Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Vinos ideales para el verano: cómo elegir las mejores opciones para deleitarse en los sunset

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 22/01/2025 03:56

    El vino puede disfrutarse en la playa, si se eligen opciones adecuadas para altas temperaturas (Freepik) La playa y el sol no son enemigos del vino, simplemente proponen un contexto ideal para otro tipo de bebidas. Por un lado, la informalidad de la arena exige practicidad a la hora de comer y beber. Y las altas temperaturas “obligan” a pedir bebidas bien frías. No obstante, siempre hay alternativas para disfrutar de un buen vino; también en la playa. Claro que hay que encontrar el momento ideal y la compañía adecuada, porque el vino se disfruta más cuando se comparte. El contexto “perfecto” es al atardecer, cuando el sol ya no calienta y se transforma en el mejor decorado del cielo, y queda menos gente en la playa. La brisa del mar refresca y las actividades recreativas quedaron atrás. Se trata de la hora del relax y también el encuentro con más amigos. Un momento difícil de improvisar, ya que no suele ser el ámbito de disfrute del vino. Por lo que hay que ir preparado. ¿Cómo? Infaltable la heladerita. Sí, la misma que se usa para las bebidas frías a lo largo del día. Porque es el único contenedor para mantener botellas y latas a una temperatura adecuada. La lógica diría que cervezas en lata y hasta sidras, serían la mejor opción, por practicidad. Pero los amantes del vino suelen ser mayoría, y como la hora del “sunset” se superpone con la del aperitivo, se puede pensar en un vino con esas características. Los vinos naranjos, con su color cobrizo y acidez vibrante, son ideales para acompañar la caída del sol en la playa (Imagen Ilustrativa Infobae) Obviamente, debe ser refrescante y servirse bien fresquito. Es por ello que espumosos, blancos, rosados y hasta naranjos le ganan la partida a los tintos que, seguramente, tendrán su revancha en la mesa, a la hora de la cena. Cada una de las categorías aptas para esta movida cumpln con la función de aperitivo, ya que son refrescantes y pueden reemplazar perfectamente a un cóctel. Los espumosos pueden ser en lata, en botellas individuales, medias botellas (375cc) o las clásicas. Es importante recordar que los formatos pequeños son más fáciles de refrescar y mantienen mejor su temperatura una vez abiertos. La ventaja de las latas y “las botellitas” es que cada cual tiene la suya y no requiere copas. Mientras que si se sirve de una botella tradicional, será indispensable llevar copas (o vasos) plásticos. Claro que no es lo mismo que servir el vino en copas de cristal, pero el contexto y la ocasión lo ameritan. Y más allá de gustos, hay un espumoso que queda bien con todos, porque no es ni tan seco ni tan dulce. Es el “brut”, un vino que por ley tiene hasta 15 gr de az/l (gramos de azúcar por litro, g/L), lo cual lo hace más envolvente, sin restarle frescura. El atardecer en verano es ideal para disfrutar vinos refrescantes, cuando sol deja de calentar (Imagen Ilustrativa Infobae) De esta forma, todos -los que gustan de los espumosos dulzones y los que apasionados de los más secos- van a quedar más que conformes. Otro aspecto es que, en este contexto, nadie le va a prestar tanta atención a la calidad, pero sí a la temperatura. Es decir, no importa si se pasó de frío, en este entorno se va a disfrutar igual. Para los vinos tranquilos también hay opciones en lata, incluso varios de vinos dulces. A estos incluso se los puede servir con hielo, ya que, por su densidad, van a aguantar mejor sin perder tanto sus atributos. Pero los blancos y rosados en formatos pequeños no abundan. Por lo tanto, hay que optar por las clásicas botellas. Al elegir las que vienen con tapa a rosca, que son mayoría, no se tiene que llevar también el sacacorchos a la playa. Ahí la oferta se multiplica, porque hay cientos de vinos ideales para esa ocasión. Empezando por los rosados, ya que en su mayoría son concebidos para ocasiones informales. En ese sentido, sirviendo de a poco en los vasos o en las copas, pero siempre bien fresquito, cualquier buen vino se lucirá. Lo mismo pasa con los blancos, aunque aquí la diversidad juega su papel. Porque, dependiendo de la cantidad de “invitados”, hay que pensar en la segunda o tercera botella. Servir los vinos en orden creciente de intensidad permite apreciar mejor sus características, incluso en un contexto informal como la playa (Imagen Ilustrativa Infobae) Y acá también es importante de ofrecer diversidad, porque cada vino propondrá una sensación diferente. Y, por lo tanto, se deberán servir en orden creciente, de menor a mayor intensidad. En materia de blancos, lo mejor es optar por los aromáticos, esos que son bien expresivos, para que puedan también llamar la atención con sus atributos. Un Torrontés, un Sauvignon Blanc o un White Blend, serían las mejores alternativas. Pero si realmente se quiere sorprender a todos, hay que sacar de la “heladera” un vino naranjo; un blanco vinificado como tinto. Su color cobrizo se asemeja al del atardecer, pero es su acidez y su consistencia en boca la que más llamará la atención de todos. Vino refrescante y expresivo por demás, siempre de trago vibrante y personalidad, incluso para acompañar bocados del sobrante del día de playa. Así, con algo de previsibilidad y dedicación, se puede organizar en la carpa o en la sombrilla, un atardecer memorable en la playa, rodeado de amigos. 3 vinos recomendados para la playa Pulenta Estate Naranjo 2024 Una correcta temperatura de servicio es clave para disfrutar vinos en la playa, ya que incluso un exceso de frío es bienvenido en este contexto (Imagen Ilustrativa Infobae) Bodega Pulenta Estate, Valle de Uco, Mendoza ($18.000) Aromas vinosos pero equilibrados, bien de naranjo, aunque sutil. De paladar franco y fresco, con un final de cáscara de cítricos y un dejo maduros. Es limpio en su paso por boca, mineral y para nada invasivo. Posee cierta fuerza sin llegar a ser profundo. Y su aspecto cobrizo pálido, es inconfundible. Beber entre 2025 y 2026. Puntos: 91 Carmela Cabernet Franc Rosé 2023 Bodega Benegas, Cruz de Piedra, Maipú ($10.000) No solo es uno de los vinos rosados más consolidados del mercado, sino el primero en apostar al Cabernet Franc. De aromas afrutados equilibrados y paladar franco. De buen volumen y frescura, trago amable, con cierto carácter resaltado por sus texturas, y un final persistente. Es un vino más pensado para la mesa, por estilo y estructura. Beber entre 2024 y 2025. Puntos: 89 Planificar con anticipación asegura un atardecer memorable en la playa, y la cena es el momento ideal para elegir otras opciones. (Imagen Ilustrativa Infobae) La Celia Reserva Pinot Grigio 2023 La Celia, Mendoza, Valle de Uco, La Consulta ($9.000) La Celia es pionera en la elaboración de vinos en el Valle de Uco, de donde proviene este atractivo Pinot Grigio. Siempre fresco y vivaz, tenso y muy frutado, con notas de frutas tropicales muy bien rodeadas por una acidez vibrante, que resalta su carácter en el final de boca. Ideal para disfrutar por copa o acompañando platos veraniegos. Puntos: 89

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por