como nitrógeno y fósforo, altas temperaturas y abundante luz solar, representa un riesgo significativo para la salud humana, especialmente dado el uso recreativo y de consumo del agua del río. ¿Por qué sucede? El problema está directamente relacionado con actividades humanas que generan un exceso de nutrientes en el agua. Entre las principales causas se encuentran: Aguas residuales urbanas sin tratar. Efluentes industriales. Uso intensivo de fertilizantes en la agricultura. Estos factores, agravados por el cambio climático (aumento de las temperaturas y sequías prolongadas), crean las condiciones ideales para el crecimiento descontrolado de estas algas, que pueden liberar toxinas peligrosas para la salud. ¿Qué se está haciendo y qué podemos exigir? En 2020, la provincia de Entre Ríos recibió un crédito de 80 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para un programa de saneamiento del río Uruguay. Este plan contempla la construcción de cinco plantas de tratamiento y la ampliación de redes cloacales en Concordia, Concepción del Uruguay, Gualeguaychú, Colón y San José. Sin embargo, hasta la fecha ninguna de estas plantas ha sido concretada. Esto pone en evidencia la necesidad de una mayor presión ciudadana para que las autoridades cumplan con los compromisos asumidos y se avance en la protección del río. Nuestro rol ciudadano La participación activa de la ciudadanía es fundamental para evitar que el río Uruguay se convierta en una cloaca. Como habitantes de la región, debemos exigir: La ejecución inmediata del programa de saneamiento financiado por el BID. Políticas más estrictas para el manejo de efluentes industriales y urbanos. Medidas para regular el uso de fertilizantes en la agricultura. El río Uruguay no solo es un recurso vital para las comunidades que lo rodean, sino también un patrimonio natural que debemos preservar para las futuras generaciones. Es momento de actuar y reclamar soluciones concretas para frenar la proliferación de cianobacterias y garantizar un agua limpia y segura. Foto tomada este martes 28 de enero en Concordia, por Marcelo Gonzalez Con datos de Salvemos al rio Uruguay Redaccion de 7Paginas
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