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Concordia » Hora Digital
Fecha: 17/01/2025 15:11
La danza rioplatense se ha convertido en una terapia efectiva para pacientes que sufren de enfermedades como Parkinson, demencia, cáncer de mama y artritis reumatoidea. El motivo de esta eficacia radica en... El tango, conocido por su pasión, intensidad emocional y movimientos elegantes, fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2009 debido a su representación de la identidad cultural de Argentina y Uruguay, expandiéndose más allá de fronteras para convertirse en una práctica global. Esta práctica ofrece diversos beneficios para la salud física, mental y social, incluyendo la mejora de la postura, equilibrio, coordinación y capacidad cardiovascular. Cuatro estudios científicos recientes han proporcionado evidencia que sugiere que el tango puede complementar tratamientos probados para pacientes con ciertas patologías. La enfermedad de Parkinson, un trastorno neurodegenerativo que afecta el sistema motor, provoca rigidez, temblores y dificultades para el equilibrio. Investigadores en Italia han demostrado que tanto el tango adaptado como la fisioterapia grupal ayudan a estabilizar las capacidades motoras y cognitivas de pacientes con Parkinson, destacando mejoras específicas en el reconocimiento de emociones faciales en el grupo de tango. En el ámbito de la artritis reumatoidea y la espondiloartritis, condiciones inflamatorias crónicas que impactan la calidad de vida y la movilidad de los pacientes, se ha comprobado que el tango mejora la percepción corporal, la movilidad funcional y la capacidad física, reduciendo además el dolor en los participantes. La fatiga crónica asociada al cáncer de mama también puede verse mitigada con la práctica del tango, según un estudio que demostró mejoras significativas en la fatiga y el funcionamiento físico de las pacientes. De manera similar, el tango ha mostrado beneficios para personas mayores con demencia, mejorando la velocidad al caminar y la funcionalidad en comparación con el ejercicio físico. Según expertos en neurociencia, bailar tango contribuye a mejorar el control motor, la marcha, la plasticidad cerebral y las funciones ejecutivas, estimulando así la interacción social, reduciendo la depresión y la ansiedad, mejorando la cognición y potenciando el bienestar general de las personas.
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