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» Elterritorio
Fecha: 23/01/2025 03:27
El acusado, de 34 años, se negó a declarar en indagatoria ante el Juzgado de Instrucción Dos y seguirá detenido por el feroz ataque a Maria Magdalena V. (57). El sospechoso fue atrapado el viernes pasado en el barrio La Tablada miércoles 22 de enero de 2025 | 17:20hs. Cuatro días después de concretarse su arresto en el barrio La Tablada, en el marco de su presunta implicancia en el feroz ataque a una vecina del barrio Kennedy de la capital provincial, el principal sospechoso en el caso fue trasladado a audiencia indagatoria ante el Juzgado de Instrucción Dos de Posadas. Y si bien se esperaba que se defendiera de la fuerte acusación en su contra, el acusado de 34 años optó por el silencio y fue imputado por los delitos de tentativa de femicidio, lesiones graves, delito contra la integridad sexual y robo. Según pudo saber El Territorio, la comparecencia del sospechoso en sede judicial se concretó en el marco de el expediente que se le sigue por la brutal agresión a Magdalena V. (57), quien fuera víctima de un salvaje ataque por medio de puños y arrastres en el interior de su vivienda. En relación al conmocionante caso, la propia víctima reconstruyó a este medio lo vivido y dio detalles del ataque por parte del vendedor ambulante. “Recién está pasando todo. Mis ojos me habían quedado cerrados de tanta hinchazón que tenía por los golpes”, contó María en exclusiva con este medio En esa línea, la mujer de 57 años detalló que ese lunes cerca de las 11 ella se encontraba en la casa limpiando y arreglando parte de su casa, mientras su madre -Antonia (90)- estaba durmiendo. Asimismo, contó que dejó su portón entreabierto para que su mascota pueda entrar y salir, para hacer sus necesidades. Fue en ese contexto, mientras María se encontraba arreglando su habitación, que escuchó un ruido que provenía de la entrada de su vivienda. Esto la motivó a dirigirse hacia la parte de enfrente. Momento en el que se topó con la presencia de un vendedor de verduras que solía comercializar por el barrio, quien sin permiso ya estaba dentro de la propiedad. “Cuando le veo, le espero por el otro lado del pasillo y le pregunté ‘¿qué haces acá adentro? ¿Por qué entraste?’ a lo que me dice que no me preocupe porque me trajo un zapallo que yo le había pedido”, expresó María, quien alegó que esto era mentira, ya que ella nunca le había pedido nada. El hombre, lejos de pedir disculpas por su acción, empezó a sacarse la mochila que llevaba mientras intentaba persuadirla, expresando que también le había llevado un poco de mandioca. Sin embargo, María le volvió a decir que no quería nada de lo que vendía y que quería que se vaya. “Yo pensé que ya estaba por salir, pero tomó un impulso y me agarró del cuello. No me dio tiempo”, explicó la mujer.”Me rodeó con el brazo y me agarró de atrás. Yo trataba de sacarme, pero ahí ya me empezó a arrastrar para la pieza y me tumbó en el piso”, lamentó. Intento de abuso Pero el agarre del cuello y el arrastre por toda la casa sólo fue el comienzo del calvario que tuvo que soportar María, quien ya dentro de la habitación recibió el feroz ataque. “Me pegaba piñas, me agarraba de los pelos y me pegaba la cara contra el piso, mientras me iba sacando la ropa”, detalló María, agregando que ella intentaba gritar para pedir auxilio, aunque nadie logró escucharla. El sospechoso fue detenido en la tarde de ayer en el barrio La Tablada. Continuando con su crudo relato, la mujer mencionó que el motivo por el cual el hombre no logró su cometido -abusar de ella- fue que todo el tiempo intentó defenderse y resistirse del malviviente, aunque éste volvía a controlarla y continuaba con su brutal ataque. “Pensé que estaba en una pesadilla de la que no podía despertar. Pero era cierto, me estaba pasando”, expresó angustiada. Respecto al momento en el que el hombre detuvo su golpiza, la mujer expresó que “creo que quería dejarme inconsciente para irse. Pero se cansó de pegarme y salió por la puerta de atrás”. Momento en el que María juntó fuerza y cerró sus puertas para luego pedir ayuda a los vecinos. En otro tramo de la entrevista, María expresó que “por suerte mi mamá no escuchó nada, porque si hubiese salido, capaz de un sopapo de los que él me daba a mí, la mataba”, indicó. Por otro lado, expresó que al vendedor lo conocía “porque siempre viene a vender verduras con un carrito, pero nunca le atendía adentro”. “Ni siquiera sé su nombre, ni si tiene familia. Pero si lo veo de frente lo reconozco”, aseguró.
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