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» Elterritorio
Fecha: 19/01/2025 05:54
domingo 19 de enero de 2025 | 5:30hs. Calor húmedo. Siesta de chicharras. Tarde de chaparrones. Pelopincho, arroyo, pileta, río. Verano en Misiones. Vacaciones. Baja el ritmo cotidiano poniéndose a tono con el descanso escolar, las pausas laborales y los días de mayor calor. En el podio de las vacaciones inolvidables seguramente están esas cuando éramos chicos. Las que empezaban cuando terminaban las clases. Con días largos y de pocas obligaciones. Sin mayor planificación que decidir a qué jugamos ese día. Con permiso para levantarse más tarde. Liberados de la rutina. Vacaciones maravillosas que probablemente no transcurrieron en Disney ni en un resort all inclusive en la playa de moda. Sino en el patio de casa, o las calles y veredas del barrio o en la casa de los abuelos. Recordar esos días de vacaciones de la infancia pueden ser un buen comienzo para organizar las actuales. Esos días que nos tomamos de pausa laboral, en los que queremos descansar de las obligaciones del año, repararnos y reponer fuerzas para los desafíos que vienen. En ese intento de desconectar, se hacen planes de viaje, los días se llenan de actividades, queremos hacerlo todo. Y, más de una vez, terminamos más cansados y agobiados. O simplemente, decepcionados. Expectativas versus realidad. Y la vida es ahora, día a día. Incluso esos días difíciles en los que el universo nos invita a transitar sus pasos más desafiantes. Por eso, que tengan unas felices y buenas vacaciones Vacaciones de pausa. Más allá de cuántos kilómetros nos movamos del lugar en el que transcurrimos todo el año, que podamos hacer diferente estos días, haciendo algo diferente. Vacaciones de continuidad de todas las cosas lindas, que nos gustan y nos hacen bien. Vacaciones de explorar algo nuevo. Salir a remar, a andar en bici y quedarse mirando el atardecer en algún punto de la costa. Vacaciones de lectura. O de leer más, o con más serenidad, o algo distinto. Por qué no animarse a leer alguno de los libros de Han Kang, la premio Nobel 2024. O buscar un texto inspirador ahora que hay más tiempo y una energía distinta para reflexionar y trabajar la transformación y el cambio. Vacaciones para conectar con uno mismo. Tiempo para escucharse un poco más, hablarse un poco más, darse ánimo y decirse cosas lindas. Tiempo para conectar con el amor y el bien que viven en nosotros mismos. Tiempo para meditar, aprender o retomar la meditación. Tiempo para conectar con la naturaleza. Ya sea con las plantas del patio, los amaneceres o cualquier punto de la maravillosa región que habitamos. O con el río, la playa, el mar o la montaña. Tiempo para conectar con los demás. Con esos con los que compartimos todos los días, para redescubrirse, darse más tiempo, tiempo para algo nuevo una vez más. Tiempo para conectar con los que vemos menos o no vemos nunca. Para recordarles lo importante que son en nuestras vidas y disfrutarnos. Buena vida la que ofrece estos tiempos todo el año y no sólo en vacaciones. Para eso, las vacaciones pueden ser un excelente comienzo. ¡Felices vacaciones!
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