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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 23/01/2025 09:03
Los maestros con menos de cinco años destacan la alfabetización como prioridad (72%), mientras que quienes tienen mayor experiencia valoran más el uso pedagógico de tecnologías (61%) y en estrategias inclusivas (60%) (Imagen Ilustrativa Infobae) Argentinos por la Educación presentó el 11 de septiembre del año pasado, coincidiendo con el Día del Maestro, un compromiso de diez puntos destinado a lograr una educación de calidad en Argentina. El “Acuerdo por la Educación” fue elaborado con la colaboración de más de 200 referentes educativos y establece prioridades estratégicas que abordan aspectos clave del sistema educativo. Entre estas prioridades, la séptima se centra en potenciar la formación, la carrera y el salario de los docentes, reconociendo su papel central en la mejora de los aprendizajes y la reducción de desigualdades educativas. En este marco, el Observatorio de Argentinos por la Educación acaba de presentar el informe “Formación continua de los maestros de grado”, que analiza las oportunidades y limitaciones de la capacitación continua en el país. Basado en los cuestionarios respondidos por maestros de sexto grado en la prueba Aprender 2023, el documento examina las principales temáticas, motivaciones e intereses de los docentes en relación con su desarrollo profesional. La formación continua está reconocida como un derecho y una obligación en la Ley de Educación Nacional y aparece como una herramienta clave para fortalecer la calidad educativa y responder a los desafíos del sistema actual. Las primeras conclusiones del estudio indican que los docentes piden mayor formación en alfabetización inicial, educación inclusiva y el uso pedagógico de tecnologías, aunque se pueden definir distintos intereses según su antigüedad. Los maestros con menos de cinco años destacan la alfabetización como prioridad (72%), mientras que quienes tienen mayor experiencia valoran más el uso pedagógico de tecnologías (61%) y en estrategias inclusivas (60%). Los contenidos transversales —como derechos humanos, ESI y ambiente— son áreas de interés compartido. Sin embargo, el informe advierte que las ofertas actuales no siempre responden a estas prioridades. Esta desconexión, evidenciada por la persistencia de áreas demandadas a lo largo de los años, pone de manifiesto la importancia de diseñar políticas formativas que atiendan con mayor precisión las expectativas de los docentes y los desafíos del sistema educativo. El documento fue elaborado por Emmanuel Lista (experto en formación docente), Eugenia Orlicki y Leyre Sáenz Guillén (Observatorio de Argentinos por la Educación) y toma los datos de los cuestionarios que los maestros de sexto grado respondieron en la prueba Aprender 2023, una evaluación nacional que proporciona información clave sobre el sistema educativo. “Nuestro país lleva décadas ofreciendo formación docente continua en diversas áreas, como la enseñanza con tecnologías o la alfabetización inicial”, dice Emmanuel Lista, y continúa: “Sin embargo, estas y otras áreas continúan siendo altamente demandadas por docentes de todos los niveles de experiencia. Esto invita a reflexionar, sobre la efectividad de las formaciones que se ofrecen para abordar las necesidades reales de la práctica docente, la disponibilidad y cobertura de las ofertas formativas o la complejidad de implementar políticas efectivas de formación sobre una amplia variedad de temas”. El informe revela que el 93% de los docentes de sexto grado cuenta con un título de profesorado como su formación inicial, lo que asegura una base común en su preparación. Pero sólo el 34% realizó programas académicos adicionales como postítulos, diplomaturas o especializaciones. Dentro de este grupo, el 17% completó un postítulo, el 11,5% cursó una diplomatura y el 8% participó en otras formaciones. Los niveles más avanzados de capacitación, como maestrías y doctorados, son mínimos, alcanzando apenas el 0,6% y el 0,1%, respectivamente. Esto significa que más de la mitad de los maestros tiene únicamente su título inicial, limitando las oportunidades de especialización y actualización profesional en un sistema que requiere competencias renovadas frente a los desafíos actuales. Distribución de titulaciones docentes. Infografía de Argentinos por la Educación Capacitación continua más accesible, pero menos profunda La participación en capacitaciones de perfeccionamiento docente es alta, con diferencias según la antigüedad de los maestros. Según el informe, solo el 6% de los docentes con cinco años o menos de experiencia, el 2% del grupo con entre 6 y 20 años, y el 3% de los docentes con más de 20 años no realizaron capacitaciones en los últimos dos años. Las temáticas más abordadas en estas instancias incluyen pedagogía general (77%), prácticas del lenguaje (69%) y matemática (62%), mientras que las problemáticas socioeducativas captaron la atención del 58% de los docentes. Aunque estas capacitaciones son ampliamente accesibles, están orientadas principalmente a la actualización de conocimientos específicos. Esto dificulta una formación integral, profunda y sostenida de los docentes, especialmente en áreas complejas como alfabetización inicial, educación inclusiva y el uso pedagógico de tecnologías, que demandan enfoques más extensivos y sostenidos. La prevalencia de trayectos cortos responde, en parte, a la disponibilidad limitada de tiempo por parte de los docentes y a la oferta predominante de formaciones breves. Esta tendencia requiere de una profunda reflexión sobre la capacidad de estas instancias para dar una respuesta acorde con las expectativas de los docentes y a los desafíos actuales del sistema educativo. Intereses de los docentes según su nivel de antigüedad. Infografía de Argentinos por la Educación Desafíos en las provincias y el impacto de la gestión pública y privada El informe evidencia diferencias en las prioridades de formación docente de cada provincia. Mientras que en Corrientes y Entre Ríos se observa un marcado interés por la enseñanza de contenidos transversales —con porcentajes superiores al promedio nacional—, en provincias como Neuquén y La Pampa destacan demandas específicas vinculadas al fortalecimiento del trabajo colectivo y la convivencia escolar. En contraste, otras jurisdicciones como la provincia de Buenos Aires y La Rioja muestran un interés más alto en áreas como alfabetización inicial y educación inclusiva. En provincias como Córdoba y Mendoza, el interés por la actualización disciplinar es destacado, alcanzando el 38% y 30%, respectivamente, lo que supera el promedio nacional. Por su parte, Chubut se caracteriza por una fuerte inclinación hacia la enseñanza de matemática y la convivencia escolar, con porcentajes del 35% y 39%, respectivamente, que reflejan prioridades alineadas con las dinámicas escolares locales. Sin embargo, provincias como Formosa y Santa Cruz presentan niveles bajos de interés en áreas clave como alfabetización inicial y educación inclusiva, con porcentajes que no superan el 52% en estas temáticas. Estas disparidades también están presentes entre los sectores de gestión estatal y privada. Mientras que en las escuelas públicas predomina el interés por pedagogía general (77%) y educación inclusiva, los docentes del sector privado priorizan con mayor frecuencia el desarrollo de habilidades socioemocionales (63%) y convivencia escolar (59%). Además, la cobertura de las ofertas formativas sigue siendo muy desigual, lo que plantea un desafío para garantizar el acceso equitativo a las capacitaciones en todo el país. En muchas jurisdicciones, la formación continua depende en gran medida de la oferta de ministerios provinciales, gremios o fundaciones, lo que genera una fragmentación en los recursos disponibles. En este sentido, avanzar hacia una mayor coordinación y regulación podría asegurar que todos los docentes puedan acceder a oportunidades de formación alineadas con las necesidades de sus comunidades educativas. Emmanuel Lista, Eugenia Orlicki y Leyre Sáenz Guillén, los autores del informe El acceso a la formación, una deuda pendiente La falta de datos actualizados sobre el universo docente constituye un obstáculo central para diseñar políticas efectivas de formación continua. La última información oficial proviene del Censo Nacional del Personal de los Establecimientos Educativos (CENPE) de 2014, cuya actualización, prevista para 2024, no se concretó. Este vacío estadístico dificulta conocer con precisión la cantidad de docentes, su situación laboral y las características de su formación, lo que afecta directamente la capacidad de planificar estrategias que respondan a las necesidades reales del sistema educativo. En paralelo, la oferta formativa presenta profundas desigualdades en su acceso y calidad. Muchas provincias dependen de iniciativas locales, como programas provinciales, gremios o fundaciones, lo que genera una cobertura fragmentada y heterogénea. Estas inequidades no solo limitan la disponibilidad de propuestas en ciertas regiones, sino que también dificultan su alineación con las demandas específicas de cada contexto. Avanzar hacia un sistema de formación continua más articulado y equitativo exige mejorar la recolección de datos, establecer mecanismos de coordinación entre los distintos actores y garantizar que las propuestas formativas respondan a las necesidades de los docentes en sus contextos locales. Reducir estas brechas es esencial para que la formación docente cumpla su rol como motor de transformación educativa en todo el país.
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