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» Notife
Fecha: 13/01/2025 21:01
Verano, calor, poca agua: el combo perfecto para que las palometas hagan de las suyas en las playas santafesinas. Fue el caso de lo ocurrido este domingo en la costanera Este, en un escenario que es habitual en este época del año en la ciudad de Santa Fe. Al respecto, los guardavidas que divulgaron las imágenes de las mordeduras, comentaron que fueron 33 los casos atendidos, sólo en la tarde del domingo. Razón por la cual piden tomar conciencia y respetar las indicaciones que ellos apuntan. Con el termómetro rozando los 40°, el único balneario habilitado en la capital provincial desbordó de gente; prueba de ello fue el atolladero vehicular que se registró en la costanera Este y la zona del puente Colgante. El posteo de los guardavidas en redes sociales. Puede interesarte Poca agua Tal como viene contando este diario, el río Paraná se encuentra en pleno descenso y la poca cantidad de agua se hace notar en los ecosistemas ribereños de la región. Este lunes por la mañana, el hidrómetro del puerto santafesino arrojó un nivel de 1,80 mts, 16 cm menos que la anterior medición. Y la perspectiva es que continúe bajando. La ciudad de Santa Fe y su entorno ribereño, vista desde el drone de El Litoral. Foto: Fernando Nicola Así lo marca el Instituto Nacional del Agua (INA) en su último informe, publicado el viernes 10 de enero. Según el organismo, la altura podría descender hasta 1,69 mts en los próximos 10 días. “Son tendencias consideradas en los valores medios diarios. Los niveles se observan con estabilización de base en aguas bajas en las secciones superiores y en descenso en aguas medias bajas hacia aguas bajas en las secciones inferiores”, explica el informe. Cabe señalar que los registros marcan que el descenso comenzó los últimos días de diciembre, cuando el río medía por encima de los tres metros en el puerto local. Para el 8 de enero marcó 2,50 mts y cuatro días más tarde rompió el piso de los dos metros. Como suele ocurrir, al retirarse el agua las orillas se expanden y queda a la vista la vegetación propia de los entornos riberos, como la laguna Setúbal y en particular, en la playa santafesina. La laguna Setúbal a pleno en la temporada de verano. Foto: Fernando Nicola La palometa Las palometas grandes o pacusas pertenecen a la especie Pygocentrus nattereri mientras que la palometa común y la ñata pertenecen a las especies Serrasalmus maculatus y Serrasalmus marginatus respectivamente, destacan especialistas. Las altas temperaturas y la bajante del río son los grandes causantes de los ataques. “La (alta) temperatura acelera la tasa metabólica de los peces. Esta aceleración de la tasa metabólica hace que los peces estén más activos y requieran más energía”. Serrasalmus maculatus, una de las especies de palometa. “Al requerir más energía tienen más tendencia a buscar alimento y generalmente hay un cambio de la omnivoría a la carnivoría. Peces que pueden alimentarse de una variedad de presas tienden a volverse más carnívoros cuando se eleva la temperatura”, agregó. “La conducta más agresiva cuando aumenta la temperatura es una generalidad en la mayoría de las especies de peces”.
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