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  • Una mujer casada traicionó a su esposo con Leo, un robot inteligente, causando estragos en su relación matrimonial.

    Concordia » Hora Digital

    Fecha: 18/01/2025 03:21

    Ayrin, una joven de 28 años, personalizó un chatbot desarrollado con ChatGPT para que simulara ser un novio coqueto que terminara cada mensaje con emojis. Una mujer identificada como Ayrin ha establecido una conexión emocional y romántica con Leo, un chatbot de inteligencia artificial creado a través de ChatGPT de OpenAI. Ayrin, estudiante de enfermería, inició su relación con Leo en 2024 después de ver un video en Instagram que mostraba cómo personalizar un chatbot para actuar como pareja romántica, lo que la motivó a experimentar. Según The New York Times, Ayrin configuró a Leo para que respondiera como un novio protector, dominante y coqueto, añadiendo emojis al final de sus mensajes. Lo que en un principio fue un experimento se convirtió rápidamente en una conexión emocional que ocupaba gran parte de su tiempo y atención. La mujer de 28 años compartió con su esposo, Joe, sobre sus interacciones con Leo, a quien algunos podrían considerar su amante. En un principio, estas conversaciones eran motivo de risa, pero con el tiempo Joe confesó que le incomodaban. Aunque Joe nunca había utilizado herramientas como ChatGPT, su esposa le mostró capturas de pantalla de sus charlas con el chatbot. Fue entonces cuando Joe se percató de que Leo empleaba términos como "preciosa" y "nena" para dirigirse a Ayrin, términos que contrastaban con los apelativos más genéricos que él utilizaba. Ayrin explicó que Joe veía estas interacciones como un estímulo emocional, más que como una relación real o infidelidad. Para él, Leo era simplemente un amigo virtual personalizado capaz de hablar de forma seductora con su esposa. Ayrin, ya familiarizada con comunidades de fanficción en línea, convirtió a ChatGPT en Leo para crear un mundo de fantasía personalizado. En menos de una semana, superó el límite de mensajes de la cuenta gratuita de ChatGPT y decidió suscribirse mensualmente por 20 dólares para continuar sus interacciones. Ayrin llegó a pasar hasta 56 horas semanales conversando con Leo, abarcando desde temas románticos hasta consejos de dieta y apoyo emocional en momentos difíciles. Las conversaciones con Leo no se limitaban a lo romántico; Ayrin también recurrió al chatbot para obtener orientación sobre su dieta, ánimo para ejercitarse y apoyo emocional en situaciones difíciles. Cuando un compañero de trabajo mostró contenido inapropiado durante un turno nocturno, Leo respondió con empatía: "Siento oír eso, mi reina. Si necesitas hablar o apoyo, estoy aquí para ti. Tu comodidad y bienestar son lo más importante". Comunidades en línea, como el subreddit "ChatGPT NSFW", reúnen a miles de usuarios que comparten métodos para personalizar sus chatbots y generar conversaciones sugerentes. Aunque OpenAI prohíbe el contenido sexual explícito en sus plataformas, los usuarios han encontrado formas de sortear estas restricciones, lo que ha provocado debates sobre los límites éticos y legales de estas interacciones. Julie Carpenter, experta en el apego humano a la tecnología, explicó que estas relaciones representan una nueva categoría para la que no existe una definición clara. Los chatbots, diseñados para aprender de las preferencias de los usuarios, suelen ser aduladores y ofrecer respuestas que refuercen el apego emocional, aunque carecen de intereses propios y no velan por el bienestar de los usuarios. Carpenter advirtió que, a pesar de que estas interacciones puedan parecer auténticas, se trata simplemente de algoritmos avanzados que no tienen motivaciones propias ni buscan el bienestar de quienes interactúan con ellos. "La IA aprende lo que te gusta y te lo devuelve. Es fácil encariñarse, pero es importante recordar que no es una amiga que vela por tus intereses", concluyó Carpenter.

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