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» Diario Cordoba
Fecha: 21/01/2025 08:42
Los antepasados humanos como el Australopithecus, que vivió hace unos 3,5 millones de años en el sur de África, comían muy poca carne o ninguna, según un desvela un estudio publicado en la revista científica Science. Esta conclusión es el resultado de un análisis efectuado mediante isótopos de nitrógeno en el esmalte dental fosilizado de siete individuos de Australopithecus. Los datos demuestran que estos primeros homínidos dependían principalmente de dietas basadas en plantas, con poca o ninguna evidencia de consumo de carne. El consumo de recursos animales, especialmente carne, se considera un punto de inflexión crucial en la evolución humana. Este alimento rico en proteínas se ha relacionado con el aumento del volumen cerebral y la capacidad de desarrollar herramientas. Sin embargo, la evidencia directa de cuándo surgió la carne entre nuestros primeros antepasados y cómo se desarrolló su consumo a lo largo del tiempo, es algo que sigue sin estar claro. Mandíbula de un 'Australopithecus africanus', en el Australian Museum / Australian Museum Un equipo de investigadores del Instituto Max Planck de Química en Alemania y de la Universidad de Witwatersrand en Sudáfrica (Universidad de Wit) ha aportado pruebas de que los antepasados humanos del género Australopithecus que vivieron en el sur de África hace entre 3,7 y 3,3 millones de años subsistían principalmente a base de vegetales. El equipo de investigación analizó datos de isótopos estables del esmalte dental de restos óseos encontrados en la cueva de Sterkfontein, cerca de Johannesburgo, que forma parte de la ‘Cuna de la Humanidad’ de Sudáfrica, una zona conocida por su rica colección de fósiles de homínidos primitivos. Compararon los datos isotópicos del Australopithecus con los de muestras de dientes de animales coexistentes en dicha época, incluidos monos, antílopes y grandes depredadores como hienas, chacales y grandes felinos. El esmalte dental conserva las huellas de la dieta "El esmalte dental es el tejido más duro del cuerpo de los mamíferos y puede conservar la huella isotópica de la dieta de un animal durante millones de años", afirma la geoquímica Tina Lüdecke, autora principal del estudio. Lüdecke dirige desde 2021 un grupo de investigación sobre el consumo de carne de los homínidos en el Instituto Max Planck de Química de Maguncia. Viaja periódicamente a África para tomar muestras de dientes fosilizados para su análisis. La Universidad de Wits es propietaria de las cuevas de Sterkfontein y, por tanto, está a cargo de la protección de los fósiles de Australopithecus. Recreación del rosto de la 'Australopithecus' Lucy / depositphotos Las proporciones de isótopos de nitrógeno se han utilizado durante mucho tiempo para estudiar las dietas de los animales y los humanos modernos mediante muestras de pelo, garras, huesos y muchos otros materiales orgánicos. Sin embargo, en el material fósil, estas mediciones se han limitado anteriormente a muestras que tienen solo unas pocas decenas de miles de años, debido a la degradación que sufre el material orgánico con el tiempo. En este estudio, Tina Lüdecke utilizó una novedosa técnica desarrollada en el laboratorio de Alfredo Martínez-García en el Instituto Max Planck de Química para medir las proporciones de isótopos de nitrógeno en esmalte dental fosilizado de millones de años de antigüedad. Una alimentación mayoritariamente vegetal El equipo de investigadores descubrió que las proporciones de isótopos de nitrógeno en el esmalte dental de los Australopithecus variaban, pero eran consistentemente bajas, similares a las de los herbívoros, y mucho más bajas que las de los carnívoros contemporáneos. Así, concluyen que la dieta de estos homínidos era variable, pero consistía en gran parte o exclusivamente en alimentos de origen vegetal. Por lo tanto, estos homínidos no cazaban regularmente grandes mamíferos como, por ejemplo, lo hicieron los neandertales unos millones de años después. Si bien los investigadores no pueden descartar por completo la posibilidad de un consumo ocasional de fuentes de proteína animal como huevos o termitas, las evidencias indican una dieta predominantemente vegetariana. Cuevas de Sterkforntein, donde se efectuó el hallazgo / Agencias El equipo de Lüdecke tiene previsto ampliar su investigación, recopilando más datos de diferentes especies de homínidos y periodos de tiempo. Su objetivo es examinar fósiles de otros yacimientos clave en el este y el sur de África, así como en el sudeste asiático, para explorar cuándo comenzó el consumo de carne, cómo evolucionó y si realmente proporcionó una ventaja evolutiva a nuestros antepasados. "Este método abre posibilidades apasionantes para comprender la evolución humana y tiene el potencial de responder a preguntas cruciales, por ejemplo: ¿Cuándo empezaron nuestros antepasados a incorporar carne a su dieta? ¿El inicio del consumo de carne estuvo relacionado con un aumento del volumen cerebral?", afirma Alfredo Martínez-García, del Instituto Max Planck de Química. Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es "Este trabajo representa un gran paso para ampliar nuestra capacidad de comprender mejor las dietas y el nivel trófico de todos los animales en una escala de millones de años. La investigación proporciona evidencia clara de que su dieta no contenía cantidades significativas de carne", señala el profesor Dominic Stratford, director de investigación en las cuevas de Sterkfontein y coautor del artículo.
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