21/01/2025 00:23
21/01/2025 00:23
21/01/2025 00:13
21/01/2025 00:12
21/01/2025 00:11
21/01/2025 00:11
21/01/2025 00:10
21/01/2025 00:10
21/01/2025 00:10
21/01/2025 00:08
Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 20/01/2025 21:39
El Carnaval del País ejerció toda su magia para disipar la lluvia y el Corsódromo “José Luis Gestro” de Gualeguaychú vivió a pleno la tercera noche del espectáculo más importante que se organiza a cielo abierto en el país. De acuerdo al área de Prensa, “casi 17 mil personas alentaron el paso de las cuatro comparsas por los 500 metros de la pasarela más famosa de la Argentina”. Pero, además de la amenazante tormenta, había otro motivo que concentró la atención de propios y extraños: este sábado 18 de enero se celebraron 28 años desde la inauguración ocurrida el 18 de enero de 1997, durante la gestión del entonces intendente Daniel Irigoyen. A partir de ese acontecimiento, el Carnaval del País se convirtió en la nave insignia de la temporada de verano tanto de la ciudad como de la provincia. Gualeguaychú se transforma en las noches de carnaval en una ciudad mágica. En cada verano el tiempo parece detenerse para dar paso a uno de los espectáculos más deslumbrantes de Argentina: el Carnaval del País. La edición 2025 no es la excepción, consolidando una vez más su lugar como el desarrollo carnavalesco más importante del país y un referente en toda Latinoamérica. Este año, el desfile no solo trae la energía, el brillo y la pasión característicos, sino que también profundiza en historias y temáticas que conectan a los espectadores con reflexiones tan locales como universales. El Corsódromo es testigo y protagonista al mismo tiempo del despliegue que realizan las cuatro comparsas que, en un contexto de escenografía sonora y luminosa, dan vida a historias cargadas de significados. Cada una de ellas representa a un club social y deportivo, llevando en sus carrozas, en sus trajes y en sus coreografías una mezcla de tradición, innovación y narrativa visual con raigambre social y cultural. Este año, las comparsas Kamarr, Ará Yeví, Papelitos y Marí Marí presentaron propuestas que invitan al público a viajar por mundos diversos. Minutos después de las 22:30 –se retrasó una hora para asegurar el factor climático-, Silvio Solari, la voz del Corsódromo, anunció el inicio de la celebración de la alegría y destacó que este año la edición 2025 lleva -a manera de homenaje- el nombre de “Ana Gelós de Peverelli”, referente de la comparsa O`Bahía del Club de Pescadores. Kamarr: que la luz se imponga a la oscuridad Desde el Centro Cultural, Social y Deportivo Sirio Libanés, Kamarr deslumbra este año con “Eclipsia”, un neologismo para expresar un concepto relacionado con el fenómeno del “eclipse”. En rigor, su temática explora la eterna lucha entre luz y oscuridad en el corazón humano. A través de la dualidad representada por dos manadas de lobos, los negros (codicia, miedo y envidia) y los blancos (amor, bondad y paz), la comparsa invita a la introspección y reflexión sobre las fuerzas que guían nuestras decisiones. La figura de “Eclipsia”, que cubre la luna —símbolo de sabiduría y luz—, representa las sombras internas que oscurecen nuestro camino. Sin embargo, como en todo eclipse, la luz nunca desaparece completamente, recordándonos que siempre hay una chispa de bondad capaz de iluminar nuestro camino. A través de la danza, la música y los símbolos, Kamarr nos enseña que la verdadera batalla es interna y que, aunque la oscuridad sea inevitable, la luz siempre puede regresar. A través de la danza, la música y las imágenes simbólicas, la comparsa refleja que la verdadera lucha no es externa, sino que se desarrolla dentro de cada persona, además señala que la bondad y la esperanza es el camino para trascender. “Eclipsia” le canta a la capacidad humana para construir la certeza de que, aunque la oscuridad sea por momentos inevitables, la luz siempre tiene el poder de iluminar sin encandilar. La pasarela tembló con la aparición de Kamarr y comparativamente a las dos noches anteriores, las mejoras fueron notables y el público las reconoció con aplausos. La Comisión de Frente tuvo su mejor puesta en escena, y el carro de apertura al estar mejor iluminado se le pudieron apreciar sus detalles. En este marco, los Portabanderas -Yamila Brusca y Cristian Lescano- también tuvieron su mejor despliegue y su desplazamiento fue mucho más armónico. El esfuerzo de Kamarr anoche dejó un claro mensaje: tiene talentos y disciplina para continuar mejorando y así ingresar a una percepción más competitiva respecto de sus rivales. La banda musical Caravana de Carnaval tuvo una muy buena comunicación con el público; diálogo que coronó la batucada “Tempo do Samba” dirigido por Fabián Iturburúa, quien ofrece junto a la pasista Daiana Delgui uno de los momentos más vibrantes de la comparsa. Ará Yeví está “Endiablada” El Club Tiro Federal presenta con Ará Yeví una historia titulada “Endiablada”. Se trata de una propuesta que rinde homenaje al carnaval norteño y sus ancestrales tradiciones. Inspirada en la festividad de la Endiablada, la comparsa transporta al público a las místicas celebraciones del Norte argentino, donde la figura del diablo simboliza tanto la fertilidad de la tierra como la dualidad entre el bien y el mal. Fusionando elementos tradicionales del carnaval andino con la energía de Gualeguaychú, “Endiablada” destaca por su riqueza visual y sonora. Los trajes elaborados y las danzas rituales permiten una profunda conexión con la Pachamama, mientras que la figura del diablo se reinterpreta como un símbolo de resistencia y renacimiento. A través de esta propuesta, Ará Yeví celebra la diversidad cultural y la conexión entre lo ancestral y lo contemporáneo, invitando a reflexionar sobre la vida y la espiritualidad. Cuando la canción comenzó a escucharse en el Corsódromo, todos corearon: “Yo tengo mi corazón negro y dorado / Por eso sigo alentando descontrolado / La espera terminó, hoy vuelvo a ser feliz / Abran la pasarela y que explote todo vuelve Ara Yeví”. Así -de entrada- con el público ya entusiasmado, lo que vino después fue un despliegue estético y una coordinación precisa que destacaron a la comparsa del Tiro Federal. Su paso fue arrollador, con un desplazamiento impecable y con momentos de gran conexión con el público, a tal punto que en varios tramos acompañó cantando a capela. Las danzas folklóricas –el gran aporte coreográfico de Lino López- como los vestuarios inspirados en la estética norteña, deslumbran como propuesta artística y simultáneamente propone un diálogo entre los pueblos para vivir la cultura del encuentro. No se dirá nada nuevo al destacar la calidad musical de “Alma Carnavalera” que encarnan Titi Pauletti y Belén Grecco, aunque lo novedoso es esta propuesta de plantear la originalidad sonora no como una extravagancia o una rareza, sino –justamente- un volver a los orígenes. Ará Yeví es la que más ritmos musicales despliega y por eso también las palmas y el golpeteo en las chapas –un signo claro de aprobación popular– fueron también parte de sus notas distintivas. La batucada “Sonido de Parche”, liderada por Leo Stefani, volvió a cerrar un desfile que –a pesar de sus altos y bajos- será recordado como el mejor de Ará Yeví hasta el momento. La pasista Camila Carro acapara todas las miradas y despierta todas las admiraciones. Su desplazamiento grácil y vigoroso al mismo tiempo, logra como respuesta de los espectadores una cálida ovación. Y cuando casi al final, al culminar la presentación de la batucada aparecen los sonidos de los bombos legüeros, ella se suma con un zapateo que jerarquiza a la carroza de cierre que personifica a la Pachamama. Ará Yeví está “Endiablada” y como dice su canción emblema: “Está encendida Ara Yeví y eso se siente, / viene buscar la copa pisando fuerte”. Papelitos: “Iguales”, un grito de unión y esperanza en el Carnaval del País La comparsa Papelitos del Club Juventud Unida llega este año con “Iguales”, una propuesta que combina fantasía, crítica social y un poderoso mensaje de inclusión. Ambientada en una Gualeguaychú distópica, la historia divide a la sociedad entre Los Puros, la élite privilegiada, y Los Olvidados, seres marginados y explotados. El Corso de la Alegría se convierte en el único espacio de libertad y unión para los Olvidados, donde sueñan con un futuro de igualdad. Con Candella y Leo como protagonistas, “Iguales” aborda el amor prohibido y la lucha contra los prejuicios, además de reivindicar la igualdad como un derecho universal. Más que un espectáculo, es un manifiesto que celebra la diversidad. Su mensaje es todo un manifiesto, porque refleja que la unión, el respeto y la solidaridad son esenciales para construir un mundo más justo. La bastonera de la Comisión de Frente, Florencia Villagra, logra de inmediato contagiar la alegría carnavalera en el público. Su exquisito vestuario y su delicado desenvolvimiento cosecha los primeros aplausos que se sucederán a lo largo del desfile de Papelitos y por momentos convertidos en aclamación. La banda musical “Furia del Oeste” –dirigida por la dupla Andrea Benedetti y Martín Fernández- conquista a un público que le devuelve el ritmo con una activa participación. Del mismo modo se destacó la batucada “Los Pibes” dirigida por el ex intendente Esteban Martín Piaggio, que anoche logró una de sus mejores actuaciones junto a la pasista Candela Gómez. En rigor, Papelitos anoche se destacó en toda su extensión. Su director, Juane Villagra, pareciera que esta vez logró armonizar algunos contrastes que fueron notorios en las dos noches anteriores. El vestuario de Raulo Galarraga como las carrozas (Martín Naeff) se pudieron apreciar mucho mejor en todo su esplendor. Marí Marí un viaje que es toda una experiencia Marí Marí, del Club Central Entrerriano, presenta una propuesta que reinterpreta el épico viaje de Ulises hacia “Ítaca” y lo hace desde una perspectiva artística que apela a lo emocional como a lo filosófico-simbólico. El eje central no recrea a las batallas, sino al proceso interior que enseña que el verdadero triunfo reside en el trayecto y no en el destino. “Ítaca” se convierte en un símbolo universal del viaje de la vida, donde cada desafío es una lección y cada paso, una oportunidad de crecimiento. Marí Marí con un despliegue artístico vibrante, invita a reflexionar sobre la importancia del proceso y de aprender de las adversidades, celebrando cada momento como único. Al igual que el poema del escritor griego Constantine Cavafis, la comparsa sugiere la necesidad de tomar consciencia que es más importante disfrutar el camino y no tanto obsesionarse con la meta. El camino es más importante que el final. Dirigida por Facundo Luccardi Navarro, la comparsa del Club Central Entrerriano, cerró la noche. A pesar del cansancio del público, Marí Marí siempre encuentra esa magia que despierta a todo el mundo para hacerlos cantar. La batucada “Batería Aplanadora” dirigida por Mauro Andrada este año sorprende gratamente por haber innovado: se presenta casi en la apertura de la comparsa, con un vestuario deslumbrante y con la pasista Rosario Sánchez inspirada para ganarse la atención de todas las tribunas. O sea, volvió al viejo esquema, alejada de la banda de música que había fucionado muy bien, tras una idea de Martín Irigoyen, aunque esta vez en el arranque de la comparsa misma. Es otra idea innovadora de los rojinegros, pero habrá que ver cuánto funciona, porque la gente siempre espera el paso al final de la batucada y ahora la tiene al principio. Quizás hubiese sido más interesante ubicar una segunda batucada (de no más de 10 o 12 integrantes) junto a la banda musical y de esa manera mantener algo de la historia. Más allá de ello, no está en discusión la capacidad musical y creativa de Irigoyen ni del Rana Andrada, que ha sido un digno sucesor de los batuqueros más destacados de la historia carnalavera. Sin embargo, la propuesta anoche –además de extensa- a la altura del Jurado número dos, se hizo en un momento en silencio: había movimientos coreográficos, pero la música estaba ausente y eso desdibujó todo el ritmo. No obstante, la maestría de Mauro Andrada recuperó terreno y el público lo premió con una ovación a manera de reconocimiento por su talento. Las carrozas de Marí Marí (Meke Arakaki) como su vestuario (Nicolás Collazo) se presentan como uno de los mayores logros en esta edición. Lo mismo que el desplazamiento que realiza su Reina, Felicitas Fouce, quien luce uno de los mejores trajes. La banda musical “Toque de Samba” (Martín Irigoyen) renueva su antiguo ritual con el público, donde cada espectador se convierte en miembro de un coro tan colectivo como multitudinario. La importancia de las temáticas El Carnaval del País, a través de sus comparsas, ofrece este año una reflexión profunda sobre las luchas sociales, las transformaciones personales y la resistencia cultural que marcan la realidad actual de Argentina y el mundo. Kamarr invita a reflexionar sobre la dualidad interna del ser humano, proponiendo una batalla entre luz y oscuridad, y subrayando la capacidad de la humanidad para elegir la esperanza frente a la desilusión. En un tono igualmente transformador, Ará Yeví con su “Endiablada”, también refleja con potencia una carga mitológica y celebra la resistencia cultural del Norte argentino, fusionando lo ancestral con lo moderno en un ritual de liberación y renovación. La comparsa Papelitos lanza un mensaje contemporáneo de lucha contra la discriminación y la segregación, a través de la historia de un amor prohibido entre dos mundos opuestos, pero con el horizonte de construir una sociedad más justa e inclusiva. Y Marí Marí refleja toda una metáfora sobre la importancia vital de regreso al hogar -a “Ítaca”-, a dejar de lado el logro final para enfocarse en el camino, valorando cada experiencia vivida: tan importante como el destino es el trayecto que se recorre para alcanzarlo. Así, estas temáticas no solo enriquecen la fiesta, sino que interpelan a la sociedad, invitando a cuestionar –o enriquecer- las propias creencias, a revisar las estructuras sociales y a abrazar la diversidad, la igualdad y la transformación como principios vitales para un futuro más armonioso. El Carnaval del País no es solo un espectáculo visual; es un espacio donde se cuentan historias que resuenan con el público y promueven valores importantes. Cada comparsa no solo busca deslumbrar con su puesta en escena, sino también generar conciencia y provocar emociones profundas. El carnaval debería ser Patrimonio Cultural Inmaterial La Unesco define que el Patrimonio Cultural Inmaterial “son las tradiciones, conocimientos y creencias; las músicas, técnicas artesanales, juegos y esos relatos que se cuentan desde hace tiempo; son los diferentes rituales o maneras de hacer, producir y celebrar, que forman parte de la identidad cultural de una comunidad, que se continúan practicando en la actualidad y que son transmitidas a las generaciones futuras por la importancia que los grupos les dan”. Esto encuadra de manera íntegra con la propuesta artística y cultural del Carnaval del País. Cuando la UNESCO define el Patrimonio Cultural Inmaterial, está hablando de algo más que tradiciones o técnicas artesanales; está evocando el latido esencial de una comunidad, aquello que, como un hilo invisible, conecta generaciones y da sentido a su identidad colectiva. En este sentido, el Carnaval del País de Gualeguaychú se erige como un símbolo deslumbrante de esa herencia viva. Es una celebración que no solo resplandece bajo la luna estival, sino que también palpita en las raíces mismas de la cultura popular, llevando consigo historias, saberes y una pasión que se transmiten como un legado sagrado. El Carnaval del País es mucho más que un espectáculo. Es un ritual contemporáneo que reúne a la comunidad en torno a un propósito compartido: celebrar la vida a través del arte. En sus talleres de bordados, la magia comienza con manos que convierten simples telas en universos de color y textura, donde cada lentejuela y cada pluma cuentan una historia. Esas mismas manos que, generación tras generación, enseñan a los más jóvenes el valor de la dedicación y la creatividad, preservando un oficio que mezcla técnica y alma en cada puntada. La música, otra de las joyas del patrimonio intangible, cobra vida en el resonar de sus bandas musicales y sus emblemáticas batucadas. Se trata de un llamado ancestral que convoca a la danza y al gozo. Los tambores, como un eco de los orígenes del carnaval, dialogan con las melodías modernas para crear una banda sonora que une tiempos y geografías. Este sonido, que llena el Corsódromo y los corazones, no solo mueve cuerpos: moviliza recuerdos y construye futuros, siendo un puente sonoro entre lo que se es y lo que aspiramos a ser. Y luego están las carrozas, monumentos móviles de la imaginación. Su creación es una danza propia, donde diseñadores, escultores y pintores trabajan como alquimistas del arte efímero. Estas estructuras no solo son vehículos de narrativa visual, sino también testimonio del ingenio humano y de una tradición que sabe reinventarse sin perder su esencia. Cada carroza es un mensaje, una expresión poética en movimiento que cuenta las historias que alimentan el alma de una ciudad entera. Pero, el Carnaval del País no sería lo que es sin la pasión de su gente. Es un patrimonio vivo porque es compartido, porque las generaciones mayores transmiten sus conocimientos y valores a los más jóvenes, quienes los reinterpretan con frescura y audacia. Es una danza intergeneracional que asegura que este legado cultural no solo sobreviva, sino que florezca. En cada traje bordado, en cada tambor que resuena, en cada paso de baile, late un corazón colectivo que se niega a detenerse. Cuando el Corsódromo se llena de luces y aplausos, lo que se celebra no es solo el arte o la creatividad. Lo que se festeja es la vida misma, la capacidad de un pueblo para unirse, resistir y reinventarse. Porque el Carnaval del País no es solo patrimonio cultural inmaterial; es un recordatorio de que lo más valioso que se tiene como comunidad son sus historias, sus tradiciones y su inquebrantable voluntad de celebrarlas -año tras año-, bajo el cielo de Gualeguaychú. Las fechas del Carnaval 2025 El Carnaval del País consumió tres de 11 noches programadas. Para disfrutar de este espectáculo impar, quedan las siguientes fechas: * Enero: sábado 25. * Febrero: sábados 1°, 8, 15 y 22. * Marzo: feriado de Carnaval, sábado 1°, domingo 2 y lunes 3. Para el próximo sábado, el orden del desfile será Ará Yeví, Papelitos, Marí Marí y Kamarr. Fuente: Análisis
Ver noticia original