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  • Un grupo de científicos descubrió cuál es la temperatura en la que mejor funciona el cerebro

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 23/01/2025 10:06

    Científicos hallaron que ambientes entre 20 °C y 24 °C optimizan la atención en mayores (Imagen Ilustrativa Infobae) La temperatura de nuestros hogares, un detalle que muchas veces pasamos por alto, puede tener un impacto decisivo en nuestra capacidad para concentrarnos y tomar decisiones. Según un estudio reciente liderado por el Instituto Marcus para la Investigación del Envejecimiento, afiliado a la Escuela de Medicina de Harvard, las condiciones ambientales ideales no solo mejoran el confort, sino que también influyen directamente en la salud cognitiva, especialmente en personas mayores. Los hallazgos de este trabajo, llevado a cabo en una comunidad de adultos mayores en Boston, Massachusetts, destacan la estrecha relación entre la temperatura ambiente y el rendimiento mental. Durante un año, los científicos analizaron las condiciones térmicas en los hogares de 47 participantes mayores de 65 años, quienes además reportaron sus niveles de atención en diversas circunstancias. “Nuestros resultados subrayan la importancia de comprender cómo los factores ambientales, como la temperatura interior, afectan la salud cognitiva en las poblaciones envejecidas”, expresó Amir Baniassadi, autor principal del estudio. Este enfoque pone en relieve el papel crucial que juega el entorno doméstico en la calidad de vida de las personas mayores. El rango óptimo para el cerebro El estudio, desarrollado en Boston, analizó 47 hogares de residentes mayores de 65 años durante un año (Imagen Ilustrativa Infobae) El estudio identificó que los adultos mayores se desempeñan mejor cognitivamente cuando sus hogares mantienen una temperatura de entre 20 °C a 24 °C. Fuera de este rango, tanto un calor excesivo como el frío extremo, se asociaron con un aumento significativo en las dificultades para concentrarse y realizar tareas que requieren atención. Un cambio de aproximadamente 4 °C hacia temperaturas más altas o más bajas incrementó al doble la probabilidad de que los participantes reportaran problemas cognitivos. “A medida que las temperaturas globales se elevan, garantizar el acceso a ambientes controlados será crucial para proteger el bienestar mental de las poblaciones vulnerables”, añadió Baniassadi en su declaración. Este hallazgo resalta una realidad que muchas veces se pasa por alto: las condiciones dentro de los hogares pueden ser tan determinantes para la salud mental como lo son para la salud física. Condiciones como calor extremo o frío afectan directamente la capacidad de concentración y resolución de problemas (Imagen Ilustrativa Infobae) El cambio climático y la creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos representan una amenaza adicional para la salud cerebral de las personas mayores. Mientras las temperaturas alcanzan niveles récord en todo el mundo, cada vez más personas enfrentan dificultades para mantener una temperatura confortable en sus hogares, ya sea por la falta de recursos o por infraestructuras inadecuadas. Los científicos advierten que estos riesgos son particularmente graves para comunidades de bajos ingresos o grupos desatendidos, donde el acceso a sistemas de calefacción o aire acondicionado puede ser limitado. “Este estudio subestima los efectos reales en personas que viven en condiciones de pobreza o en viviendas de baja calidad”, señala el informe, dado que la investigación se realizó en un entorno en el que las viviendas eran de alta calidad relativa. Soluciones para un problema creciente El estudio evidencia cómo la calidad de los sistemas de calefacción o aire acondicionado es clave para mayores (Imagen Ilustrativa Infobae) Ante los desafíos que plantea el clima extremo, los investigadores proponen estrategias como mejorar la eficiencia energética en las viviendas y expandir el acceso a tecnologías inteligentes que regulen las temperaturas interiores. Además, sugieren ampliar los programas sociales que subsidian recursos como sistemas de calefacción y aire acondicionado para las personas mayores. Estas recomendaciones no solo apuntan a mitigar los efectos inmediatos de las temperaturas inadecuadas, sino también a desarrollar políticas públicas que protejan la salud de una población en constante envejecimiento. “Es fundamental diseñar intervenciones tecnológicas, financieras y políticas que permitan a los adultos mayores mantener un ambiente térmico confortable y saludable en sus hogares”, concluyen los autores del estudio. Aumentar recursos y tecnologías para regular temperaturas es esencial en un mundo con climas extremos (Imagen Ilustrativa Infobae) La investigación publicada por el Instituto Marcus enfatiza una lección clave: el entorno doméstico es un factor decisivo para el bienestar cognitivo de las personas mayores. Las políticas de vivienda, la planificación urbana y las iniciativas climáticas deben integrar este tipo de evidencia científica para garantizar un futuro en el que los entornos sean tan favorables para la mente como para el cuerpo. En un mundo donde las temperaturas extremas son cada vez más comunes, la importancia de adaptar nuestros hogares a rangos térmicos ideales no puede ser subestimada. Esta medida no solo mejorará la calidad de vida de millones de personas, sino que también se convertirá en un pilar clave para preservar la salud cognitiva en las generaciones mayores.

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