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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 24/01/2025 03:05
Gastón Soffritti es un reconocido actor y productor argentino. Su trayectoria en televisión abarca importantes telenovelas como Floricienta, Chiquititas, Patito feo, Graduados y Simona, entre otras. Además, ha incursionado en cine, teatro y doblaje. Desde pequeño mostró interés por la actuación y comenzó a formarse de manera integral. Su carrera inició en el año 2000 con una participación en Café Fashion y su primer papel importante llegó en 2001 con la telenovela Yago, pasión morena. A partir de allí, trabajó con reconocidas productoras como Cris Morena en series infantiles y juveniles. Además, prestó su voz al personaje de Dash Parr en Los Increíbles. Con el paso de los años, Gastón amplió su alcance profesional. En 2012, su papel en Graduados le valió una nominación a los Premios Tato como Revelación y ese mismo año debutó en el teatro con Los Grimaldi. Más adelante, continuó su carrera en destacadas producciones televisivas y teatrales como Los vecinos en guerra y Sexo con extraños. También protagonizó la serie Millenials, en la que también se desempeñó como productor ejecutivo. Su versatilidad como actor y su capacidad para adaptarse a diversos formatos lo consolidaron como una figura destacada en la industria del entretenimiento en Argentina. En 2023 presentó Somos nosotros, una comedia que aborda las complejidades del amor y las relaciones de pareja, y participó de la serie Los protectores. También escribió y protagonizó la película Ustedes deciden, disponible en Star+, que analiza el mundo laboral actual. En 2024 interpretó a El alemán en Cromañón, la producción que recapitula la tragedia de la noche del 30 de diciembre de 2004 en el local bailable homónimo. Actualmente, realiza en redes sociales un proyecto audiovisual propio que se denomina Crasheando cocinas. En su edición de verano, recorre casas y playas en los principales destinos balnearios. Gastón Soffritti: “Lo más loco que hice para conquistar a alguien fue ir con un cartel al aeropuerto para reconciliarme”.(Candela Teicheira) Pollo: — ¿Es bueno o es malo ser muy conocido desde tan chico? Gastón: — Es bueno y es malo, las dos cosas. Yo creo que no es lo normal, no es lo que yo le recomendaría a nadie porque saltas etapas, quemas millones de momentos que está bueno vivirlos cuando sos chico. Yo me perdí cumpleaños, partidos de fútbol, cambié cinco veces de colegio, vivía viajando por el mundo y cuando lo ves desde afuera decís: “¡Qué suerte que tenés!”. Pero como todo tiene su lado positivo y su lado negativo porque cuando estás ahí también tenés un montón de responsabilidades a una edad que no las tenés que tener y eso hace que tu cabeza se parta en 20 pedazos. Pollo: — Fuiste un laburante todos estos años y creaste una carrera sólida. Gastón: — Sí. También tuve la suerte de siempre caer en proyectos que funcionaban, como Patito Feo, Chiquitas, que fueron muy exitosos. Siempre venía otra cosa atrás y no me permitía parar. Era como una bola en la que yo ya estaba metido. Pasé cuatros años seguidos sin irme de vacaciones a esa edad. Pollo: — Esa exigencia, ¿te pegó en algún momento? Porque siempre vuelve. Gastón: — Sí. A los 20, 21 años estuve con ataques de pánico. Estaba muy mal y muy perdido porque no sabía quién era, básicamente. Pollo: — ¿La tira de Patito fue tan exitosa? Gastón: — Sí, fue un delirio en cualquier parte del mundo. En Turquía, en Grecia, en Italia... Entrábamos en un hotel en Ecuador y las habitaciones de al lado tenían fans y tuvimos que cambiar de hotel. Éramos los Rolling Stones (risas). Latinoamérica todo, completo, era una locura y en Europa hay lugares que no te das una idea que llegaba la serie, como Estonia, Letonia y Lituania. “Después de varios éxitos, a los 20 años estuve con ataques de pánico y muy perdido porque no sabía bien quién era”, contó el actor. (Candela Teicheira) Pollo: — ¿Los perseguían en la calle? Gastón: — Sí, teníamos dos tipos de salidas del lugar del show hacia el hotel. Era despacio o rápido, según cómo era la gente en cada país. En Quito estaban muy eufóricos, entonces salías vestido como estabas en el escenario, con el micrófono puesto, no había tiempo ni para sacarse el micrófono. Pollo: — ¿Por qué? Gastón: — Porque si llegabas tarde, ya había mucha gente en la puerta del hotel y no podías entrar. Un vez llegamos tarde y estuvimos media hora dando vueltas alrededor del hotel para poder hacer una valla humana y entrar porque las otras vallas las tiraban. Ese día cuando llegamos, bajé último de la combi y a uno de los de seguridad se le escapó una nenita por abajo del brazo, porque era chiquita. Cuando la quiere agarrar se le escaparon todos de atrás. Era Jurassic Park cuando abren la compuerta. Era imposible. No me quedó nada puesto. Pollo: — No puede ser. Gastón: — Porque la gente, obviamente no es mala, pero querían agarrarte, tocarte y terminé en bolas. Pollo: — ¿Te sacaban cosas y vos no podías hacer nada? Gastón: — Estaba todo rasguñado… Pollo: — Escuché algunas anécdotas de tus compañeros en Patito, como Santi Talledo y Laura Esquivel, que contaron que toda esa fama les trajo un vuelto. ¿Te pasó a vos? Gastón: — Si vas muy arriba, después vas a ir muy abajo. Es así. Lo que pasa es que yo seguía en esa vorágine. En ese momento algunos pararon y cuando parás de golpe es como venir en un auto a 300 kilómetros por hora y poner el freno de mano, pegás un trompo. Pero yo seguía a 300 km por hora. Graduados fue otro bombazo y ahí empecé a entender lo que era la fama, lo que era la locura de vivir adentro de ese mundo, que para mí era normal de toda la vida, pero en realidad no era normal. Pollo: — Cuando te bajas de esa ola, ¿qué pasa? Gastón: — El problema no fue cuando bajé. Yo estaba laburando desde hace muchos años, estaba muy pasado de rosca y cuando estás en ese punto, estás muy solo, te sentís solo... Pollo: — ¿Te agarraron ataques de pánico, ansiedad y todas esas cosas? Gastón: — Sí. Pollo: — ¿Lo trabajaste? Gastón: — Sí, mucho. Lo que más laburo yo es la cabeza. Pollo: — ¿Hoy cómo estás? Gastón: — Tengo momentos. O sea, estoy bien, pero siempre lucho contra esos fantasmas. Pareja Pollo: — ¿A vos te gusta estar en pareja? Gastón: — Sí. Pollo: — ¿Sos buen novio? Gastón: — Considero que sí. Pollo: — ¿Te gustan los planes de salir de joda o sos más de ver películas en casa? Gastón: — Tengo épocas. Tenés que coincidir con tu pareja. Por ejemplo, a mí el cachengue no me gusta y si a mi pareja le gusta y me tengo que clavar una noche completa escuchando cachengue, me quiero morir. Pollo: — Hay que ceder. Gastón: — Sí. Idealmente me gustaría coincidir con alguien en ese punto. A mi me gusta la música electrónica y el rock. Pollo: — No sé si va a poder ser tan así… Gastón: — Hay que buscar (risas). Pollo: — ¿Sos celoso? Gastón: — No, no soy celoso. O sea, si hay boludeces, sí. Pollo: — ¿Qué usas para conocer gente? ¿Instagram o te gusta conocer en persona? Gastón: — Me gusta más en persona. Pollo: — ¿Y si te dice: “Tengo alguien para presentarte”? Gastón: — Sí, eso me gusta. Pollo: — Pero eso puede salir muy bien o muy mal. Gastón: — Sí (risas). Pollo: — Y sino, Instagram. Gastón: —Obviamente es un mundo espectacular y es la mejor red social para eso cuando estás soltero, pero cuando estás en pareja también es un problema. Tenés que cancelar toda la lista y chau... Pollo: — Pero el pasado se puede contar… Gastón: — Sí, lógico. ¿Nadie hace nada ahora? (risas). Pollo: — ¿Qué fue lo más loco que hiciste para conquistar a alguien? ¿Te acordás? Gastón: — Me fui una vez a un aeropuerto con un cartel y le pedí a un flaco que me lo sostenga porque esa persona no me esperaba ahí. Fue un cartel de bienvenida y era una reconciliación. Pollo: — ¿Era una pareja tuya? Gastón: — Sí, estábamos separados y veníamos hablando para volver. Pero yo no sabía si iba a volver o no. Salió bien esa noche, obviamente al otro día ya nos habíamos peleado de vuelta (risas). Pollo: — ¿Mirá si venía con un chabón? Gastón: — Sería hermoso, una novela. Pollo: — ¿Te imaginas que la vas a buscar y llega con un chabón de la mano? Gastón: — Yo en vez de tomármelo mal, pensaría en escribir un libro. Pollo: — ¡Es una buena peli! Gastón: — Es la próxima novela (risas). "Después de Graduados empecé a entender lo que era la fama, la locura de vivir adentro de ese mundo que para mí, hasta ese momento, era normal", explicó Gastón.(Candela Teicheira) Juego del millón El Pollo apiló un fajo sobre otro en la mesa e invitó al actor a comprar todo lo que desee con un millón de dólares. El único requisito es que no se puede donar ni guardar como ahorro. Pollo: — ¿Sos bueno con los números? Gastón: — Me gustan. Me gusta la economía. Soy ordenado y trato de pensar qué hago con cada cosa. Pollo: — ¿Qué harías con este millón? Gastón: — 300 mil en cosas volátiles con más riesgo y menos riesgo, por ejemplo, 200 en bonos del Tesoro de Estado Unidos. Pollo: — ¿Dónde se pone eso? Gastón: — Abrís una cuenta, sociedad de bolsa... Pollo: — ¿A veces ganas y otras perdés? Gastón: — Depende qué acciones compres. Las acciones y los bonos suben y bajan. Comprás en Estados Unidos que rinde un 5% anual, que tiene base en oro, pero podés perder igual. Te agarra un 2008 que se cae todo y te puede ir mal. No es que ganás sí o sí. Pollo: — ¿Y con las otras 100? Gastón: — Iría algo un poco más arriesgado. Algo en el mundo cripto, dentro de las más conocidas. Pollo: — Te quedan 700 mil. Gastón: — Con 200 buscaría algunos terrenos en zonas de crecimiento. Pollo: — ¿Y cómo se sabe eso? Gastón: — Hay gente que se dedica al Real Estate y sabe. Nadie tiene la bola de cristal y sabe qué va a explotar, pero se puede analizar la cuestión demográfica y saber hacia dónde va. Hay un cierto indicador. Con esto compraría uno o dos terrenos. Pollo: — Hasta acá todo es inversión. Gastón: — Sí, ahora vamos a gastarla (risas). Con 100 haría un viaje familiar a todo trapo. Pollo: — ¿Cuántos son? Gastón: — Y tengo un quilombo porque mis viejos están separados. Se llevan bien, pero no sé si pueden viajar juntos (risas). ¿Qué harías con un millón de dólares? Gastón se animó a jugar con el Pollo y decidió en qué invertir el dinero. (Candela Teicheira) Pollo: — ¡Casas distintas! Gastón: — Con 3 lucas debería pagar un psicólogo para que hable con ellos y poder acomodarlos. Me quedarían 97 para el viaje (risas). Pollo: — Sino podés dividir 50 mil para cada uno y hacés viajes separados. ¿A dónde te gustaría ir? Gastón: — Creo que Europa. Tal vez a Italia porque toda la familia viene de ahí. Pollo: — 400 mil te quedan. Gastón: — 200 mil para ponerle encima a mi departamento y comprarme una casa. Me gustaría una casa dentro de un barrio, pero no muy lejos. Pollo: — ¿Y con los 200 finales? Gastón: — Con 100 mil agarro a 10 amigos y los invito a golf, póker y surf, que son las tres cosas que les gustan a todos. Pollo: — ¿Tenés 10 amigos que les gusta jugar al golf? Gastón: — Más te diría. Todos hacen deporte. No sé cuánto saldrá un avión privado. Pollo: — No, es carísimo. Gastón: — Bueno, vamos a hacerla bien. 200 mil para ese viaje. Me gasto todo ahí. Vamos al mejor lugar. Playa, morfi y todo pago una semana. Pollo: — Con caddie. Todo incluido. Gastón: — Sí, sí. No me guardo nada. Mirá la entrevista completa: CASINO - Soffritti - ENTERO
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