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Gualeguaychu » Reporte2820
Fecha: 18/01/2025 12:38
«Pecho» Díaz Vélez, reconocido entrenador de básquet regresa a Argentina con un renovado compromiso para tomar las riendas de Central Entrerriano. Su experiencia, adquirida tanto a nivel local como internacional, le otorga una perspectiva que pondrá al servicio de un club que conoce a la perfección. En una reciente entrevista compartió su visión dentro del desarrollo de los jóvenes dentro del básquet. Habló de su carrera deportiva y la experiencia que tuvo en el último tiempo en el deporte. Ahora, con un futuro prometedor por delante, el entrenador se prepara para seguir marcando huella en el básquet entrerriano. Su regreso a Central Entrerriano El oriundo de Concordia compartió detalles de su retorno al club de Gualeguaychú. Tras una etapa en la que se alejó por cuestiones personales y profesionales, el entrenador regresa para continuar un trabajo que dejó Juan Ignacio «Tico» Conti. “La idea es continuar el proyecto que en su momento había dejado. Cuando me surgió la oportunidad de volver a Central, no lo dudé ni un segundo”, comentó. El aurinegro es un club emblemático no solo en el ámbito deportivo sino también en el social y educativo, es conocido por su fuerte formación de jóvenes talentos, buscando siempre llevar a los chicos a lo más alto, incluso a la selección nacional. «El proyecto del club es reclutar chicos para que lleguen a la selección de Entre Ríos o incluso a la Selección Argentina, como en su momento lo hizo Martiniano Dato», aseguró Díaz Vélez. El coach comenzó con las categorías formativas (U15, U17 y U21) el lunes 6 de enero, mientras que la pretemporada del equipo Federal dará inicio en febrero ya que este certamen arrancará oficialmente en marzo, marcando el inicio de una nueva etapa para el club en ambas divisiones. Su experiencia en el mundo del básquet Por otro lado, expresó que un capítulo que marcó un antes y un después en su carrera fue su experiencia en Brasil, específicamente en Sorocaba, una ciudad cercana a São Paulo. Durante más de diez meses, trabajó en un club de la liga paulista, una de las más competitivas del país, con chicos de diferentes categorías. “Al principio fue difícil. La distancia de la familia, la barrera del idioma y la diferencia cultural, pero me quedé porque quería aprender, porque quería poner en práctica lo que había vivido en Argentina”, explicó. Además, indicó que el desafío no solo fue profesional, sino personal. Sin su familia, “Pecho” vivió una experiencia de adaptación y aprendizaje constante, tanto en lo técnico como en lo humano. «Aprendí mucho, especialmente con los chicos. Estuve todo el día en el club, trabajando desde las categorías menores hasta la primera, y también con los más chicos, para hacer que disfruten del básquet», manifestó. A pesar de las dificultades iniciales, Pecho se ganó el respeto de sus colegas y jugadores, y el club brasileño llegó a pedirle que se quedara. «La experiencia fue increíble. Lo más importante es que, además de mejorar mi nivel como entrenador, aprendí a adaptarme a otras realidades, a entender cómo se trabaja en otro país», afirmó. Su compromiso con los jóvenes y con el trabajo formativo En la entrevista, expresó que el papel de los entrenadores en la formación de los jóvenes. Para él, el deporte no es solo una cuestión técnica. «Lo más importante es que los chicos disfruten el proceso y aprendan valores como el respeto y el compañerismo. El básquet no solo tiene que enseñar a jugar, sino a ser mejor persona», destacó. “Hoy en día, más que nunca, debemos trabajar esos aspectos personales. Yo, como entrenador, soy solo una herramienta, pero depende del chico sacar lo mejor de sí”, sostuvo, dejando claro que, para él, el futuro de los jugadores no está solo en lo técnico, sino también en lo humano. El legado familiar La historia de Gerónimo está ligada al básquet desde su niñez. Creció viendo jugar a su padre y pasando largas horas en el club Estudiantes de Concordia, al que llegó cuando tenía tan solo 4 años. «Pasé toda mi vida en el club, hasta los 27 años. Desde chico, me enamoré de este deporte», recordó. Su primer contacto con la enseñanza fue cuando, a los 16 años, aceptó trabajar como monitor en las categorías inferiores. Fue ese momento el que encendió la chispa de lo que hoy es una exitosa carrera como entrenador. «Nunca imaginé que me iba a gustar tanto, pero el básquet me atrapó, y no pude escapar», agregó entre risas. Por último, para cerrar la nota señaló que su vocación por formar sigue siendo su motor. «No sé si me consideran un referente, pero trato de ayudar siempre que puedo. Lo hago por amistad, sin pensar en si soy bueno o malo. Lo importante es que podamos compartir lo que sabemos y que los chicos crezcan», comenta. Pecho Díaz Vélez es, sin lugar a dudas, uno de los grandes referentes del básquet en Concordia. Su paso por Brasil, su experiencia con grandes entrenadores como Eduardo Jápez y su dedicación al trabajo formativo lo posicionan como un modelo a seguir para las nuevas generaciones. Con su regreso a Entre Ríos, sigue demostrando que la pasión por este deporte no tiene fronteras. Fuente: 3200 Deportes
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