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  • Siesta y verano: cómo garantizar el descanso infantil, sin resignar diversión

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 21/01/2025 02:49

    Las siestas equilibran descanso y diversión, garantizando el bienestar de toda la familia (Freepik) Las vacaciones son un momento para disfrutar en familia, pero también para respetar los ritmos de los chicos. Con esta premisa, bien sabido es que el tiempo de descanso es fundamental no solo en el desarrollo de los niños, sino que también influye en su humor y la manera en que se alimentan, entre otras cosas. De allí que los especialistas resaltan la importancia de mantener el equilibrio entre descanso y diversión durante las vacaciones, un período marcado por cambios de rutinas y un aumento de las actividades al aire libre. El descanso diurno, en forma de siesta, es esencial para los más pequeños, especialmente para los menores de cinco años, incluso en vacaciones. La siesta en vacaciones no tiene por qué ser un obstáculo para el disfrute familiar. (Imagen Ilustrativa Infobae) Según la médica pediatra Ángela Nakab (MN 68.722), secretaria de la Subcomisión de Medios y Comunicación de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y jefa del Hospital de Día Polivalente del Hospital Elizalde, “la siesta es una pausa reparadora que favorece el desarrollo cerebral, regula el estado de ánimo y consolida lo aprendido”. No se trata solo de un momento de reposo, sino de un pilar fundamental para el bienestar físico y emocional de los niños. Carla Orsini es médica pediatra (MN 131.323) e integrante de la Subcomisión de Medios y Comunicación de la SAP, coincidió en la relevancia de este hábito, que muchos adultos añoran: “Lo que daríamos como adultos por una siestita cuando muchos niños ya no la quieren. Pero en los menores de 5 o 6 años, el descanso diurno es sagrado”. Ambas expertas subrayaron que mantener la siesta, aunque con ajustes, es clave para que los niños puedan disfrutar plenamente de las vacaciones sin comprometer su bienestar. Un enfoque flexible para las siestas en vacaciones Adaptar las siestas a las señales de cansancio del niño evita el sobrecansancio, explicó Nakab (Imagen Ilustrativa Infobae) La llegada de las vacaciones trae consigo horarios relajados y nuevos entornos, lo que puede dificultar mantener una rutina de sueño. Sin embargo, Nakab aseguró que no es necesario respetar la siesta “al pie de la letra”, siempre que se preste atención a las necesidades individuales del niño. “Es fundamental observar las señales de cansancio, como irritabilidad, falta de atención o ganas de acurrucarse”, explicó. Estas manifestaciones son una guía para ajustar el ritmo de las actividades y garantizar que el niño no se sobrecargue. Orsini enfatizó la necesidad de evitar expectativas poco realistas y propuso flexibilizar las rutinas para adaptarse a los cambios propios de las vacaciones. “Evitemos la rigidez que nos traerá frustración y ajustémonos a expectativas reales y posibles para cada familia”, sugirió. La clave está en encontrar un punto medio entre el descanso necesario y las actividades recreativas, ajustando horarios, lugares y duración de las siestas según el contexto. La siesta en distintos escenarios Las vacaciones traen cambios en las rutinas, pero el descanso diurno no debe ser descuidado (Imagen Ilustrativa Infobae) El verano presenta un desafío adicional para el descanso infantil debido al calor, las actividades al aire libre y los entornos poco habituales. Sin embargo, con ciertas estrategias, es posible garantizar siestas reparadoras: En la playa: este puede ser un lugar adecuado para una siesta, siempre que se cumplan ciertas condiciones. Según las expertas, “son ideales bajo la sombrilla, pero no son tan restauradoras como una cuna con oscuridad total y tranquilidad”. Además, no todos los balnearios son aptos para el descanso. “Se deberían evitar los que tienen música a todo volumen, mucha gente o niños gritando”, recomendaron. Nakab agregó que si el niño tiene varias siestas al día, al menos una debería realizarse en un entorno más controlado. “Si un bebé aún duerme tres siestas, la del mediodía debe durar al menos una hora y realizarse en una cama o cuna”, sugirió. En el coche o cochecito: aunque no ofrecen un descanso tan profundo, las siestas en movimiento pueden ser una solución en viajes largos. Las pediatras destacaron que si un niño duerme en el auto, es importante “acostarlo más temprano por la noche o permitirle una siesta corta al llegar”. Siestas accidentales: estas siestas, que ocurren por puro cansancio, pueden ser útiles para aliviar el mal humor, pero es importante no alargarlas demasiado. No deberían superar los 40 minutos para evitar problemas al dormir por la noche. Mitos sobre el cansancio infantil Las siestas en vacaciones deben adaptarse a cada familia y a las necesidades del niño (Freepik) Existe la creencia de que un niño agotado dormirá mejor por la noche, pero las expertas desmintieron esta idea. Según Nakab, “cuando llegan muy cansados, los niños suelen dormir peor”, ya que este exceso de actividad puede dificultar el sueño nocturno y alterar su descanso en general. Por ello, es crucial evitar el sobre cansancio y mantener una rutina que contemple suficientes momentos de reposo. Esto no significa renunciar a las actividades vacacionales, sino organizarlas de manera que los niños tengan la oportunidad de recargar energías. Consejos prácticos para padres Las jornadas extensas al sol deben evitarse para prevenir el agotamiento excesivo en los niños (Imagen Ilustrativa Infobae) Además de ajustar las rutinas y respetar las señales de cansancio, las expertas ofrecieron otros consejos para facilitar el descanso infantil en vacaciones: Crear un ambiente propicio para el sueño: aunque el entorno no sea el habitual, es fundamental garantizar comodidad y tranquilidad. “Asegurarse de que la siesta sea cómoda nos ayudará a relajarnos a todos”, comentó Nakab. Evitar jornadas extensas al sol: Orsini recordó que el calor y la actividad física aumentan el cansancio en los niños, por lo que es mejor optar por planes que incluyan momentos de sombra y reposo. Paciencia y flexibilidad: las vacaciones son una oportunidad para disfrutar en familia, pero también requieren ajustes. “Cada familia sabe cuándo su hijo está cansado y tiene sueño”, señaló Orsini. Reconocer estas señales y actuar en consecuencia puede marcar la diferencia en el bienestar de todos. Un equilibrio entre descanso y diversión El mito de que un niño cansado duerme mejor por la noche es falso, advierten las expertas (Imagen Ilustrativa Infobae) La siesta en vacaciones no tiene por qué ser un obstáculo para el disfrute familiar. Por el contrario, un enfoque equilibrado y adaptativo permite que los niños descansen lo necesario para aprovechar al máximo las actividades del día. “Si respetamos los ritmos de los niños y adaptamos las circunstancias, todos disfrutarán más”, concluyó Nakab, recordando que el descanso infantil no solo beneficia a los más pequeños, sino que también contribuye al bienestar de toda la familia. Con paciencia, observación y estrategias adecuadas, las siestas en vacaciones pueden convertirse en un aliado para garantizar el disfrute pleno del verano, sin comprometer el desarrollo ni el bienestar de los más pequeños.

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