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  • Retenciones: Pullaro, Frigerio y Llaryora le piden al campo que rompa el idilio con Milei – ACTUALIDAD A DIARIO

    Chajari » actualidadadiario

    Fecha: 22/01/2025 15:10

    Reclamaron a la Casa Rosada que baje los derechos de exportación y mandaron el mensaje a los productores: agárrensela con el Presidente “Hermanos gobernadores, bienvenidos a la invencible provincia de Santa Fe”. Con esa frase, Maximiliano Pullaro recibió a Martín Llaryora y Rogelio Frigerio, sus pares de Córdoba y Entre Ríos, para escenificar un mensaje que necesitan que penetre en el campo: nosotros ya cedimos todo lo que pudimos, ahora le toca a Javier Milei bajar las retenciones. La cita fue en las primeras horas del martes, en el Salón Blanco de la sede del gobierno santafesino en Rosario. Algo pasadas las diez de la mañana, Frigerio y Llaryora arribaron y se enfrascaron en una reunión con el anfitrión Pullaro. Los tres asistieron con parte de su gabinete, sus ministros de Producción y sus representantes en la mesa ejecutiva de la Región Centro. El tema fue excluyente: cómo abordar la crisis del campo, un ruido que suena cada vez más fuerte en sus territorios y amenaza no solamente su matriz económica y productiva, sino también su base electoral. Los pedidos de los gobernadores Para los gobernadores, el campo está atravesando una crisis que, si no se actúa a tiempo, puede ser terminal. Se la atribuyen a un combo letal: dólar barato, alta presión impositiva, precios internacionales a la baja, costos al alza y, como si fuera poco, la sequía que amenaza la cosecha. Conectados con las bases chacareras, ven que corre riesgo toda la economía productiva de sus provincias y sienten el temor por un descalabro en la cadena de pagos. “Si no hay un cambio rápido, podemos tener un colapso en materia agropecuaria como en los ’90’”, sintetizó Llaryora. Tras dar cuenta de sus miradas respecto a la coyuntura nacional, los gobernadores hicieron dos anuncios y un pedido. Primero, le solicitaron directamente al Presidente que el próximo impuesto a bajar sean las “malditas” retenciones. Luego fue el turno de los anuncios, que buscaron despejar la imagen de ser una oposición “irracional” a la gestión libertaria: convocaron a las entidades agropecuarias a una mesa de trabajo y se comprometieron a reinvertir todo lo que recauden del campo en infraestructura rural. La referencia es al inmobiliario rural, el único impuesto que quedó en pie. En las tres provincias, en realidad, ya está sucediendo. Las razones detrás de la reunión Detrás de la movida de los gobernadores de la Región Centro asoma la intención de correrse de una postura incómoda: entienden que ya entregaron toda la recaudación que podían ceder, creen que es momento de que el Gobierno aporte su granito de arena para aliviar el padecer del campo, pero ven cómo “los gringos” direccionan todos los reclamos hacia ellos. De Milei, nada. Se trata de un idilio difícil de romper y que la Casa Rosada capitaliza cada vez de mejor manera, gracias al cual se da el lujo de esquivar los pedidos y tensionar a los gobernadores, potenciales rivales en las disputas locales. Sostienen su mirada con números, dicen que la incidencia de los impuestos nacionales en la presión fiscal que sufre el campo es del 70%, mientras que la de las provincias no supera el 5%. Son las mismas cifras que utilizan para justificar sus dichos acerca de que no tienen ningún otro resquicio impositivo donde quede algún tributo sin reducir. “No tenemos más de dónde cortar y las retenciones siguen igual que siempre, pero las puteadas son para nosotros”, explicó en off un miembro de la mesa chica de uno de los gobernadores. Es un tema complejo para los tres mosqueteros de la Región Centro. Sus electorados comparten una identidad muy ligada al campo y cualquier movida que los posicione en contra de ese sector es riesgosa, más aún en un año electoral. Esa mención al ADN chacarero, ese mimo constante, fue una figurita repetida en las declaraciones de Pullaro, Llaryora y Frigerio: “Nuestros productores no ponen la plata en las Islas Caimán o en algún otro paraíso fiscal, la reinvierten y mueven la rueda de la economía”, repitieron, por ejemplo, el santafesino y el cordobés. El trato de cirujano con Milei Los gobernadores se encontraron ante un desafío que puso a prueba sus dotes de equilibristas: enviar un mensaje al campo que ponga el foco sobre Milei y su gobierno pero sin mostrarse como opositores acérrimos. De ahí los anuncios algo light y las constantes declaraciones que buscaron dejar en claro que están de acuerdo “con la baja impositiva y sostener el equilibrio fiscal”. De ahí, también, la preocupación por aclarar que no se trató de una “demostración de fuerzas” y que el evento “no tuvo nada que ver con lo electoral”. Tanto Pullaro como Llaryora y Frigerio operan en el mismo escenario expresado en las encuestas que consumen: comparten electorado con el Presidente. “No nos queremos pelear, pero tenemos que hacer notar la realidad”, reconocía una fuente entrerriana. “Hoy es solo foto, ese es el mensaje, no queremos hacer una de más”, sumó una garganta santafesina. La experiencia del cordobés a principio de año, cuando quiso endurecer su trato con el Gobierno y lo pagó con una caída en las encuestas, caló hondo entre los gobernadores de la pampa gringa. Sin embargo, las frases elegidas por cada uno de los mandatarios cristalizaron los matices de los vínculos que cada uno mantiene con la Casa Rosada. Mientras Pullaro y Llaryora fueron un poquito más allá en los cruces -el santafesino señaló a Buenos Aires como un polo de poder que no entiende al campo y el cordobés pidió “no matar al motor productivo” del país-, Frigerio se mantuvo más formal en sus dichos. Tiene sentido: Entre Ríos es, de las tres provincias, la de las cuentas más desequilibradas, por lo que no se puede dar el lujo de detonar todos los puentes con el Gobierno.

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