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  • ¿Y si encuentran petróleo?

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 20/01/2025 22:38

    La prospección en la Cuenca Argentina Norte podría revelar un potencial hidrocarburífero comparado con Vaca Muerta (Foto: La Capital de Mar del Plata) Ante una nueva campaña de prospección sísmica a más de 200 kilómetros de las costas de Mar del Plata, las expectativas por descubrir la existencia de hidrocarburos en el subsuelo marino se renuevan. La exploración se lleva a cabo en las áreas de la Cuenca Argentina Norte (CAN) 107 y 109. Aunque el trabajo efectuado por la empresa Equinor en otras áreas arrojó resultados negativos, esto no necesariamente significa la inexistencia de hidrocarburos en la cuenca citada. Equinor lidera la exploración a más de 200 km de las costas de Mar del Plata en áreas clave para la industria petrolera. Foto: www.lacapitalmdp.com Ante esta exploración, en principio aparecen tres escenarios posibles. El primero se sustenta en el hallazgo de hidrocarburos en la próxima campaña, el segundo en resultados positivos luego de sucesivas campañas de exploración y el tercero se fundamenta en resultados definitivamente negativos. Las expectativas están fundadas en proyecciones de expertos que indican que la cuenca en cuestión guardaría un potencial de la escala de Vaca Muerta, con una extracción diaria que podría variar entre 100.000 y 250.000 barriles de petróleo diarios, por lo cual podemos pensar seriamente en la posibilidad de que se cumpla alguno de los dos primeros escenarios definidos. Desafíos ante una buena noticia De concretarse el hallazgo de hidrocarburos, se presentarán importantes desafíos tanto en el sector privado como en el público. Frente a los dos escenarios favorables mencionados, las empresas del sector demandarían diferentes recursos y servicios, como muelles, depósitos y servicios portuarios, buques para apoyo logístico y remolcadores de alta mar, helicópteros, helipuerto y servicios asociados, equipos y personal de buceo, cámaras hiperbáricas y personal sanitario especializado y material anticontaminación, entre otros. Mucho de lo mencionado puede encontrarse en diferentes instituciones y organismos estatales, aun con circunstanciales capacidades remanentes y con diferentes grados de disponibilidad. Entonces, el desafío que enfrentará el gobierno nacional del momento estará vinculado a la decisión a tomar y el nivel de respuesta ante requerimientos de esos recursos y servicios por parte de las empresas vinculadas al sector petrolero. Por lo tanto, frente a la opción de apoyar la actividad petrolera, las políticas a desarrollar, los procedimientos necesarios y la operacionalización de las actividades formarán parte de dichos desafíos. La seguridad, como concepto integral y estado necesario a alcanzar y sostener, será clave en las áreas de explotación y adyacentes. Componentes del Estado Nacional deberán contribuir a ello más allá de las normas a cumplir y las medidas de seguridad a tomar por las empresas. Por ejemplo, teniendo en cuenta el tipo de actividad en cuestión, se deberá contar con al menos un plan de contingencia ante la eventual contaminación del mar y los recursos para cumplirlo. Así también, se deberá considerar la salvaguarda de la vida humana en actividades desarrolladas en el mar, a más de 300 kilómetros de la costa y con un esperable incremento del tránsito marítimo y una intensa actividad aérea representada por helicópteros en vuelo hacia y desde los buques/plataformas extractores de hidrocarburos. Por otro lado, aunque tal vez en un entorno de paz como el actual sea difícil de imaginar otra situación, el Estado Nacional deberá prever los posibles escenarios y proveer los recursos necesarios para que la actividad hidrocarburífera goce de ese estado de seguridad necesario para producir. Para ello deberíamos tener en cuenta al menos dos factores con características estratégicas. El factor económico, representado en el alto valor de los recursos naturales contenidos y las actividades productivas relacionadas. Y el factor espacial, representado por la gran distancia existente entre las potenciales áreas petroleras offshore y la costa (en casos, mayor a 300 kilómetros), a lo que debe sumarse la distancia a los medios empleables, lo cual, necesariamente, debe traducirse a tiempos de respuesta implicados. Si no se tuviera en cuenta, esto representaría una gran vulnerabilidad ante un entorno a veces poco amigable como es el mar a causa de las condiciones hidrometeorológicas. Por lo tanto, organismos del Estado Nacional deberían considerar los planes y recursos necesarios para mantener la vigilancia en esas áreas y aguas adyacentes, contribuyendo al control del mar y la defensa de los recursos naturales, medios, infraestructura y personas involucradas, así como las líneas de comunicación marítima, siempre teniendo presente la alta velocidad en la escalada de conflictos y crisis, característica propia del actual siglo. El juego de los espejos En 2006 fue descubierto el primer gran yacimiento de hidrocarburos del Pre Sal brasileño, empezando a desarrollarse un par de años después. Macaé, que era una localidad pesquera y agrícola en el estado de Río de Janeiro, pasó a ser un centro industrial y de servicios con varios de los mejores índices económicos de Brasil, siendo su puerto el centro de operaciones de la empresa Petrobras. Diferentes indicadores marcaron en Macaé un crecimiento económico cercano al 500% en 10 años, con un impacto positivo en diferentes sectores productivos. Tres escenarios definen el futuro de la exploración: hallazgos inmediatos, descubrimientos a largo plazo o resultados negativos. Foto: www.portosenavios.com.br Al observar esto, tanto en el ámbito privado como en el público de Mar del Plata, se diseñan posibles escenarios, se evalúan probables resultados y es lógico que se entusiasmen. Por eso es que esta y otras ciudades costeras bonaerenses, en el futuro, al verse en un hipotético espejo, la imagen reflejada podría ser muy parecida a Macaé. La actividad petrolera offshore demandará recursos estratégicos como servicios portuarios, helicópteros y equipamiento anticontaminación. Foto: www.nden.com.ar “Amazonia Azul” tiene una relevancia determinante en lo que respecta a la República Federativa de Brasil. Es el área marítima que guarda una importante riqueza, particularmente en hidrocarburos. A pesar de que la morfología geológica de nuestro mar se asemeja más al caso de la cuenca hidrocarburífera de Orange en Namibia y Sudáfrica que al de Brasil, podemos enfocarnos en el mencionado potencial de la Cuenca Argentina Norte, y es razonable considerar que Argentina podría tener su “Campo Azul”, por llamarlo de alguna manera representativa. Muchos sectores locales, organismos e instituciones podrían percibirse parecidos a las imágenes que proyectan sus homólogos en Brasil. Así es como la actividad hidrocarburífera podría brindar una gran oportunidad a nuestro país y proporcionaría o ampliaría importantes responsabilidades a varios integrantes del Estado Nacional. Por ejemplo, siguiendo el caso brasileño, la Marina del Brasil consideró desde un principio que la importancia de la “Amazonia Azul” crecería en función de las perspectivas brindadas por la exploración de sus riquezas y que ello exigiría un gran esfuerzo para su monitoreo y seguridad. Por lo tanto, para garantizar la defensa de las áreas en cuestión, la Marina del Brasil definió que debía tener capacidad de: Controlar el área marítima. Negar el uso del mar a un circunstancial oponente, ante amenazas estatales convencionales, no convencionales o fuerzas delictivas. Proyectar el poder naval. Mar del Plata vislumbra un escenario de desarrollo económico inspirado en el caso del Pre Sal brasileño y la transformación de Macaé. Foto: www.naval.com.br Recursos defendiendo recursos La Marina del Brasil desarrolló un ambicioso plan, definiendo capacidades a conseguir y/o mantener, determinando además los medios operativos y los apoyos logísticos que debían tener en los próximos 30 años y que les permitirían cumplir con los objetivos. En el caso de nuestro país, sabemos que la actividad petrolera offshore también tiene efectos multiplicadores como generadora de recursos, de empleos y por su importancia estratégica debe ser protegida, y se debe contar con el poder para ser defendida. Teniendo en cuenta las capacidades necesarias para eso y el esfuerzo sostenido en el tiempo que ello requiere, comprendemos que demandaría también un esfuerzo económico - financiero importante. Ahora bien, considerando los ingresos que generaría la explotación de hidrocarburos, un porcentaje de ellos, claramente menor si se cumplen las expectativas de los expertos, podría ser la fuente que brinde los recursos financieros para garantizar un entorno seguro para la explotación de nuestros recursos naturales, entendiendo ello en diferentes escenarios y en todo tiempo. De concretarse el hallazgo de hidrocarburos, transcurrirían aproximadamente 10 años a partir del mismo hasta alcanzar la plena explotación de los recursos petroleros, es decir, los gobiernos nacionales tendrían suficiente tiempo para definir el marco legal y las políticas, realizar planes, definir aspectos presupuestarios, establecer programas, y encaminar actividades operativas, logísticas y administrativas sin urgencias, pero por tratarse de aspectos de alto valor estratégico, ya exige pensar seriamente en las decisiones necesarias a tomar ante los desafíos que presenta la explotación petrolera costa afuera.

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