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Gualeguay » Debate Pregon
Fecha: 24/01/2025 19:28
Hoy celebramos en el mundo el Domingo de la Palabra de Dios. El lema que se nos propone está tomado de uno de los Salmos: “Espero en tu Palabra” (Salmo 119, 74). Es un acto de confianza, una proclamación de fe. A la vez es una expresión que comunica experiencia de saber que no habrá defraudación. No sé si prestaste atención que en la Misa, antes de acercarnos a recibir la comunión, repetimos la oración hecha por el centurión —un pagano— a Jesús “no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme” (Mt 8, 8); confiamos que la Palabra de Jesús tiene un poder sanador, de purificación. En el tiempo de la Navidad en un par de ocasiones hemos leído el capítulo 1 del evangelio de San Juan que, evocando el libro del Génesis, nos dice que “en el principio estaba la Palabra, y la Palabra era Dios”, y crea todo el universo por medio de su Palabra. Para concluir afirmando que “la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn 1, 14). Una vez más expresión de cercanía y afecto. El mismo Pedro reconoce en un momento crucial de enseñanzas difíciles “Señor, ¿a quién iremos?, Tú tienes palabras de vida eterna” (Jn 6, 68). El Evangelio que leemos este domingo nos ubica a Jesús en la Sinagoga leyendo un pasaje del Profeta Isaías. El comentario que hace el Maestro es “Hoy se ha cumplido esta Escritura que acaban de oír” (Lc 4, 21). En Él encontramos el cumplimiento pleno de las promesas de Dios. Sabemos que Dios se comunica de muchas maneras. Así, por medio de la belleza y majestad de la creación nos expresa su poder y cercanía. Del mismo modo que a un artista lo conocemos por sus obras, a Dios lo empezamos a percibir por medio del universo, fruto de un proyecto de su amor. A lo largo de la historia de Israel Dios habló por medio de los Patriarcas, especialmente por medio de Moisés y los Profetas. Y “ahora, en el tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo” (Hb 1, 2). Dios nos busca para encontrarnos. Él dialoga con nosotros como amigo. La Constitución Dogmática “Dei Verbum”, acerca de la Divina Revelación, con belleza enseña: “Dios invisible, movido de amor, habla a los hombres como amigos, trata con ellos para invitarlos y recibirlos en su compañía” (Concilio Vaticano II, Dei Verbum 2). La Biblia, entonces, no es solamente un libro. Nos comunica una Palabra que busca entrar en diálogo con mi vida, iluminarla, despertarla. Nos muestra el camino para que tengamos vida en abundancia. Nos inquieta y estimula a ponernos en camino para superar el conformismo y la mediocridad. Hay un par de gestos que se realizan durante la celebración de la misa y que son bellos. Al inicio, el obispo, el sacerdote y el diácono, besan el altar. Al terminar de proclamar el Evangelio se repite el mismo gesto con el Libro de la Palabra. Es una manera de expresar la fe en que Dios nos alimenta en dos Mesas, la de la Palabra y la de la Eucaristía, ambas necesarias para sostenernos en nuestra peregrinación en la fe. Cristo mismo nos nutre con el pan de la Palabra y el pan de la Eucaristía. En el marco de las actividades del Año Santo, se está celebrando en Roma el Jubileo del Mundo de la Comunicación, del 24 al 26 de enero, con el lema “comunicar la esperanza”. Han sido convocados periodistas, operadores de los medios de comunicación, equipos de las Conferencias Episcopales y diversos ámbitos eclesiales y sociales. Durante la semana próxima continuarán desarrollándose encuentros y conferencias. El 24 de enero, la Santa Sede dio a conocer el mensaje por la 59ª. Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de nuestro Papa. En él habla a los comunicadores y periodistas, les habla al corazón desde el título: “Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones”. Son muchas las ideas que desarrolla, te comparto una que me resultó especialmente honda: Purificar la comunicación de la agresividad. Te sugiero que leas el mensaje completo; como siempre Francisco pone luz en los rincones del alma humana, taconeando verdades tan necesarias.
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