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» Diario Cordoba
Fecha: 23/01/2025 08:12
Por vez primera en mucho tiempo, Córdoba se ha plantado en la feria internacional del turismo, Fitur, con la maleta llena de optimismo. Esto no quiere decir que no aspire a más, a mucho más, porque todo es mejorable y son múltiples los retos en los que instituciones y profesionales del sector tienen puestas las esperanzas. Pero lo cierto es que los datos conocidos permiten empezar a ver la botella medio llena, lo que se nota en la sonrisa de oreja a oreja con que nuestros representantes acuden este año al estand compartido entre la capital y los pueblos en el pabellón andaluz del madrileño Ifema. Una realidad -o, por no venirnos demasiado arriba, dejémosla de momento en sensación- que hasta ratifican grandes cabezas pensantes, personas con un sexto sentido para intuir los movimientos de cielo y tierra y dar aviso de ellos. Como Manuel Pimentel, editor, escritor y expolítico, y la astrofísica cordobesa Casiana Muñoz Tuñón, que han dejado claras en el foro ‘Sintiendo Andalucía’ de Prensa Ibérica las grandes potencialidades de esta provincia, sobre todo en el aspecto patrimonial, así como las malas consecuencias que arrastraría desperdiciar este «capital simbólico» con una gestión equivocada. Hay varios motivos que hacen albergar ilusiones respecto a ese turismo que se pretende atraer a Córdoba, y de todos ellos se ha hecho eco la prensa en los últimos días. El más evidente es que ya está aquí, aunque se aspire a más turistas y a que éstos gasten más tiempo y más dinero entre nosotros. Con respecto a lo primero, el Ayuntamiento promocionará un paquete de tres días y dos noches, aunque parece que la eterna queja de las escasas pernoctaciones es asunto pasado, a juzgar por las numerosas plazas hoteleras proyectadas y el sarpullido de pisos turísticos con su correspondiente gentrificación. En cuanto a lo de soltar la billetera, por supuesto que el perfil ideal sería sustituir al visitante mochilero por otro de calidad. Pero, aparte de que no hay que hacer ascos a nada -y, ojo, la mochila pueden portarla ricos anónimos en deportivas y confundir la estadística-, todo indica que crecen las apetencias culturales de los viajeros que pasan por Córdoba, porque monumentos y museos, tanto los municipales como los de la Junta, batieron en 2024 el récord de visitas, rozando los dos millones de usuarios. Además, las alegrías llegan rápidas. Concretamente, en tren de alta velocidad y, después de décadas de espera, también en avión. La cosa de los vuelos comerciales está aún incipiente, pero los pocos que hasta ahora han operado, y las reservas para los próximos, que serán directos a Canarias, funcionan tan bien que uno de los principales objetivos con que se llega a Fitur es volverse con más contratos en la cartera. En cuando al transporte por ferrocarril, las perspectivas no pueden ser más halagüeñas a la hora de rentabilizar por fin el privilegio que tiene esta ciudad de ser cruce de caminos y nudo estratégico de comunicaciones -como bien saben los de la Base Logística del Ejército y deberían enterarse cuanto antes las empresas que están por venir-. Con la reciente llegada de las seis salidas diarias de Ouigo, y sus retornos correspondientes, son ya 105 los trenes de alta velocidad de tres compañías que parten al día desde aquí, lo que coloca a la estación cordobesa como la segunda con mayor número de frecuencias después de la de Atocha en Madrid. O sea, que quien no venga es porque no quiere, porque más fácil imposible. Y para ambientarse antes de llegar, o si lo hace fuera de temporada, el visitante puede ir admirando los patios en el videojuego ‘serio’ -no sólo lúdico sino didáctico- que esta tarde se presentará en la feria. Un anticipo virtual del paraíso prometido.
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