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Chajari » actualidadadiario
Fecha: 22/01/2025 15:10
El Indec mostró que, aunque todos perdieron en términos absolutos, el impacto fue desigual. Los trabajadores perdieron participación en la distribución del valor agregado a nivel país. El empleo cayó, pero creció el trabajo precario Datos del Indec: por la caída del PBI, el 2024 fue un año en el que tanto las empresas como los asalariados salieron perdiendo dinero. Es decir, en términos absolutos no hubo un régimen de transferencia de ingresos. En términos relativos, sin embargo, sí lo hubo: los salarios sufrieron la mayor parte del impacto en la caída de la producción y por eso el sector empresario se quedó con una mayor parte de la torta de los ingresos generados por el país en el año. La caída del empleo en general, además, ocultó un crecimiento del trabajo precario. El Indec publicó el informe Cuenta de generación del ingreso e insumo de mano de obra, correspondiente al tercer trimestre de 2024, que dejó entrever la variación de la masa salarial durante el 2024 y establecer comparaciones con el último cuatrimestre del 2023, para ver, descontando la inflación, cómo fue la distribución entre trabajadores y empresarios y si hubo o no transferencia de ingresos entre ambos. Tal como mostró el Indec, los trabajadores se habían quedado con un 44,9% del valor agregado en el último trimestre del 2023 y los empresarios con un 42,9%. Eso se revirtió y en el tercer trimestre del 2024 los asalariados se quedaron solo con el 43,2% y los empresarios con el 44,5%. En ese sentido, vale destacar que solo el 3,3% de la población ocupada, es decir de las personas que generan el PBI con su trabajo, es patrón de una empresa, mientras que los asalariados representan al 73,1% de los trabajadores. Además, entre el cuarto trimestre del 2023 y el tercer trimestre del 2024 el ingreso de los empresarios, mencionado como excedente de explotación bruto por el informe del Indec, creció un 131,4%, lo que estuvo por debajo del 133% que marcó la inflación promedio entre ambos trimestres, también según el Indec. Es decir, aunque ganaron ingresos que eran de los trabajadores un año antes en términos relativos, los empresarios perdieron en términos absolutos. La baja de su excedente de explotación fue del 0,7% real desde el inicio del Gobierno actual. Para los trabajadores la carga fue mucho más fuerte, lo que explica por qué perdieron participación relativa en la distribución de la torta. La masa salarial trepó un 114,1% nominal entre el cuarto trimestre del 2023 y el tercer trimestre del 2024, lo que implicó una contracción real mucho más fuerte y del 8,1%. Así, la pérdida de los salarios fue más fuerte en términos absolutos, lo que implicó una transferencia de ingresos en términos relativos: las empresas pudieron amortiguar mejor su época de vacas flacas. El valor agregado a nivel país también cayó 4,3% en términos reales, tras una suba del 122,8% nominal, lo que explicó que todos perdieran en una mirada absoluta (que la baja del valor agregado fuera menor a la de la ganancia empresaria muestra la diferencia en términos relativos. En la comparación contra el tercer trimestre del 2023, la masa salarial cayó un 11,6% real, tras una suba nominal del 195,5% y un IPC promedio de 234,2%. La ganancia empresaria se redujo un 8,3% real, tras una suba nominal del 206,5%. En cuanto al empleo, el informe del Indec mostró una caída del 0,3% en los puestos de trabajo en general. A esa comparación conviene hacerla contra el tercer trimestre del 2023, por el factor estacional, que dispara al empleo hacia fin de año (incluso en años muy malos, crece en el último trimestre). Los asalariados cayeron más: un 0,9% interanual y los asalariados registrados, es decir los trabajos de calidad, fueron aún peor, con una contracción del 2%. Sin embargo, lo que permitió que no se disparara la desocupación fue la creación de puestos precarios: los no registrados crecieron un 1,4% interanual y los no asalariados (efecto aplicaciones de delivery y autos a domicilio) un 1,8% anual.
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