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Concordia » El Heraldo
Fecha: 18/01/2025 18:03
Los piratas asaltaron Cartagena y la saquearon numerosas veces, ya que era el más importante puerto español en América, igual que Portobelo que era un puerto de exportación de plata de Nueva Granada y también uno de los puertos de salida de la Flota de Indias. El oro procedente del Perú, era llevado en mulas por el denominado Camino Real de Cruces, entre Panamá y Portobelo en donde se embarcaba a España. Los Piratas en el Río de la Plata El Río de la Plata había estado más o menos a salvo, pero en 1582 Edmund Fenton con bandera negra se apostó en la entrada del estuario del Plata y allí capturó la nave del Fraile Juan de Rivadaneyra, un importante gestor de las misiones del Río de la Plata de la Orden Franciscana. Capturó la nave y se apoderó de los pilotos Juan Pérez y Juan Pinto, para que le hagan una cartografía marítima de la región. John Drake (sobrino de Francis Drake) se hundió cerca de Martín García y fue capturado por los indios, quienes lo tuvieron prisionero como esclavo sirviente hasta que logró escapar en un bote y llegar a Buenos Aires donde fue encarcelado y luego enviado al Tribunal de la Inquisición en Lima. Luego 3 naves corsarias comandadas por Cristóbal Listar y Withington quien asaltaba barcos mercantes. También Timoleón de Osmat, Caballero de Lafontaine, pirata francés en 1658 operó en el Río de la Plata con intenciones de tomar la ciudad de Buenos Aires, como lo cuenta el P. Jesuita Pedro Lozano en su “Historia de la conquista del Paraguay”. El bucanero francés Etienne Moreau organizó apostaderos, desde Rocha hasta Maldonado en 1787 y comerciaban con los indios, cueros de nutria, venados y carpinchos; también cueros vacunos y de lobos marinos. Ya en tiempos del gobernador Diego Rodríguez Valdés y de la Banda que ocupó el gobierno desde 1599 hasta 1602, año en el que falleció, intentó algunas mejoras defensivas en la ciudad. Entre sus acciones se cuenta la iniciación de una pequeña defensa y fuertecillo en la entrada del Riachuelo de los Navíos. La construcción obedecía al riesgo frente a la creciente amenaza de corsarios y piratas ingleses y holandeses. Hernandarias cuando le tocó ser gobernador del Paraguay y del Río de la Plata se ocupó de la obra del Fuerte, poniendo en ello mucho empeño. En una carta al rey el 5 de mayo de 1607 le dice “Voy edificando dos fortezuelos, uno en el Riachuelo y puerto de esta ciudad y otro al lado de esta ciudad” Trabajan en dos construcciones a la vez: el Fuerte de la ciudad y el fuertecillo de la boca del Riachuelo. Mucho adelantó Hernandarias, a pesar de no contar con la ayuda que era menester, como de gente capaz para realizar estos trabajos. Además de la carencia de piedras en todo el ámbito de su jurisdicción, la que debían ser traídas desde la isla Martín García. A pesar de todas estas dificultades, un año después o sea el 30 de junio informaba con orgullo “que estaban ya en construcción las casas del Cabildo, la Cárcel, y estaban techando la Iglesia Mayor y Casas Reales y Fortezuelo que hice en el Riachuelo de los Navíos” Esta pequeña fortaleza debió ser de alguna solidez, pues se mantuvo hasta sesenta años después. El gobernador Juan Martínez de Salazar, que gobernó desde el 28 de julio de 1663 hasta el 24 de marzo de 1674, la mandó rehacer y le dio el nombre de San Juan Bautista. Se levantaron cuatro defensas, en unos 40 metros por lado y rodeado por un foso de igual profundidad que el del Riachuelo, con puente levadizo. Sobrevivió hasta el siglo XIX en que fue destruido por una gran tormenta.
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