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Parana » AIM Digital
Fecha: 15/01/2025 16:34
Los programas de asistencia social impulsados en los últimos años han cambiado la vida de miles de familias en las zonas más postergadas del país. Testimonios de beneficiarios y datos que muestran cómo las políticas públicas están generando inclusión y arraigo. En el interior profundo de la Argentina, donde las distancias se miden en horas y las oportunidades suelen ser escasas, los programas sociales del Estado han generado un impacto que trasciende los números. Planes como la Asignación Universal por Hijo (AUH), los subsidios para pequeñas producciones agropecuarias, y los programas de empleo local han cambiado la realidad de miles de familias que enfrentaban condiciones de extrema vulnerabilidad. “Gracias a este apoyo, pude comprar semillas y herramientas para mi huerta, y hoy vendo en la feria del pueblo”, cuenta Mariana López, una productora de San Pedro, Jujuy, que recibe asistencia a través del Plan ProHuerta. Como ella, miles de pequeños productores han logrado mantener sus emprendimientos y, en muchos casos, diversificar su producción. El impacto de estas políticas no se limita a la economía. En lugares donde el acceso a la educación y la salud era casi un privilegio, los planes sociales han permitido que más niñas y niños puedan asistir a la escuela y recibir atención médica. Según el Ministerio de Desarrollo Social, la AUH ha sido clave para reducir la deserción escolar en zonas rurales, alcanzando un 85% de retención en las comunidades más desfavorecidas. Sin embargo, no todo es color de rosa. Las políticas sociales enfrentan críticas por supuesta dependencia económica y falta de capacitación laboral. Desde el gobierno, aseguran que los programas están en constante revisión para potenciar su impacto y generar herramientas que promuevan la autonomía de los beneficiarios. La transformación de las comunidades rurales no sucede de un día para el otro, pero los avances son palpables. La apuesta por políticas públicas inclusivas, arraigadas en las necesidades de cada región, es una estrategia que busca no solo aliviar desigualdades históricas, sino también sembrar un futuro más equitativo para el interior del país. De la Redacción de AIM
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