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» Diario Cordoba
Fecha: 14/01/2025 19:05
Mientras los partidos de extrema derecha han ido creciendo en Europa, todas las miradas se dirigen ahora a las elecciones en Alemania del próximo mes de febrero. Las encuestas apuntan a una victoria clara de la CDU, que recuperaría los mandos de la principal economía de la UE. Para el PP de Alberto Núñez Feijóo esta victoria es esencial porque implicaría un balón de oxígeno a todo el partido a nivel europeo -tras años en los que han perdido muchos gobiernos- y exhibiría lo que desde hace un tiempo quieren evidenciar dentro del PP: que el centro derecha aguanta, recupera espacio y que el eje España-Alemania, también con Polonia gracias a la vuelta de Donald Tusk, es garantía de que el partido resiste al auge de los ultra. Los resultados de las elecciones europeas lo evidencian, recuerdan en Génova. A nivel interno, en lo que tiene que ver con la política nacional, para Feijóo tendría un doble valor. Por un lado, implicará que su homólogo alemán -Friedrich Merz, con el que ya se reunió el pasado octubre- termine con la etapa de socialista Olaf Scholz, apoyo clave de Pedro Sánchez esta legislatura. El socialista germano tuvo que precipitar el adelanto electoral por la situación imposible de su gobierno y hace mucho tiempo que los sondeos daban como imposible que pudiera revalidar el cargo. El desgaste solo ha ido a más. Por otra parte, Santiago Abascal ha brindado su apoyo absoluto a Alternativa por Alemania, el partido de extrema derecha que no deja de crecer y que también ha encontrado en Elon Musk, el magnate y asesor del presidente electo de EEUU, Donald Trump, su aliado más potente en las últimas semanas. En este contexto Feijóo se reunirá este miércoles con el presidente del PP europeo, el alemán Manfred Weber, con el que mantiene una interlocución constante y está completamente alineado. Su apoyo fue esencial para mantener el pulso contra Teresa Ribera, llegando a sembrar dudas sobre el desenlace de su nombramiento como vicepresidenta y comisaria europea. Ambos tendrán un encuentro de trabajo a lo largo de la mañana para revisar estrategias comunes, hablar de la situación actual y del panorama político que se abrirá con la llegada de Trump a la Casa Blanca, y también prepararán la reunión que todo el partido europeo va a tener en Berlín viernes y sábado. A ese encuentro también viajará Feijóo a finales de esta semana. En abril, además, el PP europeo tiene previsto su congreso en la ciudad de Valencia. La implicación del PPE en las elecciones alemanas también va a ser máxima. Una victoria de la CDU en febrero sería también el mensaje que Feijóo quiere importar a España, y serviría para coger algo de aliento en un momento en el que el PP está en mitad de los dos bloques que se están formando. Sánchez se ha lanzado al mensaje beligerante contra Musk contra lo que Emmanuel Macron ya describió como una nueva “internacional reaccionaria”. El PP europeo apuesta por un perfil mucho más bajo -ayer Feijóo sí dijo en una conferencia que consideraba “desafortunadas e innecesarias” las declaraciones de Trump sobre la anexión de Canadá, Groenlandia y el Canal de Panamá-. Pero en España no ha habido muchos más movimientos. Este lunes el PP europeo sí celebró un debate al que asistía Esteban González Pons, persona de la total confianza de Feijóo, en el que la formación europea lanzó varias conclusiones. Entre ellas, la insistencia de que la desinformación plantea “una amenaza creciente para las instituciones y los procesos democráticos”, y el diagnóstico sobre el “abuso de poder” que están llevando a cabo los magnates de la tecnología y la “supervisión insuficiente” con la que operan las plataformas de las redes sociales. Un mensaje claro contra Musk y la reciente decisión de Meta. En el entorno de Feijóo no niegan que su rival por la derecha, Santiago Abascal, está muy bien posicionado en el actual contexto internacional. Las alianzas que lleva tanto tiempo trabajando -incluido el Partido Republicano que ahora vuelve a la administración estadounidense- con el argentino Javier Milei o con primeros ministros como el húngaro Víktor Orban o la italiana Giorgia Meloni, además de dirigentes con mucha influencia como la francesa Marine Le Pen, le han hecho coger impulso. Abascal es el único dirigente español que acudirá a Washington a la toma de posesión de Trump. Lo hace como invitado y presidente de Patriotas, el grupo europeo de extrema derecha que encabeza desde hace un par de meses. Tras las elecciones europeas, conservadores, socialdemócratas y liberales lograron reeditar un nuevo gobierno comunitario, pero las urnas arrojaron un giro a la derecha evidente entre los votantes europeos. Esa fuerza que tiene la extrema derecha en Bruselas se hace notar con su capacidad de bloqueo y con una suma alternativa a la de la actual Comisión si unen fuerzas con el PP europeo. Pero el tira y afloja es permanente. Y las tensiones también. De hecho, Abascal cargó duramente contra la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, a la que comparó con Nicolás Maduro. Feijóo necesita el aliento alemán.
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