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» Data Chaco
Fecha: 15/01/2025 16:52
Una periodista correntina rompió el silencio este miércoles y denunció públicamente y ante la policía a su expareja, Alejandro Coria, por violencia de género. En un duro relato en redes sociales y en los estudios de la emisora en la que trabaja, detalló las agresiones físicas y psicológicas que sufrió durante meses a manos del hombre, quien, según su testimonio, la sometió a un control absoluto sobre su vida y bienestar. Se trata de Felicitas Barboza, quien trabaja como periodista en una emisora de radio de la vecina ciudad, y relató cómo la relación comenzó a tornarse tóxica desde el principio. "Hago público esto sabiendo que esto puede pasar a mayores. Lo hago responsable si me pasa algo a mí, a mis amigas, mis vecinos o incluso a mi propia casa porque amenazó con prendermela fuego", denunció la joven. Ayer, sus vecinos le informaron que el hombre estaba intentando entrar a su casa por las ventanas. "Yo no pude volver a mi casa", relató. La situación se volvió más peligrosa el viernes pasado, cuando la violencia física llegó al punto máximo. Coria se enteró de que la mujer estaba conociendo a otra persona y reaccionó violentamente al no poder revisar su celular. "El viernes llegó a mi casa, intentó revisarme el celular y como no le di la clave me agarró del cuello y me inmovilizó. Empecé a perder el aire, grité, le pedí que me suelte, le supliqué que me suelte. Creo que tuvo miedo de que la vecina me escuche gritar y me soltó", relató la periodista sobre el episodio. Un ciclo de violencia y manipulación Según explicó la periodista, su expareja llegó a su vida hace aproximadamente seis meses, en un momento en el que él se encontraba sin empleo y sin un lugar donde vivir. La mujer detalló cómo él utilizó su situación para manipularla emocionalmente, pidiéndole quedarse en su casa con la excusa de que no tenía familia ni amigos en la ciudad. "Lo dejé quedarse, le di techo y comida, pensaba que realmente necesitaba ayuda. Al principio fue muy atento, me esperaba con la comida hecha y la casa limpia. Pero pronto empezaron las críticas", explicó en su testimonio. A medida que el tiempo avanzaba, las actitudes controladoras de Coria se intensificaron. Barboza señaló que el hombre no sólo cuestionaba su forma de vestir y las personas con las que interactuaba, sino que también se mostró muy celoso de su actividad como rescatista de animales, algo que siempre había sido parte de su vida. "No le caían bien mis amigas, no le gustaba que ‘joda’ con los animales. Y me controlaba constantemente con llamadas", relató la periodista, quien además mencionó que fue presionada para solicitar un crédito a su nombre para que él pudiera adquirir una motocicleta, una deuda que, según indicó, nunca pagó. Según su relato, cuando trató de interponer la denuncia en la Comisaría de la Mujer, las autoridades le pidieron que averiguara el paradero de su agresor, quien es oriundo de Córdoba y no tiene familia en la ciudad. "Me pidieron que les diga dónde vive él, y yo no tenía manera de saberlo. Me desesperé porque no sabía cómo encontrarlo", explicó. El momento de mayor tensión llegó cuando el hombre comenzó a utilizar la deuda como una herramienta de control en sus peleas. "Al tiempo consiguió un trabajo en Puerto Tirol y me pidió que le saque una moto, yo ya no podía seguir bancando todos los gastos de la casa así que accedí. Él me tenía que pagar las cuotas. Nunca pasó. Desde entonces en cada pelea me amenazó con dejarme pero la deuda me iba a quedar a mi y la moto se la iba a llevar él". Debido a esta situación, la mujer decidió seguir en la relación hasta que la deuda se termine de pagar: "Fingí una relación para que no me deje en la ruina porque es un monto que no lo puedo afrontar". El ataque físico fue acompañado de una serie de justificaciones por parte del hombre, quien trató de manipularla emocionalmente, haciéndola sentir culpable por la violencia sufrida. "Me culpó por esto, me dijo que él estaba esperando recuperar la relación, que yo lo traicioné, que estaba trabajando para pagar mis deudas, que no estaba con nadie y que estaba superado por los problemas. Me trató de enferma por hacerle ‘escenas de celos’ mil veces y yo le creí, creí merecer esa violencia, creí que era yo la loca", escribió Barboza, dejando claro cómo la violencia fue minimizada y justificada por su agresor. Finalmente, en su posteo, la profesional expresó de manera rotunda su decisión de no seguir tolerando la violencia y de asumir la responsabilidad de hablar y denunciar. "Hoy no me importa perder esa plata, elijo vivir. Elijo hablar, elijo denunciar", afirmó con firmeza. Notas Relacionadas
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