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» Diario Cordoba
Fecha: 18/01/2025 20:23
Todo va a cámara rápida en la carrera profesional de Roberto Fernández (Puente Genil, 2002), un chico que pasó por la cantera del Córdoba CF y que siendo cadete decidió emprender una nueva aventura en las divisiones formativas del Málaga. Nada inusual. Del vivero de la Ciudad Deportiva del Camino Carbonell suelen emigrar bastantes talentos en busca de sus días de oro. Muchos -muchísimos- desaparecen. Otros, no. Roberto vivió en la noche del viernes uno de esos fogonazos que alumbran una trayectoria. Gol de Roberto para el Espanyol, que supera al Valladolid en el RCDE Stadium. / Quique García / Efe Firmó por el Espanyol -cedido por el Braga portugués- la semana pasada. Debutó en Primera División saliendo desde el banquillo en un momento extremadamente complicado para su equipo, que empataba en casa con el Real Valladolid en una cita dramática en la lucha por la permanencia. El pontanés tardó exactamente 11 minutos en marcar gol. El técnico local, Manolo González, hizo un doble cambio y dio entrada a Edu Expósito y al cordobés para reforzar el ataque y apostar por un fútbol directo. Fue su plan y, tras minutos de incertidumbre, le salió redondo. Roberto Fernández anotó el 2-1 en el 74, después de una recuperación de Véliz y un centro de Omar. Los pericos terminaron amarrando los tres puntos y en las gradas del RCDE Stadium ovacionaron a Roberto, emocionado tras su formidable estreno. Su festejo llamó la atención. Recordó al que hacía un jugador que es historia en el club: Gaizka Toquero. Al final, ante los micrófonos de DAZN, lo confirmó el propio futbolista cordobés. "Sólo había dos números libres, el 21 y el 2. Yo no soy de la casa y respeto el 21, entonces no me quedaba otra que el 2. En el vestuario hubo cachondeo con lo de Toquero y dije que si entraba y marcaba iba a hacer su celebración y así ha sido", explicó con una sonrisa plena y más que justificada: su primer disparo a puerta en Primera terminó en gol. Sacó al Espanyol de la zona de descenso con un furioso testarazo y reivindicó su nombre como un valor de futuro. Dentro de unos meses volverá a Portugal... o no. Quién sabe. Su irrupción en la Liga EA Sports le coloca en un atractivo escaparate. Rival del Córdoba CF en Primera Federación En El Arcángel le conocen bien. En la temporada pasada, en Primera Federación, Roberto Fernández peleó con el rambleño Antonio Casas, del Córdoba CF, en la cúspide de la tabla de goleadores y también en la pugna por el ascenso. Lo lograron ambos, vía play off. El pontanés firmó cinco tantos en los cuatro partidos finales -para sumar a los 15 en la fase regular-, dejando una impronta heróica en el club de Martiricos. El pontanés tiene 22 años y más de 120 partidos con el Málaga, el Barça Atlétic y el Sporting de Braga, que se lo llevó por 2 millones de euros. En el club luso es suplente y solo ha firmado dos dianas. Su debut con la selección española sub-21 y los meses que vienen en el Espanyol pueden cambiar su destino. El cordobés Roberto Fernández celebra su gol en el RCD Espanyol - Real Valladolid. / Quique García / Efe Ídolo en Puente Genil Roberto Fernández toma el testigo de dos paisanos que dejaron su huella en la máxima categoría del fútbol nacional: Poli y Álvaro Cejudo. El rango de ambos queda reflejado en dos datos: el actual estadio del Puente Genil lleva el nombre de Manuel Polinario 'Poli' y el entrenador del club, actualmente en los puestos nobles de la Tercera RFEF, es Cejudo. Manuel Polinario es la mayor gloria del fútbol pontano. Jugó siete temporadas consecutivas en el Valencia y cuatro en el Español, todas ellas en Primera, desde 1964 hasta 1975. Terminó su expediente profesional en el Recreativo de Huelva, para acumular casi 300 partidos y 35 goles. Fue el primer cordobés que logró vestir la camiseta de la selección española absoluta. Cejudo se fue del Puente Genil siendo juvenil a la cantera del Betis, de la que saltó para el Ceuta, Las Palmas y Osasuna. Con los navarros debutó en Primera en la temporada 10-11 y estuvo cuatro cursos seguidos como un bastión importante. El Betis le abrió las puertas y el centrocampista pontano retornó para ayudarle a subir de Segunda a Primera y mantenerse dos temporadas. Luego se marchó al Racing de Santander, donde logró otro ascenso a la máxima categoría, antes de finalizar su etapa como profesional en 2021 con 36 años, casi 400 partidos y con más de medio centenar de goles.
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