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  • Pinky SD: “Un poco de ruido no es un logro personal, es un movimiento colectivo para los cumbieros”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 24/01/2025 03:07

    Pinky SD: “La cumbia necesitaba un golpe de calidad y estética para mostrar su verdadero talento”. (Candela Teicheira) Juan Manuel Grossi, conocido artísticamente como Pinky SD, es un músico y productor argentino destacado en la escena de la cumbia. Es tecladista, acordeonista y ha dedicado su carrera a revalorizar y difundir la música tropical en el país. Además de ser artista, es creador y conductor de Un Poco de Ruido, un programa de streaming que se ha convertido en el más visto de Argentina, alcanzando entre 15 y 25 millones de reproducciones por transmisión. Junto a sus colegas DJ Pipo (Gonzalo Leonardo) y Damo (Damián Martínez), invita a reconocidos artistas de la cumbia para realizar zapadas en vivo y charlas amenas, ofreciendo una espacio descontracturado. Su estilo auténtico captó la atención del público, incluyendo a Messi y otros jugadores de la Selección. “Venía de hacer carrera solista y encontré un mundo en las redes donde había poca cumbia. Empecé a hacer videos para Instagram y TikTok y me empezó a ir muy bien. Después vi un nicho en el streaming y arranqué transmitiendo en casa con amigos”, rememoró Pinky. El éxito del programa los llevó a presentarse en importantes escenarios. En diciembre de 2024 realizaron La Gran Zapada en el Movistar Arena y agotaron las entradas en pocas horas. En las redes sociales acumulan una comunidad de más de 7 millones de seguidores. Un poco de ruido sigue haciendo shows todo el verano. Las próximas fechas son en Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Rosario. Además, proyectan un nuevo encuentro multitudinario en la Ciudad de Buenos Aires a mitad de año. “El éxito puede tardar 20 años en llegar, lo importante es nunca perder la esencia”, reconoció el músico. (Candela Teicheira) Camila: — ¿Cómo iniciaste este 2025? Pinky: — Trabajando, como siempre. A pleno, con muchos viajes, pero contento. Estoy muy feliz por todo lo que está pasando. Es un momento impresionante para el género en sí, que es lo que más contentos nos pone a los que hacemos Un poco de ruido porque veníamos peleando por un género que estaba bastante olvidado. Camila: — ¿Sentís que hoy la tendencia va por otro lado y la cumbia quedó un poco relegada? Pinky: — En realidad en los barrios siempre está presente, pero quizás no le daban tanta importancia en otros ámbitos. También creo que era por la falta de un contenido de calidad en la cumbia. Tal vez faltaba mostrar que hay grandes talentos, con una buena imagen y una estética. Camila: — Estás haciendo streaming y me imagino que es un desafío porque más allá de cantar bien, tenés que conducir y entretener a la gente durante varias horas. Pinky: — Es algo que surgió de la nada. Nos hicimos conductores de la noche al día y no nos dimos cuenta. Fuimos progresando con Pipo y Damo, que hoy es un entrevistador que saca preguntas de la galera. Fue algo inesperado, pero yo sentía que tenía que ser con ellos porque son personas que tienen valores y mucha capacidad. Eso es algo en lo que me fijo mucho, no en cuántos seguidores tiene. Yo quería armar una familia y la verdad que lo logré. Después se sumó Seba con lo que es la técnica y ahí estamos los cinco que hacemos Un poco de ruido. Desde el principio el objetivo fue darle un poco de valor a la cumbia, el golpe de calidad y de estética que necesitaba. Que la gente vea la entrevista y conozca a la persona detrás de los artistas, que los vea jugar con nosotros y divertirse, ver su lado humano. No tenía la posibilidad de verlo en otro lugar. Lo que más me pone contento es que es un logro de la cumbia en general, no es personal. Yo dejé mis logros personales de lado y dije: “Por ahí no tengo que ir a buscar mis propios logros. Tal vez estoy hecho para hacer algo más”. Poder generar un movimiento que no sea solo para mí sino para todos los cumbieros. Camila: — Pero ¿por qué sentís que dejás tus logros personales de lado? Pinky: — A veces te vas frustrando porque sacas canciones y no funcionan, haces un video y no tiene repercusión y te ponés a pensar si esto es para vos o decís: “Sé que tengo cosas para dar como músico, pero tal vez no es por acá”. Entonces, le encontré la vuelta por ese lado y es hacer algo para la comunidad en general. Claramente, sigue siendo un logro personal haber alcanzado todo lo que logré con Un poco de ruido. Pero me pone más contento el logro a nivel comunidad. Camila: — Durante esos años en los que quizás las canciones no lograban impacto y los videoclips no funcionaban como esperabas, ¿cómo encontrabas la motivación para seguir adelante? Pinky: — En realidad siempre los que me impulsa a seguir son los que me rodean, los más cercanos. Nunca fui una persona de quedarme con el intento frustrado y decir: “Hasta acá llegué”. Camila: — ¿Qué consejo le darías a quienes están buscando el éxito y tal vez no llega? Pinky: — Todos los días alguien empieza una carrera o un oficio y tiene que saber que a veces la tenés fácil y hay que tomarlo con precaución porque no siempre a uno le pasa. Después tenés casos como el mío que me pasó 20 años después. Yo empecé a los 15 a tocar con bandas y tengo 35 y recién ahora estoy conociendo el éxito, por decirlo de alguna manera. El mensaje no es solo que nunca bajen los brazos sino que si les llega el éxito temprano sepan administrarlo, que entiendan que no es tan fácil como parece y que mantengan su esencia. Camila: — ¿Hoy podés vivir de un poco de ruido? Pinky: — Hoy por suerte sí porque la verdad es que las marcas llegan a nuestro espacio para brindarnos comodidad, tanto para nuestra vida como lo que es el equipo técnico. Ya estamos pensando en ampliar así que por suerte tenemos un apoyo que nos hace vivir un poco más cómodos de lo que vivíamos antes. Si no fuera por Un poco de ruido igual seguiría viviendo de la música porque soy productor musical y seguiría rebuscándomela. “Conocer a Messi fue increíble, pero lo más valioso fue su humildad al recibirnos en su casa”, destacó Pinky. (Candela Teicheira) Camila: — ¿Sos padre? Pinky: — Sí, de una nena. Camila: — ¿Te gustaría que se dedique a la música? ¿Se lo inculcas o preferís que tome otro camino? Pinky: — No se lo inculco, pero igual le gusta mucho cantar. Inconscientemente, ella sola va por el lado de la música. No toca ningún instrumento todavía, pero yo creo que el día de mañana va a querer aprender. Tiene buen oído y la escucho afinada. El día de mañana si quiere que empiece por su cuenta. Yo no le voy a insistir, pero me encantaría... Camila: — ¿Cómo la guiarías para que de esos primeros pasos? Pinky: — Hoy en día es un poco más fácil de lo que era mi época. Primero que se profesionalice. Si va a ser cantante que estudie técnica para que no se lastime las cuerdas vocales, si va a tocar un instrumento que estudie y después que se meta en las redes sociales porque hoy la carrera empieza por ahí. Camila: — Pasó con varios artistas del momento que iniciaron en las redes y cuando les tocó subirse a un escenario fue un desafío. Pinky: — Sí, cuando yo digo profesionalizarse es en todo tipo de cosas. A la hora de armar un show hay que aprender a hacerlo. Nosotros hasta el día de hoy estamos aprendiendo cosas después de 20 años. De todo hay que aprender un poco y siempre hay que oír también. Si algún sabio te dice: “Che, fíjate esto” siempre está bueno escuchar. Después vos tomás la decisión que quieras. Camila: — ¿Qué es lo que más te costó en estos años? Pinky: — Que me valoren y me respeten porque en una época me veían y decían: “¿Este es influencer, cantante o tecladista?”. Podía ser un poco de todo, pero la gente no lo sabía. Me he sentido ninguneado un montón de veces y eso me costó y me pesó. Hoy que tengo la habilidad para hacer lo que estamos haciendo siento que tengo el respeto de los artistas y de la gente. Me lo gané bien. Camila: — ¿Te pasaba en lo profesional y en lo personal? Pinky: — Más que nada con los manager que andaban dando vuelta en ese momento o los programadores del género en sí, pero no de parte de los músicos. De ellos siempre recibí respeto. Camila: — ¿Hoy te sentís seguro arriba del escenario? Pinky: — Sí, totalmente. En sí siempre tuve seguridad hacia lo que hago. Siempre tuve en claro el camino y soy medio terco también. Nunca perdí la seguridad, pero hay cosas que te afectan igualmente. Las palabras siempre lastiman, pero la seguridad nunca la perdí y hoy la tengo más que nunca. Camila: — ¿Qué porcentaje sentís que hay de talento, voluntad y suerte en la carrera musical? Pinky: — Yo creo que es un 50 por ciento de talento, un 20 de voluntad y el resto fue suerte porque tal vez lo que estás haciendo está bueno, pero hoy los algoritmos te ayudan o te mandan al tacho. Tuvimos la suerte que el algoritmo nos favoreció un montón y teníamos con qué sustentarlo porque llegamos a un momento que fuimos virales y no fue solo ese video sino que pudimos hacer un montón de cosas. Ahí es donde toma más peso el 50% de talento que otra cosa. Messi con los chicos de Un Poco de Ruido. (@unpocoderuidook) La foto con Messi Reconocido por su humildad y amor por la música, especialmente la cumbia, el campeón del mundo sorprendió al equipo de Un poco de ruido al seguirlos en Instagram. Este gesto impulsó a los integrantes del programa a contactarlo para expresarle su admiración y agradecimiento. Luego de intercambiar algunos mensajes por redes sociales, Messi los recibió en su hogar. La foto de ese encuentro rápidamente se volvió viral. Camila: — ¿Cómo conocieron a Messi? Pinky: — Messi nos empezó a seguir hace unos meses en Instagram. Yo estaba en Santiago, Pipo estaba creo que en Brasil y Seba, que es el que vio el mensaje, estaba en una joda. Él nunca abre el Instagram, generalmente lo manejo yo, pero ese día manda una captura de pantalla al grupo y dice: “Nos empezó a seguir Messi”. No lo podíamos creer. Nos pusimos a llorar cada uno en donde estaba. Pasó el tiempo, nunca lo molestamos, nunca una historia ni una mención hasta que, pocos días antes de las Fiestas, les dije: “Vamos a mandarle un mensaje agradeciéndole por hacernos felices una vez más”. Porque que te siga Messi es un montón. Le dijimos que queríamos darle algunos productos porque sabíamos que le gustaba el programa. Camila: — ¿Y les respondió? Pinky: — ¡Sí! Nos dijo: “Hola genios, muchas gracias. Manden un par de jarras que no puedo conseguir” (risas). Ahí dijimos: “¡No puede ser!”. Yo no sabía cómo responderle. Después nos dijo que no hacía falta que le mandemos nada, pero nos contó: “Cuando estuvieron en Rosario mi familia los fue a ver y la pasó muy bien. Así que gracias”. “Si no es mucha molestia te queremos hacer llegar algunas cosas”, le dijimos y ahí nos mandó la dirección. Camila: — ¿Lo llevaron ustedes? Pinky: — Una persona normal lo hubiera enviado por correo, pero Un poco de ruido ¿qué hizo? Un 24 de diciembre a la mañana cuando llegó cada uno de su gira, fuimos camino a Rosario para llevarle las cosas a Messi. No importaba si no lo veíamos, queríamos tener el gesto de llevárselo en persona. Es como cuando vas a llevar a una ofrenda, no la llevas por una moto, la llevás vos. Lo tomamos de esa manera y dijimos: “Vamos y lo dejamos en la garita”. Camila: — ¿Tocaron timbre? ¿Cómo fue? Pinky: — Cuando estábamos a la altura De San Pedro, nos sacamos una foto con la jarra y le mandamos: “Leo estamos yendo para allá”. Cuando llegamos a la puerta, uno de los chicos estaba filmando para registrar el momento y me vibra el teléfono. Tenía un mensaje de él: “Ustedes están locos. Ahora me estoy yendo a comer con mi suegra, pero los espero así los saludo”. No lo podíamos creer. Le dije: “Leo estamos acá. Ya llegamos”. Ahí nos dijo por dónde entrar. Camila: — ¿Cómo fue el momento en el que lo vieron? Pinky: — Fue impresionante. Estacionamos el auto, se baja Damo primero y me dice: “Mirá para allá” y estaba Leo parado en la puerta esperándonos. “¿Chicos se pierdieron?”, nos dijo porque tardamos una banda para llegar (risas). Bajamos las cosas y le dijimos: “Te las dejamos”. Él nos dice: “No, pasen, pasen”. Nos hizo pasar a la casa, fue increíble. Habremos estado unos 40 minutos, pero no queríamos interrumpir. Uno lo que piensa es que cuando conoce a Messi va a llorar, no va a poder hablar y lo ves a él que te hace sentir como un amigo, entonces al contrario, nos sentamos en su mesa, nos ofreció algo para tomar y nos preguntaba cosas sobre el programa. Hablamos más de nosotros que de él. Fue una experiencia única. ¿Así como se lo ve en la tele? Bueno, es 10 veces mejor. Pinky con Messi en su casa de Rosario. (@unpocoderuidook) Camila: — Cumpliste un sueño. Pinky: — ¿Qué hay después de esto? Conocés al mejor del mundo y te llevás el mensaje de que es una persona común y corriente y que seguramente tuvo el éxito que tuvo por ser como es. Nos demostró que es un tipo humilde y que es un ejemplo a seguir. Si él, que es el más grande del mundo e influyente, te abre las puertas de su casa como si nada, eso te da a pensar de que hay que ser así en la vida. Mira la entrevista completa: Especiales - Pinky SD

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