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» Diario Cordoba
Fecha: 20/01/2025 09:22
Tengo la costumbre de mirar el parte meteorológico antes de saltar de la cama; no sólo el de Córdoba, donde vivo, sino el de varias localidades más, con las que me relaciono de una u otra forma. Por ejemplo, los dos años que mi hijo Álvaro estuvo trabajando en Francia, en un centro hospitalario del Valle del Ariège, en la región de Occitania, y viviendo en Pamiers, lo llamaba todos los días: «Álvaro, abrígate bien, que hoy tenéis dos grados bajo cero.» «Sí, mamá -respondía pacientemente-, precisamente ahora estoy quitando la nieve del parabrisas». «Pues ya sabes, cuidado con la carretera y con los frenazos.» Es verdad que está preocupación era patrimonio invernal, porque el verano en ninguna parte puede ser peor que en Córdoba, así que no miraba los pronósticos. Ahora, que vive en Fuengirola, ha dejado de preocuparme la nieve de Pamiers. También miro el parte de La Rioja, porque tengo unos amigos que viven en Logroño y tienen costumbre de pasear con los primeros albores del día. Cuando voy allí, les acompaño y, como presumen tanto de frío, para fastidiar les digo: «En Córdoba, muchos días hace el mismo frío que aquí.» A lo que me contestan: «Claro, pero en Córdoba, a las 12 de la mañana tenéis 15º y aquí tenemos 5º». Allí lo combaten con caldos a los que añaden un chorreoncito de vino y unas gotas de salsa picante, porque eso sí, en resistencia al pique no hay quien los iguale. Lo cierto es que resulta efectivo, porque tan importante es calentarse por fuera como calentarse por dentro; además, que en cualquier local que entres la calefacción está echando bombas, conque lo de por fuera también lo tienen bien resuelto. Otros artículos de Marisol Salcedo Escenario Telefonía Escenario Reyes Magos Escenario Los siete males Y el otro parte que miro es el de Reikiavik, porque siempre -desde que leí el Viaje al centro de la Tierra, de Julio Verne- me ha llamado la atención Islandia, y porque no se puede negar que allí hace muchísimo frío. Esto es un consuelo en invierno y en verano. En invierno porque, por mucho frío que haga aquí -en Córdoba, en Logroño o en Huesca- allí hace más. En verano porque cuando en Córdoba nos estamos asando -Fuengirola también tiene tela marinera, y tan marinera, con el terral y la humedad- mirar los 12º de Reikiavik, sólo mirarlos, nos hace imaginar unos instantes de alivio. Y al margen del frío, ¿qué me dicen ustedes del lío de los gallos de pelea, perdón, combatientes, robados en Valladolid y aparecidos en Soria? Por lo visto, los crían para que la raza no se pierda; no porque los vayan a usar en peleas ilegales, en las que acaban muertos, ciegos o lisiados. Vamos, una cosa así como el plan de protección del lince ibérico o de la malvasía cabeciblanca de la laguna de Zóñar. *Académica
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