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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 13/01/2025 09:36
Nazarena Vélez y Santiago Caamaño, el video de sus seis años de amor Nazarena Vélez pide que la volvamos a llamar “en diez minutos”. Santiago “Bocha” Caamaño, su coequiper en escena y en la vida, aún no llegó para la entrevista. Ya no son sólo dos actores cuya labor arranca por las noches. Además es eso, son dos de los cuatro productores de la obra “Suspendan la boda”, que va de martes a domingo en el teatro Candilejas de Villa Carlos Paz. Y eso demanda hacerse cargo de los números y otros detalles. Hoy celebran no solo el éxito de su obra teatral (“¡Por segunda semana consecutiva estamos entre las cinco primeras entre 95 obras!”, se entusiasma Nazarena) sino también porque el 7 de enero cumplieron seis años en pareja. Los otros dos productores son Barbie Vélez, la hija de Nazarena, y Lucas Rodríguez, su esposo, hijo del recordado Fabián, que estaba casado con Nazarena cuando murió. Comparten escenario, familia y negocios. “Es hermoso trabajar juntos, es otro nivel de conexión”, asegura Nazarena. —¿Cómo surgió el proyecto de “Suspendan la boda”? Nazarena Vélez: Teníamos muchas ganas de trabajar juntos. Yo tenía muchas ganas de trabajar también con Bárbara. Entonces surgió la propuesta desde el lado de Bárbara y de Lucas, su marido. La temporada pasada vinimos a hacer ‘Dos locas de remate’. Y como productora, hice ‘Ya lo sabía’, la obra que protagonizaba Santiago con la dirección de Pablo Gorlero. En la producción también estaba Lucas. Obviamente dijimos: ‘Bueno, la temporada que viene tenemos que hacer algo familiar nuestro’. Decidimos unir fuerzas, por decirlo de alguna manera, y venir juntos en modo familiar, con un actor divino como Facundo Gambandé, que es cordobés. Aquí estamos y nos está yendo muy bien. Nazarena Vélez y Santiago Caamaño en Villa Carlos Paz —Bocha, ¿ya habías trabajado con Barbie? Santiago Caamaño: “No, es la primera vez. La verdad que es espectacular. Ella como persona es un amor de persona, es todo lo que está bien. Y como profesional, lo mismo. Es una actriz del carajo. Siempre tiene un buen clima que crea con su simpatía. Entonces el periodo de ensayos, tanto en el escenario como abajo del escenario, es muy agradable. Yo estoy muy contento. Ya con Naza veníamos laburando bastante, con Lucas también, porque ya hemos hecho varias obras juntos en producción. Y con Barbie, feliz, porque la rompe toda, porque siempre está con una sonrisa, porque siempre está al 100%. La verdad que armamos un equipazo porque estamos todos en la misma sintonía, con alegría, con ganas de que nos vaya increíble y siempre para adelante.” —Trabaja toda la familia junta. ¿Viven cerca además? SC: Sí, estamos a cuatro cuadras nada más. Recontra cerca, así que nos vemos todo el tiempo: nos vemos en el teatro, nos vemos acá en el barrio, compartimos mucho juntos. Eso también es lindo porque era parte de lo que queríamos: nosotros elegimos trabajar juntos porque nos gusta pasar tiempo juntos. —¿Y qué lugar ocupa Salvador, el nieto de Nazarena, en esta dinámica familiar? NV: Barbie está todo el tiempo con Salvador. Además, viene su papá, su abuela. Ahora, en este momento, está Mariela, la mamá de Lucas, para cuidar a Salvador a la noche cuando hacemos teatro. Así que es bastante repartido. No es que viene y lo deja. Es más, yo tengo que ir a buscarlo corriendo. —No te lo deja disfrutar así nomás? NV: No, cero. —¿Cómo te llevás con ser abuela? NV: Me encanta. Es un placer tener 50 años y ser abuela. Es una locura poder vivir esa experiencia. Es hermoso. "Santiago me dio paz", asegura Nazarena Vélez sobre su pareja desde hace seis años —¿Fue más relajado este año para vos elegir Carlos Paz como plaza? NV: Sí, fue menos emocional. Si bien se mueven por dentro un montón de cosas porque estamos en familia, haber venido la temporada pasada hizo como una base en mí, en mi corazón. Yo amo a Carlos Paz. Cada rincón de Carlos Paz me pertenece porque vengo desde que soy muy chica, porque todas mis producciones siempre elegí arrancarlas acá en Córdoba. Es un lugar que a mí me energiza. Más allá de que estamos laburando 24 por 7, todo el día, porque durante el día hacemos notas,se labura mucho cuando sos productor del espectáculo. —Cumplieron seis años juntos ¿Qué pasó desde la invitación a tomar una cerveza en Mar del Plata hasta hoy? SC: Seis años. Es impresionante cómo pasa el tiempo. Al principio muchos decían que íbamos a durar un mes, después dos, tres, cuatro. Hasta que llegó el año y paró un poco eso. Pero nosotros siempre tuvimos clara nuestra conexión y en disfrutar el día a día. Creo que el amor entre nosotros siempre fue más fuerte que todo. A los tres meses nos fuimos a vivir juntos. Fue todo muy pasional y muy loco, muy lindo. La verdad que sí, estamos muy felices. NV: Santiago me hizo creer nuevamente en el amor. Es un hombre muy hermoso, y no me refiero sólo a lo físico, lo digo como persona. Me dio calma. No me metió vértigo ni presión, porque él sabía que yo venía un poco bastante rota. Tuvo una paciencia espectacular, no solo conmigo, sino con mis hijos, con todo. Me dio confianza. ¡El Bocha me engatusó jaja! Yo le decía ‘no te enamores, esto no va a funcionar’. Y él me respondía ‘bueno, tranquila, no pasa nada, estemos hasta cuando ya no quieras estar más conmigo, y listo’. Siempre, a pesar de ser más chico que yo, me dio seguridad. Es un tipo muy bien plantado. Nazarena y Santiago en el verano de 2019, cuando comenzaron la relación —¿En qué te cambió? NV: Con él alcancé la paz. Para mí, eso es muy importante. Soy una persona muy ansiosa, y me ayudó a bajar un poco mi ansiedad. Me enseñó a vivir más en el presente, a disfrutar el día a día. Desde el primer día, me río mucho con él. Me dio confianza, una confianza increíble. Y creo que eso nos llevó a tener un amor más relajado, más de compañeros, más adulto. Me dio muchas cosas, pero lo primero que te puedo decir es que me dio calma. —¿Y a vos? SC: Yo siempre fui alguien súper solitario, pero Nazarena me dio un amor verdadero, único, estable. Hoy soy parte de una familia hermosa. Nunca quise tener hijos, y de repente tengo tres hijos, soy abuelo, y todos esos vínculos son espectaculares. Acá lo veo a Titi que se está riendo y es es un amorcito, es como parte también de mi vida y lo amo con todo mi corazón. Con Naza hubo una magia en el medio que cambió todo. Cuando volvimos a Buenos Aires desde Mar del Plata nos fuimos a vivir juntos. Fue todo muy rápido, fuerte, lindo, un cambio brusco pero recontra hermoso. Y estoy muy feliz con la vida que armamos juntos. —Con tanta felicidad, ¿hay planes de casamiento? SC: ¡¡Suspendan la boda, jajaja!! Nunca fue un sueño para mí casarme. ¿Para qué? Si así estamos once puntos, no diez. Nos divertimos, nos llevamos bien, siempre sonrientes. Estamos joya. NV: Yo soy muy Susanita, me encanta el casamiento. Me encanta, me encanta. Pero también pienso que las cosas cuando están bien no hay que tocarlas. Y también me encanta respetar lo que a él le pasa. Nunca lo soñó, nunca nada. Y de repente armamos una familia hermosa. Como te digo, estoy acá con Thiago. Thiago lo ama al Bocha, y eso para mí era fundamental para que esta relación pudiera seguir adelante, tuviera un rumbo, un futuro. Era muy importante la aprobación de Thiago. —¿Entonces la relación de Bocha con tus hijos fue clave? NV: Sí, fue clave. Especialmente con Thiago, porque él era muy chico cuando empezamos la relación, tenía ocho años, y era el que iba a decir si esto iba a funcionar o no. Y tienen una relación hermosa. Bocha nunca soñó con ser padre, pero yo lo veo durante el año, todos los días, levantándose a las siete de la mañana con un amor para enseñarle a Thiago historia o geografía. Es un padrazo sin serlo. Es un vínculo increíble. SC: Es cierto. Hoy veo a Thiago, a Barbie, al Chino, al nieto, y siento que soy parte de algo increíble. Nunca soñé con esto, pero no lo cambiaría por nada del mundo. Nazarena, Santiago en "Suspendan la boda" en el teatro Candilejas junto a Barbie Vélez y Facundo Gambandé (Mario Sar) —Si en sus vidas, como en la obra, hubieran conocido a su yo del futuro, ¿habrían cambiado algo, tomado otro rumbo? NV: No sé. Sinceramente no sé si hubiese escuchado a mi yo del futuro, con lo ansiosa que siempre fui.. Por eso el planteo de la obra es muy interesante: viene una persona y te dice que sos vos y que tenés que cambiar tu vida, no casarte, no hacer esto, no hacer lo otro, ¿lo harías? Es muy lindo lo que escribieron Micaela Libson y Daniel Aguinsky. Está buenísimo. Porque todo lo que hice en mi vida, con mis aciertos, mis equivocaciones, mis alegrías y mis tristezas, me llevan a ser la persona que soy ahora. Una mina agradecida a la vida, que mira a su nieto y se vuelve loca. Que decide venir a Carlos Paz en familia a pesar de tener propuestas laborales de otros lados. Tal vez le diría a mi yo del pasado que se calme un poco, pero no sé si hubiese cambiado algo. Todo lo que viví me trajo hasta acá. —Nazarena, ¿cómo ves hoy, y desde afuera, todo lo que pasa con Wanda Nara, la China Suárez y Mauro Icardi? Porque en otra época, aunque sin redes sociales, eras vos la que estabas en el centro de la escena con los escándalos. NV: Por eso que decís, que en algún momento yo estuve ahí, trato de ser muy compasiva con lo que veo. Siempre me da un poco de tristeza y de angustia el rol de los chicos, de los nenes, de lo que escuchan y de lo que se filtra. Los chicos pueden ser muy crueles, incluso cuando uno les enseña a los propios hijos a diferenciar lo que es verdad de lo que no. Mis hijos nacieron con una mamá famosa, ya estaban en ese microclima desde muy chicos, y aunque les hablás y los preparás, igual se enfrentan a otros chicos que pueden ser crueles. Ante una pelea, siempre exponés. Y más si la otra persona es el padre de tus hijos. Por eso pienso en los más chicos, y por eso trato de ser muy compasiva con los escándalos que veo. —¿Este año tenés planes de volver a la televisión? NV: Por ahora, no lo sé. Tenemos muchas ganas de seguir con la gira de ‘Suspendan la boda’. Este proyecto es nuestra prioridad y queremos que sea nuestra fuente de trabajo durante todo el año. La idea es llevar la obra a Buenos Aires y recorrer otras provincias. Si se da algún proyecto que se adapte a mis tiempos, veremos. Pero también estoy en otra etapa de mi vida. Quiero disfrutar más de mis hijos, de mi nieto. Quiero tomarme el tiempo para recorrer y disfrutar cada lugar al que vamos. Estoy con otra energía y ya no quiero trabajar de lunes a lunes como antes. Fotos: Mario Sar
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