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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 18/01/2025 19:42
El cáncer de piel es uno de los más comunes a nivel mundial, pero también uno de los más prevenibles y tratables si se detecta a tiempo. Para conocer más al respecto, desde Despertar Entrerriano nos comunicamos con la dermatóloga María Alejandra Vallone. Los más frecuentes: Carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y melanoma La profesional destacó estos tres tipos como los más comunes, cada uno con características particulares: 1. Carcinoma basocelular, el más frecuente y menos agresivo: “Aparece generalmente como lesiones rosadas o heridas que no cicatrizan, especialmente en zonas expuestas al sol. A pesar de su alta incidencia, detectado y tratado a tiempo no presenta mayores complicaciones”. 2. Carcinoma espinocelular, un poco más agresivo, pero tratable: “Es el segundo en frecuencia y más agresivo que el basocelular. Este tipo suele desarrollarse en personas con exposición crónica al sol, como trabajadores al aire libre. Puede originarse a partir de lesiones precancerosas, que son frecuentes en la consulta diaria. Estas lesiones son rosadas y ásperas, aparecen en zonas expuestas y, con el tiempo, se vuelven más gruesas, pudiendo evolucionar a carcinoma espinocelular si no se trata. Tiene riesgo de metástasis a ganglios si se deja avanzar”. 3. Melanoma, el más agresivo: “Es mucho menos frecuente que los dos anteriores, pero bastante más agresivo. Puede surgir de un lunar existente que cambia de forma, color o tamaño, o de un lunar nuevo. Es fundamental realizar controles regulares para detectarlo en sus primeras etapas, ya que, si se diagnostica precozmente, las posibilidades de curación son mayores”. Prevención: clave para evitar el cáncer de piel La exposición solar es el principal factor de riesgo. Al respecto la dermatóloga enfatizó que ““Es muy importante usar ropa protectora al salir, como gorros y anteojos con filtro UV. Para los niños, existen prendas de protección solar, especialmente las remeras de agua, que son fundamentales cuando pasan mucho tiempo al aire libre”. Además, recomendó, “tratar de evitar el sol cuando la sombra es más pequeña que la persona. Esto ocurre aproximadamente entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, que es el horario de mayor radiación solar”. Sobre el protector solar indicó lo siguiente: “Debe ser de amplio espectro, es decir, para radiación ultravioleta A y B. La cobertura debe ser de al menos 30, aunque es mejor si tiene una protección de 50 o más, especialmente en verano. Se puede aplicar desde los 6 meses de vida con protectores especiales para bebés (tienen filtros físicos). Hay que colocarlo 30 minutos antes de salir, renovarlo cada dos horas y volver a aplicarlo si hay contacto con agua o sudor. Es fundamental verificar la fecha de vencimiento y que cumpla con las normas vigentes. Si se usa repelente, primero se aplica el protector solar y luego el repelente”. Camas solares y otras fuentes de riesgo “Hay otras causas que pueden generar cáncer de piel, como la exposición a camas solares, muy populares en el pasado pero ahora desaconsejadas y prohibidas en muchos lugares por su relación con un aumento significativo del melanoma, el más agresivo”. También señaló: “Radiaciones, tóxicos (como el arsénico), antecedentes familiares de melanoma, úlceras crónicas, quemaduras, entre otros, aumentan el riesgo de cáncer de piel”. ¿Cuándo es recomendable acudir al dermatólogo para un chequeo preventivo de la piel? “Se aconseja un control inicial para que el profesional evalúe si es necesario un seguimiento más frecuente. Esto depende de factores como la cantidad de lunares (nevos), la historia de exposición al sol, de los antecedentes familiares, la edad y las características de los lunares (si son típicos o atípicos), entre otros. En general, lo ideal es realizar un control anual, aunque el dermatólogo puede ajustar la frecuencia según cada caso”. Consejos clave para el cuidado de la piel “Lo más importante es la prevención y mantener una actitud positiva frente al sol. Usar protector solar diariamente, reaplicarlo cada dos horas incluso en días nublados, y optar por ropa protectora, sombreros y anteojos de sol. Es importante disfrutar del sol con moderación”. Además, destacó: La detección precoz es fundamental. Esto incluye consultas regulares con el dermatólogo y el autoexamen. Hay que prestar atención a cambios en los lunares o la aparición de lesiones nuevas. Si una lesión no cicatriza en 10 días o hay un cambio de forma o color de un lunar, o aparece un lunar nuevo en una persona adulta, es fundamental consultar de inmediato”. Sobre los lunares, añadió: “Es importante conocer los propios lunares. En el autoexamen, hay que verificar que los lunares sean estables y no aparezcan nuevos. En las personas con más de 50 lunares, esto es difícil y también, tienen mayor riesgo de desarrollar melanoma, por lo que deben realizar controles dermatológicos más frecuentes. Para identificar lunares sospechosos, se utiliza la regla ABCDE, con sólo uno de ellos positivo, es importante consultar con un profesional: A: Asimetría. B: Bordes irregulares. C: Colores variados o un color muy oscuro. D: Diámetro mayor a 6 milímetros (como el de una goma de lápiz). E: Evolución, es decir, cualquier cambio en lunar que ya tenía, o la aparición de uno nuevo”. Finalmente, mencionó otra herramienta: “La regla del patito feo o de la caperucita roja. En general, los lunares de una persona son similares entre sí. Si un lunar es muy diferente al resto, es motivo para consultar”. “En resumen, la prevención y la detección precoz son fundamentales para evitar y curar el cáncer de piel. Si se detecta a tiempo, las posibilidades de curación son muy altas. Y lo bueno es que por suerte la piel es un órgano visible y hace esto posible”. María Alejandra Vallone Dermatóloga Pediátrica y Dermatóloga CODECI- Concordia Instagram: co.de.ci Facebook: Codeci
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