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Concordia » Hora Digital
Fecha: 14/01/2025 09:00
La empresa Deme está siendo investigada por presuntamente haber pagado más de 12 millones de euros en sobornos para obtener contratos de obras en un puerto de Rusia. La empresa belga de dragado Deme, que compite por la licitación de la Hidrovía, se encuentra envuelta en un caso de corrupción relacionado con el proceso de adjudicación de obras en el puerto de Sabetta, una de las terminales de gas natural licuado más grandes del mundo, ubicada en la península de Yamal, al norte de Rusia. Inicialmente, el Ministerio de Transportes ruso había asignado el proyecto a la empresa rusa USK Most, pero las compañías belgas de dragado Deme y Jan De Nul se presentaron a la licitación para el subcontrato de dragado en 2013. Deme fue la empresa adjudicataria mediante su consorcio ruso Mordraga; sin embargo, Jan De Nul planteó interrogantes sobre un posible conflicto de intereses con un intermediario. A raíz de una denuncia penal por parte de Jan De Nul, la fiscalía de Flandes Oriental inició una investigación en 2016. En 2018, el FBI examinó los correos electrónicos de los sospechosos, lo que condujo a la revelación del delito. Según el tribunal, un ex empleado de Deme, que formaba parte del comité encargado de la adjudicación, era una figura central en el caso. La pesquisa demostró que este empleado podría haber recibido 4,18 millones de euros en sobornos a través de empresas ficticias con sede en Chipre y Panamá, vinculadas a Deme. También se presume que una persona con un rol similar en USK Most se benefició de este acuerdo financiero. La fiscalía calculó que en total se habrían pagado 12,6 millones de euros, equivalente al 3% del valor del contrato, a cinco destinatarios. Sin embargo, el Tribunal Penal de Gante desestimó el caso contra todos los acusados por considerar que se había vulnerado el derecho a un juicio justo, argumentando que los correos electrónicos que revelaban el supuesto soborno no fueron obtenidos legalmente. En cuanto a la disputa por la licitación de la Hidrovía, se encuentran en competencia cuatro empresas: Jan De Nul, actual concesionaria; Deme; y dos empresas holandesas, Boskalis -respaldada abiertamente por Mauricio Macri- y Rhode Nielsen. Recientemente, se ha sumado a esta contienda Santiago Caputo, aliado de la familia Neuss, con el objetivo de favorecer a Gabriel Romero para que mantenga el lucrativo contrato relacionado con el balizamiento de la Hidrovía, que se remonta a los años 90, cuando fue privatizada por primera vez. Romero se ha encargado del balizamiento del Sistema de Navegación Troncal, conocido comúnmente como la Hidrovía por la sociedad creada por Romero junto a la belga Jan De Nul, responsable del dragado y quien inició la denuncia por el escándalo de sobornos.
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