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Parana » Al Dia ER
Fecha: 18/01/2025 21:50
El juez federal Leandro Ríos procesó con prisión preventiva a Andrea Vargas y Néstor Rodríguez Sanabria por conducir una empresa criminal dedicada a la venta de cocaína. Les trabó embargos millonarios. Además, una cómplice también quedó presa. Andrea Vargas y Néstor Rodríguez Sanabria manejaban desde San Benito una verdadera “empresa” criminal dedicada a la venta de drogas en las ciudades entrerrianas de Paraná y Concordia y en las bonaerenses de Lanús, Campana y Lomas de Zamora. El juez federal de Paraná Leandro Ríos procesó con prisión preventiva a la pareja y a una colaboradora, mientras que para otros dos implicados dictó la falta de mérito. El juez Ríos detalló en 44 páginas el accionar delictivo de cada uno de los implicados y el funcionamiento de la organización que adquiría cocaína y la distribuía en distintas bocas de expendio en Paraná. Para el juez, tanto Vargas como el paraguayo Rodríguez Sanabria son los cabecillas de la organización. Por tal motivo los responsabilizó del delito de organización de actividades de comercio de estupefacientes en concurso real con el delito de resistencia a la autoridad, en tanto Tamara Blanco fue considerada autora del delito de comercio de estupefacientes, agravado por haber intervenido en el hecho tres o más personas de manera organizada. Para estas tres personas dispuso la continuidad de la prisión preventiva en las unidades penales N° 1 y N° 6 de Paraná y les trabó embargo sobre bienes libres de los dos primeros por 9.360.000 de pesos cada uno y de 7.020.000 a Blanco. El Juzgado también dictó la falta de mérito de Agustín Cáceres y Tomás Jacobi, disponiendo su inmediata libertad, sin perjuicio de la prosecución de la causa, y les impuso asistir al Juzgado cada vez que le sea requerida su presencia, como asimismo informar en caso de cambiar o ausentarse de su domicilio por un término mayor a 72 horas; caso contrario, se ordenará su inmediata detención. Cáceres es considerado colaborador; más que nada, guardaba por guardar la droga. En tanto que Jacobi es un cambista de dólares, lo acusan de financiar a la organización delictiva que comenzó a ser investigada en abril de 2024. La banda tenía algunos puntos de venta que fueron investigados y chequeados por la Policía con registros fílmicos en barrio Paraná XVI, El Sol, en calle Patagonia y en Villa Almendral en Paraná. También se vendía en San Benito y Concordia. La organización venía siendo seguida desde abril de 2024 y terminó cayendo el 19 de diciembre del pasado año cuando la pareja Vargas-Rodríguez Sanabria cayó con 18 kilos de cocaína en la zona de Victoria tras escapar de un operativo policial. La estructura Vargas, de 43 años, se presentó como comerciante. Está imputada como organizadora transportadora. Su pareja, Rodríguez Sanabria, tiene 29 años y dijo que trabaja en la construcción. El juez lo consideró el organizador-transportista; y Tamara Araceli Blanco, de 28 años, dijo que es comerciante, nacida en Paraná, y está imputada como vendedora en el barrio Paraná XVI. Jacobi, de 26 años, cambista habilitado de divisas y compra de oro en un negocio de Concordia, fumigador, quien también se dedica a la compra y venta de automotores, de nacionalidad argentina, nacido en Concordia, está sospechado como financista colaborador, y Agustín Alejandro Cáceres, de 34 años, comerciante, nacido en Paraná, lo fue como colaborador que manejaba contactos y guardaba droga en calle Caputo. Jacobi dice ser inocente. Tras permanecer detenido, recuperó la libertad. Fue el único en declarar. Contó que la pareja le compraba entre 8.000 y 10.000 dólares cada vez que iban a Concordia. Dijo que se presentaron como productores ganaderos. Afirmó que les vendió un auto para la hija. Y aseguró que no tiene nada que ver con ellos. El principio y el fin A los cinco se les atribuyó “que, al menos entre el 15 de abril de 2024 hasta el día 19 de diciembre de 2024, fecha en que se ejecutaron los diversos allanamientos, interceptación vehicular y registros de morada, detenciones, órdenes de secuestros, requisas personales, dispuestas por el Juzgado Federal N° 1 de Paraná… y otras personas aún no identificadas y/o localizadas que se encontraban a cargo de la venta del narcótico, comercializaron de manera conjunta y organizada, sustancias estupefacientes –clorhidrato de cocaína– desde distintos domicilios y/o residencias situadas en Paraná, sustancia que era transportada desde Buenos Aires hasta Paraná”. La investigación estuvo a cargo de la Dirección de Toxicología de la Policía de Entre Ríos, que desarrolló tareas de investigación e inteligencia y vigilancias sobre distintos domicilios observados y sobre las personas sospechadas y demás intervinientes. Fue relevante el resultado de las escuchas telefónicas en virtud de las intervenciones telefónicas dispuestas por orden judicial sobre diversos celulares pertenecientes a los imputados y otras personas. Aquellas labores de campo, que se comenzaron a realizar desde los primeros meses de 2024 y hasta su culminación, se concentraron sobre diversos domicilios de San Benito; uno era el que habitaba Vargas; dos casas de Concordia, una era habitada por Jacobi; una vivienda ubicada en B° Paraná XVI, domicilio de Blanco, otra en Salvador Caputo, habitada por Cáceres, entre otros lugares observados. En los procedimientos se secuestraron drogas, armas e importantes sumas de dinero argentino, pesos uruguayos, reales y euros, teléfonos celulares, una máquina contadora de billetes, un papel con anotaciones, un Peugeot 307 y un Toyota Yaris. En el contexto de aquellas medidas se procedió a la interceptación de un Kia Sportage 4×4 en el que se conducían Rodríguez Sanabria y Vargas. Fue el 19 de diciembre de 2024 en un operativo de control que se realizaba a la altura del acceso al parque termal Victoria del Agua. En esas circunstancias los sospechosos se dieron “a la fuga a alta velocidad, poniendo en riesgo la vida del personal policial, efectuando los preventores disparos disuasivos, que impactaron sobre el parabrisas”. Tras una persecución, se logró dar con los sospechosos “a pocos kilómetros, en cercanías a la estancia ‘El Retorno’, en la mentada camioneta Kia, resistiéndose los ocupantes a la orden policial de descender del vehículo, debiendo el personal a cargo romper un vidrio y forcejar con los encartados hasta lograr que salieran del rodado, resultando lesionado el personal actuante”. El resultado de la requisa del rodado arrojó 166.850 pesos, en billetes de distinta denominación, 10 dólares; un boleto de compra del vehículo a nombre de Vargas, constancias de transferencia de Western Union, por 100.000 pesos y 710.530,06 pesos; chips de las empresas de telefonía celular y celulares. Las requisas personales arrojaron la suma de 115.250 pesos, 206 dólares y un celular. Posteriormente, se efectuó un rastrillaje de la zona en búsqueda de estupefacientes. Fue en el “camino vecinal llamado ‘Camino a Montoya’, ingresando en dicho camino a unos 100 metros de la ruta provincial N° 11, logrando detectar debajo de un árbol un bolso negro, y unos metros más adelante una cartera del mismo color, descartados por Rodríguez Sanabria y Vargas, conteniendo en el interior de ambos dieciocho –18– ladrillos/panes de forma rectangular, envueltos con cinta amarilla, con un peso total de 18.737 gramos”. Fuente: Ahora.com
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