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Gualeguaychu » Reporte2820
Fecha: 15/01/2025 18:02
Producción del calzado El sector de indumentaria y calzado es un termómetro clave para medir la salud de la economía argentina, ya que combina una alta dependencia de la industria local con la sensibilidad al consumo interno y externo. En un contexto marcado por la inflación, la devaluación del peso y las fluctuaciones en las políticas comerciales, este sector enfrenta desafíos que repercuten tanto en los productores como en los consumidores.Y es que la producción nacional de indumentaria y calzado tiene una importancia significativa en la nación, ya que genera miles de puestos de trabajo directos e indirectos, principalmente en provincias como Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Sin embargo, el costo de los insumos importados y las restricciones cambiarias han afectado la capacidad de producción, incrementando los costos operativos y limitando la competitividad frente a los productos importados.De hecho, un informe de la Fundación Pro Tejer señala que, a pesar de los esfuerzos por fomentar las exportaciones, los altos costos de producción y logística dificultan competir en el mercado internacional. Esto contrasta con otras regiones, como Asia, donde las cadenas de suministro integradas y los bajos costos laborales permiten exportaciones masivas a precios competitivos.Cabe destacar que, en Argentina, el costo de la ropa es significativamente más alto que en otros países de América Latina, lo que contrasta con un consumo per cápita inferior al promedio regional. De acuerdo a un reporte de Fundar, los argentinos destinan el 8,7% de sus gastos a la indumentaria, el doble que el promedio regional del 4%. Este fenómeno no responde a una mayor demanda, ya que el consumo per cápita de ropa es un 22% menor que en otros países de la región.Desde la salida de la convertibilidad en 2002, los precios de la indumentaria en Argentina han seguido una trayectoria diferente a la global. Mientras que en gran parte del mundo los precios de las prendas han disminuido, en Argentina se han encarecido de manera notable.Por ejemplo, una canasta de prendas adquirida a través del canal online es un 35% más cara que en otros países de la región, considerando el tipo de cambio oficial. Incluso tomando el dólar MEP, sigue siendo un 16% más costoso. Este análisis incluyó comparaciones con países como Perú, Uruguay, México, Chile, Colombia y Brasil.Debido a esto, muchos argentinos optan por comprar ropa en el extranjero, especialmente en países como Chile, donde los precios son más accesibles. Este comportamiento no solo afecta al comercio y al empleo local, sino que también genera una mayor salida de divisas por importaciones. Además, las restricciones a la importación de prendas en Argentina son notorias: el nivel de importaciones per cápita es 10 veces inferior al promedio mundial, una cifra que también está por debajo de países como Brasil o Chile.La investigación de Fundar identifica diversos factores que explican estos altos costos. En primer lugar, la industria textil argentina enfrenta desafíos estructurales como una menor productividad en comparación con Asia, debido a escalas más reducidas y deficiencias organizativas en la producción.En 2023, la productividad por trabajador fue un 7% menor que en 1970 y un 37% inferior al máximo histórico de 2017. A esto se suma una presión impositiva significativa a lo largo de la cadena de valor, que eleva los costos de producción.Asimismo, el 75% del precio de una prenda premium en un shopping se atribuye a costos no relacionados con la producción directa, el diseño o la rentabilidad. Los impuestos nacionales, provinciales y municipales representan más del 50% del precio final, mientras que los costos financieros y el alquiler de locales contribuyen con un 12% y un 12,7%, respectivamente.A pesar de estos desafíos, existen algunas excepciones. Argentina es más competitiva en ropa de gama baja y prendas para niños y bebés, mientras que los precios son más elevados en productos de tejidos planos y ropa de adultos. No obstante, la dispersión de precios en el mercado local es una de las más altas de la región.Para abordar esta problemática, Fundar propone una serie de políticas destinadas a mejorar la competitividad y reducir los costos. Estos incluyen revisar el esquema de administración del comercio exterior y reducir aranceles en productos con sobreprecios altos. También se sugieren incentivos para la formalización y la competitividad de la industria, como la eliminación de ingresos brutos y el impuesto al cheque en ciertos sectores, junto con programas de capacitación y créditos productivos.Otra recomendación clave es la promoción de polos de confección habilitados para integrar a trabajadores informales. Estas iniciativas, lideradas por gobiernos locales, buscan ofrecer oportunidades laborales en sectores competitivos y sostenibles.La producción de calzado en Argentina experimentó una caída preocupante del 12,2 % interanual en septiembre de 2024, según el Índice de Producción Industrial Fabricante ( IPIM ) del INDEC. Hasta ese mes, el sector acumuló una contracción del 14,7 %, reflejando una tendencia negativa que afecta al empleo y la competitividad de la industria. Esta situación responde a una combinación de factores, como la alta inflación, la falta de insumos y la competencia de productos importados, que han complicado aún más el panorama de las fábricas nacionales.En el contexto general, la actividad manufacturera en Argentina también mostró una caída significativa del 6,1 % en septiembre en comparación con el mismo mes del año anterior. La acumulación de problemas económicos, como la pérdida de poder adquisitivo y las dificultades para acceder a financiamiento, impactan a los sectores productivos, incluido el calzado.Aunque, más allá de este escenario crítico, el último CyberMonday 2024 presentó un respiro para el sector comercial, con cifras récord en ventas online. Durante los tres días del evento organizado por la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), casi 7 millones de usuarios visitaron la página oficial, duplicando los números del año pasado. Entre las categorías más buscadas se destacó el calzado, que registró un aumento en el interés de los consumidores, especialmente hacia el cierre del evento.El CyberMonday ofreció descuentos promedio del 29%, con categorías como Salud y Belleza, Supermercados y Calzado entre las más favorecidas. Los datos de la CACE reflejan un cambio en el comportamiento de los consumidores, quienes comenzaron sus búsquedas por productos de mayor valor, como electrodomésticos y tecnología, para luego inclinarse hacia artículos de menor costo. Esto benefició a categorías como calzado e indumentaria, que tuvieron un repunte significativo durante el tercer día del evento.Entre los productos más buscados, el calzado compartió protagonismo con otros como zapatillas, celulares y electrodomésticos. La categoría Viajes también mostró un alto interés, consolidando la diversidad en las preferencias de los usuarios. Este dinamismo contrasta con las dificultades que enfrenta la producción de calzado en el país, que sigue acumulando una retracción del 8,2 % en lo que va del año, según la Unión Industrial Argentina (UIA).El sector manufacturero, en general, ha perdido competitividad desde 2013, con una contracción acumulada del 27,9 % en términos de empleo. Aunque en septiembre de 2024 hubo un leve incremento mensual del 0,1 % en el empleo industrial registrado, la caída interanual fue del 2,4 %, con la pérdida de 29.246 puestos de trabajo en todo el sector. La industria del calzado, en particular, enfrenta una crisis estructural, con desafíos para recuperar los niveles de producción y empleo de años anteriores.De cara a 2025, el panorama para la industria del calzado sigue siendo incierto. Aunque el éxito del CyberMonday subraya el potencial del consumo local, el sector requiere políticas de urgencia que promuevan su recuperación. Medidas como incentivos fiscales, financiamiento para la modernización tecnológica y una estrategia efectiva contra la competencia desleal serán clave para revertir la tendencia negativa. Solo así será posible fortalecer una industria que, pese a los desafíos, sigue siendo fundamental para la economía nacional.
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