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» Misionesopina
Fecha: 21/01/2025 17:03
Se denunciaron dos nuevos robos de madera en áreas naturales protegidas (ANP) de Misiones, situación que pone en la mira las tareas de protección de la gestión del ministro de Ecología, Martín Recamán, y sus predecesores, sobre todo después de que los guardaparques hayan denunciado que no cuentan con recursos humanos ni equipamiento necesario para combatir la tala ilegal y la caza furtiva. Uno de los robos ocurrió en la Reserva de Biosfera Yabotí, en una propiedad privada de 10 mil hectáreas lindante con el Parque Provincial Esmeralda, en el municipio de San Pedro, y fue denunciado por el propietario domiciliado en Eldorado, según informaron fuentes de Ecología. El otro robo se produjo en el Parque Provincial Urugua-í, que abarca las localidades de Puerto Libertad, Comandante Andresito, San Antonio y Bernardo de Irigoyen, contiguo al sector sudeste del Parque Nacional Iguazú. Con estos hechos, suman tres graves robos de madera en lo que va de enero de 2025. El primero fue dentro del Parque Provincial Piñalito, por el cual se detuvo a un maderero, aunque ya fue liberado. Se llevaron más de 80 rollos de gran porte, valuados en más de $100 millones. Otros involucrados, conocidos en el ambiente de la tala ilegal y presuntamente vinculados a la Policía Ambiental de la zona, siguen libres. Al sumar tres casos en pocos días, se desmorona la teoría del Ministerio de Ecología de que el primer caso fue un hecho aislado. Madereros que operan legalmente en la zona denuncian que enfrentan competencia desleal de quienes trabajan con madera robada, no pagan guías y ofrecen mercadería más barata. En la Reserva Yabotí Aunque el robo cerca del Parque Esmeralda ocurrió en una reserva privada, Ecología también es responsable de la custodia del patrimonio ambiental, considerando la ubicación: la Reserva de Biosfera Yabotí, de alto valor ecológico y de conservación. Esta área incluye reservas privadas de grandes dimensiones y los parques provinciales Moconá y Esmeralda. Fue creada por ley en los años 90 para proteger zonas de máxima conservación. Los propietarios de la tierra afectada denunciaron el robo tras detectar un desmonte mediante imágenes satelitales corroboradas por técnicos, quienes identificaron grandes manchas vacías en la vegetación. Instaron al Ministerio de Ecología a constatar el delito, pero los funcionarios enviados no lograron ingresar al área al tomar un camino incorrecto. Se espera que lleguen al lugar el miércoles. En el Parque Urugua-í El otro robo confirmado ocurrió en el Parque Urugua-í, un área de 84 mil hectáreas catalogada como zona roja de máxima conservación. En esta área, cercana a la ruta 19, se detectaron casi 40 rollos cortados, incluyendo especies protegidas como Palo Rosa, Incienso, Grapia y Anchico, algunas de gran antigüedad. Aunque el Ministerio negó que se dañaran especies protegidas, informes técnicos confirmaron que parte de los troncos fueron extraídos dentro del parque. El Ministerio informó que el operativo permitió identificar más de 22 especies arbóreas extraídas y presentó una denuncia formal. Según el ministro Recamán, la presencia policial fue crucial para garantizar la seguridad durante la inspección, que reveló una extracción selectiva en contraste con la tala masiva registrada en Piñalito. Incapacidad del Estado La situación refleja la incapacidad del Estado para proteger la selva paranaense, el patrimonio más valioso de Misiones. Guardaparques señalaron que no cuentan con recursos para realizar patrullajes: carecen de vehículos, combustible y sistemas de comunicación. Además, los controles forestales se limitan a inspecciones en rutas y ciudades, dejando a los ladrones de madera actuar con impunidad durante la noche y por caminos alternativos. Fuente: Primera Edición
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