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Concepcion del Uruguay » La Pirámide
Fecha: 24/01/2025 05:07
En un mundo hiperconectado, donde las pantallas mandan y los algoritmos deciden qué consumimos, la música del litoral argentino enfrenta un desafío inédito. TikTok, Spotify y YouTube se han convertido en las nuevas radios, pero en esta revolución digital, géneros tradicionales como el chamamé, la polca o la chamarrita corren el riesgo de perder su esencia. ¿La tecnología está ayudando a difundir nuestras raíces musicales o las está diluyendo? ¿Cómo puede la música litoraleña adaptarse sin sacrificar su autenticidad? La Pantalla que Nos Une y Nos Divide Hoy, más del 60% de los jóvenes en Argentina pasa en promedio más de seis horas al día frente a sus dispositivos móviles (Digital 2023, We Are Social). Estas horas de exposición no solo afectan nuestra atención, sino también la forma en la que descubrimos y consumimos música. Plataformas como TikTok e Instagram moldean tendencias globales y redefinen lo que significa «triunfar» en la industria musical. El fenómeno de Sele Vera y Los Pampas Un caso reciente lo encontramos en Sele Vera y Los Pampas, quienes llevaron el chamamé al centro de la conversación digital con su tema «El Bailongo en lo del Rengo». Este hit no solo se volvió viral en TikTok, sino que desató una ola de videos donde miles de jóvenes replicaron el característico baile, conectando a nuevas generaciones con la música del litoral. Sin embargo, esto plantea una pregunta clave: ¿pueden estos éxitos virales funcionar como una puerta de entrada hacia un repertorio más profundo y auténtico? ¿O corremos el riesgo de que las canciones sean consumidas de manera superficial, como una moda pasajera? Por ejemplo, otras canciones de la banda, como «Dueles», «El Mismo Aire» o «Lo Intentamos», reinterpretan temas populares de cumbia al ritmo de chamamé, lo que despierta un debate: ¿estas adaptaciones enriquecen el género o simplifican su esencia para encajar en las tendencias digitales? ¿Estamos sacrificando calidad por viralidad? El Chamamé en la Era de los Algoritmos Spotify, YouTube y otras plataformas han democratizado el acceso a la música del litoral, permitiendo que el chamamé llegue a públicos internacionales. Pero esta «democratización» tiene un precio. En la era del streaming, las canciones compiten por segundos de atención y los artistas se ven obligados a adaptar sus composiciones a estructuras más comerciales: canciones más cortas, coros repetitivos y fórmulas pensadas para retener al oyente al instante. Un estudio de Rolling Stone (2023) reveló que más del 80% de las recomendaciones en Spotify favorecen canciones que siguen fórmulas predecibles. Esto genera una homogeneización en los géneros musicales, donde lo diferente y lo innovador queda relegado frente a lo que es «popular» y rentable. ¿Qué significa esto para el chamamé y su diversidad rítmica? ¿Puede la música del litoral sobrevivir en un sistema que prioriza la inmediatez sobre la profundidad? El caso de Sele Vera y Los Pampas demuestra cómo las plataformas digitales pueden amplificar el alcance de los artistas tradicionales, conectándolos con públicos más jóvenes. Pero también pone en evidencia el peligro de que los algoritmos dicten qué música es «exitosa», forzando a los artistas a simplificar sus composiciones para encajar en este molde digital. ¿Cómo puede el chamamé mantener su autenticidad en un entorno moldeado por algoritmos? ¿Evolución o Involución del Folklore? Las letras de chamamé cargadas de metáforas profundas y arraigo cultural, enfrentan hoy el desafío de la simplificación. En un ecosistema musical donde lo visual y lo viral tienen más peso que lo sonoro, las composiciones más tradicionales de nuestra región corren el riesgo de ser relegadas. Sin embargo, esta aparente «involución» también ha generado resistencias. Artistas como Teresa Parodi, Chango Spasiuk o Antonio Tarragó Ros están demostrando que es posible abrazar la tecnología sin perder la esencia. Por ejemplo, Spasiuk ha utilizado Spotify para publicar colaboraciones innovadoras, mientras que canales como Padularrosa Romero y El Musiquero en YouTube han ayudado a difundir y revitalizar los distintos grupos musicales que quizás antes no podían darse a conocer, generando así una gran comunidad. El valor de la comunidad Espacios como peñas, festivales y encuentros musicales siguen siendo fundamentales para la preservación del chamamé. Allí es donde los artistas encuentran la libertad de experimentar y mantener vivas las raíces culturales, lejos de las presiones de las plataformas digitales. Pero, ¿cómo combinar estas experiencias con la masividad de las redes sociales para llegar a nuevas generaciones? La Lucha por la Autenticidad La clave del futuro de la música del litoral está en encontrar un equilibrio entre tradición e innovación. La tecnología no tiene por qué ser una amenaza, sino una herramienta para expandirse y preservar el legado cultural. Para esto, es crucial que los artistas y productores sigan expresando su identidad a la hora de crear música y no solamente dejarse llevar por los me gustas y los algoritmos. ¿Podrá la música litoraleña seguir siendo genuina en un ecosistema donde prima lo viral? Lautaro Obispo
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