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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 17/01/2025 10:44
Hijas, hijos mayores y niños responsables reciben trato preferencial de los padres, según la investigación (Imagen Ilustrativa Infobae) El favoritismo parental es un tema que generó debate durante años, pero investigaciones recientes ofrecen una perspectiva científica sobre las razones detrás de estas diferencias y cómo impactan en los hijos. Un estudio publicado en Psychological Bulletin y liderado por el profesor Alexander Jensen, de la Universidad Brigham Young (BYU), analizó datos de 19.000 participantes de distintos países para entender qué factores influyen en el trato diferencial que los padres dan a sus hijos. ¿Quién es el favorito en la familia? Según la investigación, las hijas, los hijos mayores y aquellos con personalidades responsables o amables son los más propensos a recibir un trato preferencial. Este hallazgo resalta cómo algunos factores como el género y el temperamento influyen en la crianza. Las hijas obtienen más atención favorable, aunque no perciban un trato especial (Imagen Ilustrativa Infobae) Los datos sugieren que las hijas suelen recibir más atención favorable, aunque este favoritismo no es percibido por los niños. Madres y padres tienden a admitir que muestran cierto favoritismo hacia sus hijas en comparación con sus hijos, aunque las propias hijas no suelen darse cuenta de esa preferencia respecto a sus hermanos. Los hermanos mayores suelen contar con una mayor autonomía, ya que los padres tienden a depositar más confianza en ellos por considerarlos más maduros. Estos hijos disfrutan de más libertad y enfrentan menos supervisión. La personalidad importa más de lo que parece El estudio reveló que los niños responsables y organizados, definidos como “concienzudos”, reciben mejor trato porque generan menos conflictos con los padres. De manera similar, los niños considerados “amables” también tienden a beneficiarse. “La mayoría de los padres probablemente se conectan más fácilmente con un hijo que con otro, ya sea por su personalidad, orden de nacimiento, género u otras cosas como intereses compartidos”, explicó Jensen en un comunicado del sitio oficial de la BYU. Sin embargo, no todos los rasgos de personalidad generan ventajas. A pesar de la alta valoración social de la extroversión, esta característica no influyó significativamente en el favoritismo parental dentro del ámbito familiar. Los hijos mayores tienen más autonomía gracias a la confianza de los padres (Imagen Ilustrativa Infobae) Los peligros del favoritismo: impacto en la salud mental El favoritismo no solo genera rivalidades entre hermanos, sino que también puede tener efectos duraderos en el bienestar de los hijos menos favorecidos. Los estudios coinciden en que estos niños son más propensos a experimentar problemas de salud mental, bajo rendimiento académico y relaciones conflictivas en la adultez. Según explicó BYU en el comunicado, en otras investigaciones de Jensen los niños que perciben menos atención o trato favorable por parte de sus padres tienden a presentar un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental y de mostrar conductas problemáticas tanto en el hogar como en el ámbito escolar. Para los padres, reconocer patrones de favoritismo puede ser complicado, pero es crucial para evitar consecuencias negativas. Personalidades responsables y amables influyen en el trato preferencial de los hijos (Imagen Ilustrativa Infobae) ¿Cómo evitar el favoritismo parental? Los investigadores coinciden en que no es fácil evitar el favoritismo, pero recomiendan prestar atención a las dinámicas familiares y fomentar relaciones equitativas entre los hijos. Jensen sugirió que los padres deben observar cómo reaccionan sus hijos a situaciones que podrían percibir como injustas. “Sus hijos le harán saber si creen que algo es injusto. Preste atención cuando lo hagan saber”, declaró a BYU. Una de las claves está en tratar a los hijos de acuerdo con sus necesidades individuales. Como afirmó Jensen: “A veces los padres se preocupan tanto por tratar a sus hijos por igual que pueden pasar por alto las necesidades individuales”. “No estamos sugiriendo que los padres se sientan culpables; en cambio, los padres pueden analizar esta investigación y usarla como estímulo para buscar áreas en las que pueden mejorar, sin llegar a los extremos”, explicó el experto. Afianzar una relación sana y equitativa con los hijos, para que se den charlas y atender a necesidades individuales y generales, puede provocar un gran cambio en este panorama. “Pasen tiempo juntos. Hagan cosas que les guste hacer juntos. Hagan cosas que les guste hacer a sus hijos juntos. Trabajen juntos, sirvan a los demás juntos, adoren juntos. Las relaciones requieren tiempo y pasar tiempo juntos haciendo una variedad de cosas tendrá muchos beneficios positivos”, cerró Jensen.
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