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Parana » InfoParana
Fecha: 22/01/2025 23:41
La actividad política debe ser un acto de servicio, no un medio de subsistencia. Cuando se convierte en profesión, se prioriza la defensa de posiciones individuales sobre los ideales colectivos. Esta lógica ha llevado a discursos vacíos y estrategias que aseguran cuotas de poder mientras se pierde la esencia del radicalismo. Fabián Rogel ha señalado las falencias de nuestro partido, pero su trayectoria refleja las contradicciones que nos aquejan. En la Convención de Gualeguaychú de 2015, se opuso a la alianza con el PRO advirtiendo su impacto negativo sobre los principios de la UCR. Sin embargo, poco después, aceptó postularse dentro de Cambiemos, alineándose con un modelo que despojó al partido de su identidad. Una vez más, Rogel desde una posición ambigua, llama a “construir junto al gobernador Rogelio Frigerio” lo que perpetúa las mismas prácticas que critica y que han llevado al partido al estado de subordinación que él mismo denuncia. El diagnóstico de Rogel es válido, pero para que sus palabras sean genuinas y coherentes con sus acciones, el renunciamiento que reclama para el radicalismo debe comenzar con el suyo. Recuperar el radicalismo en Entre Ríos no será posible mientras las decisiones sigan subordinadas a alianzas con el oficialismo provincial y, posiblemente, con el nacional y a intereses personales. Necesitamos liderazgos nuevos e ideas frescas y el coraje de romper con las prácticas que nos han alejado de nuestra historia y de la ciudadanía. Si el objetivo es cautivar a la juventud y recuperar la confianza de las mayorías, el radicalismo necesita una renovación auténtica, con nuevas caras e ideas pero con valores éticos y morales y los principios históricos de la UCR. En cuanto a las preguntas que en las últimaos días de Alberto Rotman son que esto no será posible si los responsables de las viejas prácticas permanecen en sus cargos, justificando alianzas funcionales al poder de turno. El radicalismo atraviesa una crisis profunda. Pero la solución no llegará de quienes han sido protagonistas de las decisiones que nos llevaron a este punto. Es tiempo de dar un paso al costado, con dignidad, para abrir espacio a quienes puedan devolverle al radicalismo su vocación transformadora. Sólo así honraremos nuestra historia y demostraremos que estamos aquí para servir, no para servirnos.
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