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» Data Chaco
Fecha: 19/01/2025 10:37
El debate sobre la edad en la que las personas mayores deberían dejar de manejar autos continúa generando opiniones encontradas. Sin embargo, dos investigaciones recientes aportan perspectivas complementarias que abordan los aspectos físicos, cognitivos y emocionales relacionados con esta decisión. Un estudio realizado por la Universidad de Harvard destaca que no existe una edad fija para dejar de conducir, pero recomienda que las personas mayores de 70 años se sometan a revisiones periódicas de sus capacidades para manejar. La investigación enfatiza la importancia de monitorear cambios en áreas clave como la visión, la coordinación motriz y las capacidades cognitivas. De acuerdo con los investigadores, la aptitud para conducir debe evaluarse de manera individualizada, con el apoyo de profesionales de la salud, familiares y el propio conductor. La clave no es imponer un límite único, sino ajustar las recomendaciones a cada caso particular, priorizando la seguridad vial. Por otro lado, el estudio llevado a cabo por la Fundación Mapfre en colaboración con el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona, y divulgado por la Dirección General de Tráfico de España, establece que la edad promedio en la que las personas deberían dejar de conducir es a los 75 años. Este análisis revela que el deterioro físico y cognitivo empieza a afectar significativamente la seguridad en la conducción alrededor de esta edad. El estudio también señala que casi la mitad de los conductores mayores de 75 dejan de conducir por presión familiar o social, mientras que los motivos más comunes incluyen problemas de salud, dificultades de memoria y problemas para maniobrar el vehículo. En este contexto, se recomienda realizar evaluaciones psicofísicas rigurosas para garantizar que las personas mayores continúen conduciendo de manera segura. Más allá de los aspectos médicos, el abandono del volante genera un impacto emocional considerable. Un estudio sobre la experiencia de 50 personas que dejaron de conducir muestra que el 41% de los participantes vivieron este proceso de manera negativa. Muchos reportaron sentimientos de pérdida de autonomía e independencia, y en algunos casos, la sensación de inutilidad. Este desafío emocional subraya la importancia de un enfoque integral que no solo considere la seguridad vial, sino también el bienestar psicológico de las personas mayores. Para minimizar los riesgos asociados con la conducción en la tercera edad, los expertos sugieren una serie de medidas preventivas, como la realización de exámenes médicos periódicos al renovar la licencia, seguir las indicaciones médicas, evitar conducir en condiciones adversas y realizar viajes acompañados cuando sea posible. La idea es garantizar que los conductores mayores continúen siendo parte activa de la vida social y familiar sin poner en peligro su seguridad ni la de otros usuarios de la vía. Notas Relacionadas
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