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» Diario Cordoba
Fecha: 14/01/2025 19:07
Con la llegada de una nueva ola de frío, muchas personas ya están preparando sus hogares para enfrentar las bajas temperaturas del invierno. Este año, la preocupación es aún mayor debido al aumento de las facturas de electricidad, impulsado por la progresiva desactivación de las medidas implementadas para frenar la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania. Por eso controlar los gastos de calefacción se ha convertido en una prioridad para muchas familias. Un truco ingenioso y económico, inspirado en los métodos finlandeses, está ganando popularidad como una solución para mantener las casas cálidas sin recurrir a estufas ni radiadores. Con un coste inferior a los 2 euros, el uso de plástico de burbujas para aislar ventanas se presenta como una alternativa sencilla y eficaz. Los finlandeses, expertos en afrontar inviernos con temperaturas que pueden llegar a los -30 °C, han desarrollado formas prácticas y accesibles para mantener sus hogares cálidos. Una de estas estrategias implica utilizar plástico de burbujas, un material comúnmente usado para empaquetar, como aislante térmico en las ventanas. El procedimiento es simple: primero hay que cortar el plástico de burbujas midiendo y cortándolo para ajustarlo al tamaño de las ventanas. Después hay que humidificar los cristales con un pulverizador que rocíe una fina capa de agua sobre el vidrio. Finalmente se adhiere el plástico presionando sobre la ventana de forma que la humedad actúa como adhesivo temporal. Gracias a la capa de aire contenida en las burbujas, este método actúa como aislante y bloquea la entrada de aire frío para evitar que el calor del interior se escape. Además, este método no requiere herramientas complicadas ni conocimientos técnicos, por lo que cualquiera puede aplicarlo fácilmente. El aislamiento de ventanas es solo una de las estrategias que los finlandeses utilizan para ahorrar energía en invierno: también recomiendan el uso de cortinas gruesas y opacas, alfombras para mantener el suelo cálido y velas, que, además de generar un ambiente acogedor, aportan un leve calor adicional. Por otro lado también sugieren concentrar la calefacción en las zonas de mayor uso, como la sala de estar o el dormitorio, mientras se mantienen cerradas las puertas de las habitaciones que no se utilizan.
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