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» Elterritorio
Fecha: 12/01/2025 13:16
Iniciativas como Jóvenes por la Educación, Mamá Tola, Fundación Rubén Durand y Esperancitos brindan apoyo y contención en distintas localidades de Misiones domingo 12 de enero de 2025 | 6:00hs. Jóvenes por la Educación es un grupo solidario que todas las semanas brinda clases de apoyo y merienda a chicos de barrios periféricos de Posadas. Foto: Natalia Guerrero La solidaridad es uno de los valores más importantes en una sociedad, y en Misiones, se materializa a través del esfuerzo de grupos solidarios que trabajan día a día para mejorar la calidad de vida de las personas más vulnerables. Estos colectivos, impulsados por la empatía y el deseo de transformar realidades, se convierten en verdaderos motores de cambio, brindando apoyo material, emocional y educativo a comunidades que enfrentan múltiples carencias. Desde Posadas hasta Oberá y Fracrán, sus acciones generan un impacto directo en cientos de vidas, especialmente en niños y mujeres que encuentran en estas iniciativas oportunidades de desarrollo y contención. Entre las organizaciones destacadas, Jóvenes por la Educación se erige como un ejemplo de voluntariado socioeducativo. Fundado en 2023 en Posadas, este grupo trabaja para mejorar las condiciones de vida en barrios vulnerables mediante actividades educativas, apoyo comunitario y provisión de alimentos. En el merendero Los Peques, ubicado en el barrio Porvenir 2, ofrecen alfabetización, talleres de higiene, capacitaciones en RCP y espacios recreativos para chicos de entre 10 y 15 años. Muchos de estos niños no saben leer ni escribir y las problemáticas que enfrentan van desde el trabajo infantil hasta la falta de agua corriente. Con el apoyo de donaciones, rifas y ventas, los voluntarios, en su mayoría estudiantes, se capacitan para adaptar sus actividades a las necesidades locales. Otra figura emblemática en Misiones es Bartola Zarza, conocida como Mamá Tola, en el barrio San Isidro, de Posadas. A sus 76 años, esta mujer se convirtió en una abuela para toda la comunidad, especialmente para los niños, a quienes dedica meriendas, juguetes y su amor incondicional. La historia de Mamá Tola comenzó hace más de dos años, cuando decidió compartir con los niños lo que tenía en casa, desde pan casero hasta mate y tereré. Hoy, su compromiso se refleja en su esfuerzo diario por mejorar la calidad de vida de los más pequeños, ganándose el cariño y respeto de vecinos y voluntarios que la apoyan en su labor. En Fracrán, el espíritu solidario también encuentra su espacio a través de la Fundación Rubén Durand, creada por un grupo de personas comprometidas con la mejora de la calidad de vida de los más necesitados. Inspirados por el legado de Rubén Durand, quien durante su vida impulsó acciones sociales, políticas y solidarias en la región, la fundación trabaja para brindar asistencia, fomentar el emprendedurismo y generar espacios para adultos mayores y niños. Entre sus actividades destacan la creación de baños, viviendas y espacios recreativos, acciones que buscan reivindicar valores y fortalecer a la comunidad. De igual forma, en el barrio Oasis, de Oberá, el grupo solidario Esperancitos demuestra cómo la constancia y el esfuerzo pueden transformar un asentamiento en un espacio de oportunidades. Este barrio, uno de los más humildes de la ciudad, es escenario del incansable trabajo de Gianni Pica y Marisel Martínez, quienes comenzaron ayudando a una abuela que necesitaba un sanitario. Con el tiempo, montaron un merendero que hoy recibe a más de 80 niños. El grupo no sólo brinda meriendas, sino que también construye baños, paredes y casas para quienes más lo necesitan. Su labor, ubicada a pocas cuadras del Palacio de Justicia y a 500 metros de la ruta nacional 14, destaca por su impacto en la comunidad obereña y por demostrar que, con voluntad y compromiso, es posible mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos. Estas y otras historias de este informe buscan resaltar la importancia de estas iniciativas solidarias que, desde distintas partes de Misiones, trabajan para construir una provincia más justa e inclusiva. Cada una de estas historias refleja cómo la empatía y el esfuerzo conjunto pueden marcar la diferencia en la vida de muchas personas, mostrando que la solidaridad es una herramienta poderosa a prueba de todo y sirve para enfrentar los desafíos sociales y generar un cambio positivo. Compartí esta nota:
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