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Parana » 2 Florines
Fecha: 13/01/2025 06:21
El presidente de Integrar SA, Alfredo Calabrese, consideró que este año los inversores locales impulsarán con mayor fuerza los proyectos productivos y de servicios. En tanto, anticipó que las inversiones financieras tendrán movimientos más moderados. Planteó además el desafío que deberán afrontar las empresas. Por Nahuel Amore Alfredo Calabrese es uno de los contadores de consulta en la región cuando de finanzas e inversiones se trata, especialmente de aquellos instrumentos vinculados al mercado de capitales. Hasta el año pasado acertó al afirmar que la volatilidad iba a ser determinante en las operaciones y que las oportunidades financieras llegarían por la renta variabl e . Ahora, con el 2025 en marcha, distinguió que el panorama ya es otro. Tras un cambio en las reglas de juego por parte de la administración de Javier Milei y movimientos importantes en las variables económico-financieras, el presidente de Integrar SA aseguró que hay “una probabilidad de ocurrencia bastante alta” de que los inversores apunten a la economía real, “salvo que ocurra un cisne negro”. En un mano a mano con DOS FLORINES, el profesional brindó, desde una mirada técnica, su análisis sobre el escenario nacional 2025. Remarcó que este año estará signado por una mayor estabilidad, determinado por una baja inflación, que obligará a las empresas a planificar, definir estrategias a conciencia y estar atentas a los números de sus estructuras. Según Calabrese, el desafío estará puesto en que los inversores movilicen proyectos productivos y de servicios que generen empleo. Además, habló de las vulnerabilidades de recibir importantes inversiones financieras extranjeras y consideró que será clave el factor político. También reconoció que el tipo de cambio está atrasado y de ello depende el valor de los activos. —¿Por qué 2025 puede ser el año de la economía real? ¿Habrá una reactivación de sectores productivos y no tanto de los financieros? —Sí, es así. Venimos de años de mucha rentabilidad nominal y en parte real en la línea financiera de las personas y de las organizaciones. Había balances que en lo productivo daba pérdida, pero en lo financiero ganaba. Eso en algunos sectores ha sido muy evidente en los últimos años. En el marco de estabilización y de rendimientos nominales bajos, tal vez ahora aparecen rendimientos reales. Cuando cae mucho el nominal, te da una sensación de pequeñez. —La nominalidad baja por la baja inflación, ¿permite hacer una lectura rápida de si algo te da ganancia? —Sí, totalmente porque podés evaluar más fácilmente si las ganancias son reales. Ahora, se terminó este esquema de que mucha gente ocupaba los flujos de su rendimiento financiero para achicar pérdidas operativas, tanto en organizaciones como en las personas. Había gente que no llegaba a fin de mes con su sueldo y se cubría con inversiones de alta nominalidad. Con este marco de estabilidad, con nominalidad y ventas más chicas, habrá que empezar a planificar fuertemente el sector financiero. Se va a poder planificar porque se reducen las expectativas de inflación, los riesgos cambiarios y cualquier otro salto abrupto. —Entiende que habrá un cambio de perspectivas. —Cambia el enfoque. En la Argentina venimos de años que todos los días tenías que ver si se modificaba el precio de compra, de servicios, de salarios, la tasa. En un escenario de estabilidad eso no sería tan demandante de tiempo y hay que ponerse a pensar en la productividad y cómo generar la actividad. Por eso, va a haber inversiones en la economía real. Inversiones en la economía real —¿Cree que las inversiones financieras pueden trasladarse hacia la economía real a través del apalancamiento de proyectos estancados? —Los ciclos, normalmente, se dan primero en la Bolsa y los mercados financieros suben por los inversores locales. Después llegan los extranjeros, que recién han empezado a aparecer en activos financieros, como en bonos y de a poco en acciones. Pero cuando el inversor extranjero entra al activo financiero, el local muchas veces se sale del financiero y se va al activo real. —¿Eso estima que puede pasar este año? —Claro. El inversor local acompaña el primer salto de lo financiero y después lo deja al extranjero, hablando en proporciones. El local empieza a ver que hay una baja de la rentabilidad financiera después de que subieron tanto los activos financieros y empieza a ver cómo puede invertir en la economía real, porque cualquier negocio medianamente razonable va a generar una rentabilidad parecida o más a la que se daba en el financiero. Y después de que se estabiliza todo y vamos a dos o tres años de crecimiento, seguridad jurídica y estabilidad, recién ahí el inversor extranjero desembarca en la economía real. —En síntesis, inversiones extranjeras en el corto plazo no van a llegar de manera importante. —En la economía real, no. Llegarán a algunos sectores muy dinámicos como la minería, el petróleo o el gas. Pero los demás, no. Entrar en la economía real después te cuesta salir. No es como en los activos financieros que con un botón salís. —¿Cree que Argentina puede quedar expuesta a vulnerabilidades ante la llegada de inversores financieros extranjeros si se desestabiliza la macroeconomía, como ya ocurrió en la historia reciente? —Sí, pero depende de la magnitud, si entran muchos fondos del exterior y aparecen escenarios de inestabilidad económica, social, política y quieren salir. Los inversores extranjeros no se basan en las emociones, son ciento por ciento racionales. Los locales nos movemos un poco más por la emoción. Si se van, lo hacen sin interesarles los costos, los precios y los rendimientos; se van. Eso genera vulnerabilidades cuando la magnitud de la inversión extranjera financiera es muy alta. Ya pasó en la época de Macri cuando el mercado se disparó por el local y por el inversor extranjero que entró en la parte financiera, pero no terminó de pasar la segunda parte que mencioné, de que el local primero y el extranjero después inviertan en la economía real. Ninguna de estas dos situaciones se dio con Macri porque explotó antes. —¿Cuál es la diferencia con el presente? ¿Dónde considera que se va a sentir ahora esa tracción en la economía real? —Aparentemente ahora vamos a un escenario distinto, por lo que se ve y percibe. El 2025 va a ser un año en que el inversor argentino se va a volcar en parte a la economía real; pero no a la economía real tradicional de construir departamentos para alquilar. Gran parte se va a volcar a una economía real más productiva, de servicios, generadora de recursos mucho más importantes porque la renta tradicional inmobiliaria no va a alcanzar. Planificar 2025: los desafíos —¿Qué sugerencias generales realizaría a inversores financieros que están planificando 2025? —El mundo y la Argentina han recuperado fuertemente sus valores de activos financieros. Por lo tanto, no es lo mismo haber entrado hace un año que entrar hoy. La Bolsa hace dos años estaba en 400 dólares el Merval y ahora está en 2.400. Los bonos estaban a 30 dólares y ahora a 80. Es decir, estamos en un escenario en lo local distinto porque todos los activos financieros corrigieron. Hay que ser muy selectivo. Hace un año y medio atrás había rendimientos muy buenos porque estaba todo tan atrasado que todo rindió bien. Hoy hay que ser muy selectivo y ajustar el nivel de inversión según el horizonte de inversión, las acciones, el riesgo, los fondos, cuáles son tus expectativas razonables de rentabilidad. En el mundo también estamos con mercados internacionales que están muy altos en su valor. —No se deben esperar saltos bruscos como pasó recientemente, sino quizá sean movimientos más moderados. —Va a ser moderado y muy selectivo. Hay sectores que ya han corregido muchísimo, como el de energía. Si bien muchos colegas siguen recomendando energía, gas o petróleo, pero los activos de ese tipo de compañías han recuperado muchísimo. Por lo tanto, estamos en escenario que hay que ser más prudente, más profesional, buscando buenas alternativas y hay que ser realistas. Por eso, me da la impresión de que mucha gente, en este esquema, va a volver a pensar en hacer microemprendimientos, invertir en la economía real o asociarse para abrir franquicias, etcétera, que requieran de más trabajo también. Las inversiones financieras generan una renta que no requiere mucha actividad laboral. —El desafío de 2025 va a ser la creación de empleo si es que se concretan inversiones reales. —Entiendo que sí. Mucha gente vivía muy bien de sus rentas inmobiliarias y financieras, pero creo que este año no va a ser tan fácil y habrá que empezar a pensar en otras cuestiones. Además la estabilidad te permite planificar y ver bien los costos, las rentabilidades reales. Con alta inflación, había gente a la que le convenía más estar cerrado que abierto. No tenía pasivo y tenía activos que se ajustaban con inflación. Ahora cambió totalmente. Vamos a un escenario donde tenés que rotar. —Terminó el esquema de aumentar stock y esperar. —Claro, porque la inflación te cubría cualquier desfasaje. Hoy no. Con los precios estables, si el stock está igual o va a la baja, tenés que volver a ser eficiente en lo tuyo. Tenés que trabajar objetivos, metas, en el producto. Son las cosas que en algún momento le dimos importancia, como los puntos de equilibrio, la rotación de stock… Empresas en 2025 —Si las previsiones 2025 son de crecimiento, ¿cuánto puede traccionar el mercado de capitales aquellos proyectos de expansión de las empresas? —Si el escenario que hablamos probablemente ocurra, el mercado de capitales juega un rol importante porque la principal diferencia es que se diseñan los instrumentos para acompañar el apalancamiento a medida de la actividad y del vendedor. Nosotros no manejamos líneas crediticias, sino que tenemos toda la plataforma de incrementos, estructura y de actores del mercado que permiten diseñar los instrumentos en función de lo que necesita una empresa, en cuanto al destino de los fondos, su capacidad de repago, su garantía, etcétera. —No son paquetes cerrados, sino que son alternativas adaptadas a cada realidad. —Ese es el gran valor agregado del mercado de capitales, que no solo ve financiamiento sino también esquemas de apalancamiento por asociación. Hay toda una serie de instrumentos que aperturan la cabeza. De hecho, la CNV reglamentó la posibilidad de emitir papeles ajustados por productos. Siempre el mercado de capitales trata de aggionarse a las realidades y ser muy creativo. Cuando el Gobierno la ve, se hace una sinergia en el diseño o rediseño de un instrumento para acompañar el crecimiento. Hay que entenderlo, sabiendo que el costo de entrada con el mercado de capitales requiere un poco más de tiempo y esfuerzo por entender y conocer que es una estrategia de mediano y largo plazo, de planificación. Cuesta un poco más, pero te quita el techo, con otras magnitudes y posibilidades. Por eso, es bueno profesionalizar las empresas. —Profesionalizar las empresas pareciera ser la regla para 2025 ante números más finos. —Quien no se profesionaliza en el sentido planificar y llevar sus estructuras de costos, ventas, resultados y rendimientos, tiene muchas posibilidades de irse del mercado o que la competencia lo absorba. Cuando hay estabilidad, la competencia es en serio. —Quiere decir que las empresas deben prepararse para un cambio en la forma de hacer negocios. —Por su puesto, porque con la inflación no sabías cuánto valían las cosas. Hay un cambio muy abrupto en las reglas de juego. Los que vivimos la Convertibilidad lo sabemos. Las empresas tendrán que planificar y trabajar en la diaria para mejorar procesos que antes la inflación te cubría de un plumazo. Por lo menos mientras perdure esta estabilidad, con una inflación a la baja y un tipo de cambio predecible. Dólar atrasado —¿Coincide con los economistas que advierten que el tipo de cambio está atrasado? ¿Cómo está hoy, según sus evaluaciones? —El tipo de cambio tiene que ver mucho con las variables económicas, pero tiene mucho que ver con las expectativas en este país. En un país normal, el tipo de cambio tiene que ver con los fundamentos de la economía. En un país como la Argentina, no sé si se miran tanto los fundamentos de la economía sino más las expectativas y muy influenciado por el factor político. El factor político tiene un impacto directo sobre la valoración o desvalorización de la moneda. Hoy se han reducido sustancialmente las expectativas de que haya una desvalorización abrupta de nuestra monera. Entonces eso hace que la gente no tenga tanto apetito por el dólar. Con menos demanda que oferta, estamos ante un tipo cambio para mí atrasado por esas condiciones y por el valor de los activos de la economía. —La inflación medida en dólares es otra de las advertencias hacia el Gobierno. —Porque el dólar termina siendo un activo de la economía. Antes la pizza salía 3 dólares y era muy barata y ahora vale 10. Por lo tanto, el dólar es un precio más de la economía y hoy cuando medís cualquier precio de los activos argentinos en dólares, te das cuenta que algo acá no funciona.
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