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» Diario Cordoba
Fecha: 22/01/2025 12:55
El último se disputó en Córdoba, con el Almería de visitante y un resultado final bastante confuso. No nos referimos al partido de fútbol que se jugó en el estadio del Arcángel el domingo 12 de enero entre los equipos de ambas ciudades. Hablamos del que tuvo lugar fuera, entre los ultras de los respectivos equipos. Una batalla campal en la cordobesa plaza del Moreal con una veintena de radicales por bando lanzándose mobiliario urbano. Son peleas cada vez más comunes en el fútbol español. Y si hay una región donde abundan este tipo de radicales, esa es Andalucía; la comunidad autónoma con más grupos ultras considerados peligrosos por la policía. No menos de una decena, que interactúan entre ellos mediante alianzas o enemistades irreconciliables. Los del Sevilla con los del Cádiz, los del Málaga con los del Granada, los del Betis van por libre, separados y peleados entre sí... EL PERIÓDICO DE ESPAÑA traza un perfil de las principales gradas radicales andaluzas; las más numerosas y, para muchos, las más peligrosas. El más antiguo Biris Norte (Sevilla FC) es el grupo ultra más antiguo de España. Nacidos en 1975, fueron los pioneros en adoptar el modelo hooligan que llegó importado de Italia e Inglaterra y cuajó en los 80. Ubicado en el gol norte del Ramón Sánchez Pizjuán, es también uno de los grupos más numerosos de España y de los más activos y violentos. Cuentan en su haber con numerosas reyertas y algún cierre de grada como castigo a sus cánticos. De ideología de extrema izquierda, están hermanados con otras gradas de tendencia política similar, como Bukaneros del Rayo Vallecano, Riazor Blues del Deportivo e Indar Gorri de Osasuna, mientras mantienen una enemistad histórica con los radicales del Atlético de Madrid (en 2003 un hincha sevillano fue apuñalado por un miembro del Frente Atlético). Una foto de archivo de la grada sevillista; ahora, el nombre de Biris está prohibido. / EFE Respecto a sus rivalidades locales, están enemistados con sus vecinos del Betis y con los del Málaga, y tienen un pacto de respeto con los del Cádiz. Curiosamente, como muchos otros grupos ultras en España, su nombre ya no aparece en las pancartas, porque está incluido en la lista de grupos vetados en los estadios por la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte. Separados en el campo Desde 2023, aficionados del Betis denuncian que tanto en el estadio como en el barrio de Los Bermejales (próximo a Heliópolis, la zona donde se ubica el estadio Benito Villamarín) se dan peleas entre ultras de fútbol. Lo sorprendente es que todos tienen la misma ideología y animan al mismo equipo. Son todos hinchas del Betis. El equipo verdiblanco cuenta con dos facciones de radicales enfrentadas entre sí. La primera, la más numerosa, se llama Supporters Gol Sur (SGS). Fundada en 1986 con el auge de la creación de grupos ultras en España, su ideología original fue el andalucismo, aunque acabó derivando en la extrema derecha. Algunos de los miembros más violentos crearon en 2011 una escisión llamada United Family (UF) y las relaciones entre ambas, a pesar de compartir grada, son muy tensas. Se han registrado agresiones incluso durante los partidos. Tanto SGS como UF están en la lista de grupos prohibidos por Antiviolencia. Ultras del Betis en un partido en La Rosaleda (Málaga). / RBB Los radicales del Betis tienen alianza con los del Atlético de Madrid (los dos comparten ojeriza contra el Sevilla). Habituales son los encuentros de Supporters Gol Sur con Suburbios Firm, una escisión violenta de la grada colchonera. UF también tienen alianza con Boixos Nois, que les han ayudado en algunas peleas. El gallo Si hay un grupo radical que se está llevando todos los titulares en los últimos meses es el Frente Bokeron. El Málaga presume de tener una de las aficiones más calientes y fieles de España, llenando el estadio incluso en sus partidos de la extinta Segunda B. Ahora, con su vuelta a LaLiga Hypermotion, los desplazamientos los llevan por toda España y sus ultras se están haciendo notar. El pasado octubre destrozaron el bar de los Riazor Blues en La Coruña. En el partido de La Rosaleda, los Blues ni se presentaron. Los malagueños incluso hicieron acto de presencia en un partido de la Copa del Rey en el que no jugaba su equipo, sino el Marbella contra el Atlético de Madrid. Ultras colchoneros y malacitanos protagonizaron una salvaje reyerta en la puerta del Mesón Segalerva, donde no quedó claro el ganador. El Frente Bokerón (1986) es de extrema derecha y es tal vez el equipo de Europa que, jugando en divisiones más bajas, tiene las alianzas ultras más altas: su hermandad con los temibles Irriducibili del Lazio lleva a que ultras romanos pisen habitualmente La Rosaleda o que radicales malagueños sean ubicados en un puesto de honor en el Olímpico de Roma, compartiendo pancartas. También están aliados con el West Ham inglés y tienen vínculos con los ya mencionados Suburbios Firm del Atlético de Madrid. En Andalucía están hermanados con la Curva Sur del Granada y su principal rival local es Biris. El Frente Bokerón exhibe músculo en Málaga antes del 'corteo', que es el trayecto hasta el estadio. / Cedida Emerge Almería Esta temporada 2024/25 sólo hay dos equipos andaluces en Primera: los dos sevillanos. Uno que descendió recientemente en el campo está, por contra, tratando de llamar a las puertas de los grandes en cuanto a grupos ultras se refiere. Son los radicales del UD Almería. Ubicados en la denominada Grada Joven, han mantenido conflictos recientes con otras hinchadas andaluzas. En enero protagonizaron un altercado contra los Biris del Sevilla en los prolegómenos del partido de Copa del Rey en el que los indálicos vencieron 4-1 a los hispalenses. El último es el referido al inicio de este reportaje: coincidiendo con el partido que el Almería disputaba en Córdoba, ultras de uno y otro equipo sembraron el caos en el barrio de Santuario. Se da la circunstancia de que unos y otros estaban apoyados por ultras de otros equipos andaluces, concretamente de la provincia de Jaén. Polvorín jiennense Poco se habla de los ultras de Jaén, porque sus principales equipos, el Real Jaén y el Linares, se hallan en Tercera y Segunda Federación respectivamente. Divisiones en las que hay una atención mediática nula y cuyos desplazamientos suelen llevar a los aficionados a destinos más próximos a casa. Eso hace que se hayan acrecentado las rivalidades locales. En la pelea entre ultras del Córdoba y del Almería, los locales estaban apoyados por los ultras del Real Jaén (The North Fans), mientras que los visitantes tuvieron entre sus filas durante la reyerta a miembros del colectivo más radical del Linares (Infierno Azulillo). A falta de fútbol de alta competición, se suman a los disturbios de sus primos mayores. Cádiz, Jerez, Huelva El primer grupo ultra de la provincia gaditana es Brigadas Amarillas (Cádiz FC). Creado en 1982 (como Ultras Sur) es un grupo de extrema izquierda con buenas relaciones con ultras políticamente afines. Con Biris del Sevilla firmaron en 2016 un "pacto de respeto mutuo, no de hermanamiento". Su rivalidad es con el Xerez, pero... ¿exactamente con qué Xerez? Porque los jerezanos han visto como su equipo (sí, el equipo, no solamente los ultras) se disolvía, se refundaba y se escindía. Ahora hay dos: el Xerez Deportivo FC y el Xerez CD. Ambos tienen sus grupos radicales. Los Kolectivo Sur, hinchas del equipo original, en un movimiento inédito en la historia ultra, "cambiaron" de equipo con la bifurcación y ahora animan al de nueva creación (Xerez CD). Otros radicales (los menos), no conformes con el cambio, se quedaron animando al Xerez Deportivo FC y se hacen llamar Hools. Entre ultras jerezanos, de momento, se respetan. Los últimos incidentes reseñables los han tenido contra ultras del Decano, el Recreativo de Huelva.Sus radicales, los denominados Frente Onuba, también se apuntan, sin hacer demasiado ruido, algunas reyertas contra rivales locales de entidad, como una pelea contra el Frente Bokerón. El horizonte La policía tuvo que intervenir en los disturbios entre ultras cordobeses y almerienses que abren este reportaje. La trifulca no dejó heridos graves, más allá de algunos contusionados, pero sí daños materiales, más de veinte identificaciones y un total de ocho arrestos, todos de las filas de los hinchas del Córdoba (uno de ellos es militar). A todos ellos se les aplicará la ley del deporte. Tal vez no puedan volver a pisar un campo de fútbol en mucho tiempo. Tampoco les hace falta; su partido se suele jugar en los aledaños del estadio.
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