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  • REVIEW | Anora: la ganadora de Cannes que comparan con una ‘Mujer Bonita’ moderna y pesimista

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 20/01/2025 18:42

    ANORA – Tráiler internacional oficial Con su nuevo largometraje, Sean Baker firma su manifiesto anti-Disney, aquel que conmovió a los cinéfilos del mundo en El proyecto Florida (The Florida Project - 2017). La historia de una nena y su madre adicta viviendo en los márgenes del lugar más feliz del mundo, tan cerca físicamente y tan lejos espiritualmente de esa fantasía perfecta, propuso una tesis que Baker refuerza en su nueva película Anora. La de una felicidad artificial e inalcanzable para los parias de la sociedad, una cuestión de clase. Sin embargo, su nueva protagonista es todo menos una víctima, dotada con una voluntad férrea que desafía cualquier expectativa sobre su aparentemente frágil predisposición a la realidad que la rodea. Anora (una brillante Mikey Madison) es una trabajadora sexual del underground neoyorquino, más precisamente una bailarina de striptease, que también vende fantasías a su clientela por el precio justo. Es además un retrato fiel de una generación que sabe su valor y no está dispuesta a negociarlo. Sean Baker nos presenta una antiheroína cómoda con explotar su sexualidad, o al menos una que nunca expresa lo contrario. Al film no le interesa explorar ni debatir la moral de su línea de trabajo ni las condiciones materiales que la llevan a ejercerlo. Las primeras escenas nos muestran a una mujer moldeada para el consumo y disfrute de la mirada masculina, sin aparentes imperfecciones ni defectos de carácter. Anora sonríe, saluda y pide que la llamen Ani. Ella sabe lo que quiere y lo consigue, es una profesional. ANORA – Tráiler internacional oficial Fuera de su trabajo es el único momento en el que Anora muestra alguna debilidad y aparece como una persona normal, sin muchas preocupaciones ni ambiciones. Pero esos pequeños momentos no nos dan la suficiente información como para conocer a una Ani que se define por su trabajo y su relación con sus colegas, con sus jefes y sus clientes. Para cuando llega el momento de conocer a su “príncipe azul”, intuímos que Ani no tiene ataduras en su vida; es inteligente, muy independiente y frontal. Y para nada ingenua. El film es muy hábil creando expectativas y desarmándolas, desde las que juegan con los prejuicios y los tropos del género para desafiarlos, hasta las que se ajustan a ellos cuando ya bajamos la guardia. Sean Baker conoce los vicios de Hollywood mejor que nadie y los usa para narrar una historia que se despega del montón por romper con todos de las maneras más simples e ingeniosas posibles. En el proceso, escasea la información para que llenemos los vacíos con nuestras propias ideas sobre mafiosos rusos, trabajadoras sexuales y romances de cuento. El estilo de cine guerrilla también acompaña el relato con la marca registrada de un director conocido por filmar con un celular y de incluir personas reales sin experiencia actoral en sus escenas. Gracias al ojo de Baker, conocemos una New York marginal, que no se ajusta a la visión de la mayoría de los cineastas modernos -al menos, los que llegan a nuestras salas. Comunidades cerradas, barrios privados, las playas heladas de Coney Island y las gasolinerías de 24 horas, todo forma parte de una ciudad que vimos miles de veces retratada desde otros ángulos más glamorosos y románticos. Anora - Sean Baker En esos márgenes, Anora se mueve con soltura, pero a la primera oportunidad acepta escapar de una realidad que le exige un esfuerzo constante que nunca parece dar resultado. Como fiel reflejo de su edad -no de su generación, no nos engañemos- Ani espera que un golpe de suerte le cambie la vida. Quién no soñó alguna vez con ser millonario y vivir en una mansión, no tener que preocuparse por ir a trabajar y tener la vida asegurada. La fantasía de Anora es una que se repitió en todas las generaciones de distintas formas, desde Cenicienta hasta los Cryptobros. El discurso de las diferencias generacionales, la ética laboral, el respeto a los mayores y todo el paquete también aparecen, previsiblemente, en la película de Baker. El cineasta expone las incoherencias de exigirle responsabilidad a una progenie que malcriamos, sin límites claros y sin ejemplos sanos a seguir. También denuncia, al igual que lo viene haciendo a lo largo de su carrera, la imposibilidad de progreso dadas ciertas condiciones sociales y materiales, la hipocresía de las clases dominantes y la solidaridad de extraños como única esperanza. Anora será el anti-cuento de Disney perfecto, pero uno al que no le falta ternura, determinación y una profunda simpatía por lo que nos hace humanos. Y humor, mucho humor en medio de la tensión. Baker demuestra, una vez más, que se puede encontrar belleza y bondad en los lugares más inesperados. Y nos recuerda, de una manera poco convencional, pero a la vez clásica y universal, que no todo es lo que parece. De hecho, la mayoría de las veces, no lo es. 10 Mujer Bonita new age Anora tardó meses en llegar a nuestros cines, pero valió la pena la espera. La película de Sean Baker protagonizada por una trabajadora sexual que acepta un radical cambio de vida es una historia fresca y desafiante. Disponible en Cine

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